sábado, 26 de noviembre de 2011

Agárrense: curvas peligrosas

Dejaré para otro momento, quizás la próxima semana, el interesante debate de la sucesión de Zapatero. Como hoy se celebra en Madrid la reunión del Comité Federal del PSOE, estaremos atentos a ver qué se cuece (guisa, en canario). Porque como no aprenden ni aun con los leñazos más sonoros, lo mismo vuelven a ganar los perdedores y hallaremos a Rubalcaba como recambio de Rubalcaba. Es de locos. Lean lo que dice Rodríguez Ibarra, que no debe ser un cualquiera: http://www.elpais.com/articulo/opinion/PSOE/ahora/elpepiopi/20111125elpepiopi_4/Tes.
O el comentario de este otro, llamado Iñaki Gabilondo (palabras mayores, ¿no?): http://www.publico.es/espana/408960/gabilondo.
Vamos, para finalizar esta semana, con cuestiones más domésticas y cercanas, con esa caja del turrón, llamada José Manuel Soria, al que le estamos pagando los canarios (recuerden lo de su asiento en Teobaldo Power, aún) para que él se pasee por cuanto medio de comunicación se ponga a su alcance. Y ha venido a decir, entre otras sentencias –todas ellas de más profundo calado que la ubicación actual del cráter del volcán restinguero–, que aquel famoso plan o convenio que nos vendió Paulino, fruto del apoyo de los dos diputados de CC a las tesis de Zapatero en la Carrera de San Jerónimo, fue todo humo, que nada de nada, que nos deben todo y mucho más.
Y como no soy nadie para contradecir a quien hasta hace unos meses era vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo autonómico, deberé pensar que tiene razón. Traduzco: nos tienen abandonados desde la metrópoli y no nos atienden (económicamente) como es debido y, por supuesto, como nos merecemos.
Pero hete aquí que el silencioso Rajoy (sigue ingresado con fuertes cólicos en Génova) anuncia que revisará a la baja las partidas de Canarias. Hombre, si uno de los futuribles esgrime que nos deben la Biblia en pasta, este recorte supondrá que tendremos que aportar nosotros (los canarios, que ya veníamos haciendo nuestros deberes desde hace por los menos cuatro años, Rivero dixit) una buena purriada de millones de euros a la santa cruzada para que Madrid pueda atender otros compromisos más perentorios, verbigracia, la educación concertada de doña Esperanza, la defenestradora.
Qué fácil lo tiene el PP para acometer lo que le venga en gana (a nuestra costa, evidentemente). Con alegar que han tenido que trastocar los planes (¿planes dije, osado de mí?) previstos porque la situación está mucho peor que lo que pensaban, que los socialistas (¿Zapatero?) han meado por fuera de la bacinilla (o escupidera) hasta decir no puedo más, asunto zanjado. Y te apuesto 50 céntimos (por lo de los recortes) que así será. Lo primero que Mariano ha hecho, a pesar de su convalecencia, es hablar con los banqueros porque las prioridades son las que son y no quiere, en manera alguna, que su niña se convierta en una prima cualquiera. Haremos lo que hay que hacer y en el momento adecuado. ¿Quedó meridianamente claro?
Nos esperan unos meneos de mucho cuidado. Deberé ponerle al coche un cinturón supletorio. O ir sentado con alguno de mis nietos en la sillita correspondiente, por si acaso. Se atisban curvas muy peligrosas (izquierda-derecha y derecha-izquierda) sin haber arrancado todavía el fotingo. Y ayer hablé con uno que se mostraba feliz porque Alemania estaba comenzado a constiparse. Como estornude, creo que no me bastará con el sujetador duplicado (el del coche).
Hasta la próxima, estimados y estimadas.

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