A perdonar la
tardanza. Acabo de llegar de Matalascañas (Huelva). Esto de Mundo Senior tiene
sus inconvenientes. Te arregostas y luego… Ya te iré contando y colgando alguna
fotografía de las andanzas onubenses. Echa una visual de vez en cuando. Apenas
he tenido tiempo para ir a votar a mi colegio electoral (como no me pusieron en
las programaciones partidarias, lo mismo no me sacó la tele), ir con mi mujer
al médico por una repentina lumbalgia y, a la prisa y corriendo, sentarme ante
este cacharro para indicarles que ya estoy de vuelta.
Anoche dormí
bastante bien, a pesar de ser de esas largas y tediosas de los recuentos.
Parece que ha ganado el PP, tal y como estaba previsto, y al PSOE le han dado
una buena. Pero lo mismo no aprende, que cosas peores se han visto. Dicen los
analistas que todo se debió a la crisis, pero un servidor de pregunta si la
susodicha no está igualmente instalada en la sede de Ferraz. Porque fui uno de
los tantos que no entendió una campaña tan atípica. En la que, y todo hay que
decirlo, Rubalcaba se batió, pero el pescado estaba previamente vendido y bien
distribuido. Y el hombre se autoinmoló, y ello es de agradecer.
Nadie sabe de
Zapatero, que no participó en la campaña –a petición propia… ¡y un jamón de Jabugo!–,
pero sí contó con la presencia de las viejas glorias, muestra inequívoca de lo
que se entiende por renovación. Que no es de personas, sino de ideas, de
proyectos, de propuestas a una sociedad ávida de ilusiones y profundas recargas
de propósitos y aspiraciones.
Como se me
adelantó Ana Oramas con lo de la refundación (a CC también le dieron bastantes
tortas), deberé retomar la sugerencia argumentada hace unos meses en este mismo
blog de lo que el Partido Socialista necesita urgentemente es una refundición.
Lo malo es que ya no tenemos siquiera grandes hornos donde llevarla a cabo.
Largo será el
peregrinaje de los socialistas. Perdón por mis connotaciones rocieras (ver
foto). En todos los niveles estatutarios (aquí por el pueblo también sabemos de
esos menesteres), porque me temo que José Luis se encargó de dilapidar unos
buenos logros que le aplaudimos hace apenas unos años. Pero el leonés (¿o
vallisoletano?) se nos viró de tal manera que se veía venir. Y la bala en la
recámara de la catalana Chacón nos aparece contaminada y seriamente tocada tras
la jornada de ayer domingo. Lo mismo ya no dispara.
Por cierto,
ahora volvemos a recordar lo injusta que es la ley electoral. También lo
dijimos aquí en Canarias hace apenas cinco meses. De igual manera que vale
mucho más el voto de un herreño que el de un tinerfeño, a escala nacional se
llevan la palma catalanes y vascos. Pero poco podemos añadir que no se haya
dicho o escrito ya al respecto, aunque me temo que el particular seguirá así
hasta el fin de los tiempos.
En fin, travesía del
desierto en el horizonte. Que les sea leve, y aplíquense el refranero. Hay
sentencias para dar y tomar. Echar la vista atrás es bueno a veces (el uuu, que
cantaba Karina, no sé cómo demonios se escribe; admito sugerencias).
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