Tengo la
sospecha, la intuición o el no sé qué de que la deriva de Paulino Rivero corre
paralela a la que en su día emprendió José Luis Rodríguez Zapatero. Y como el
resultado de este último a la vista está, muy ciego debe seguir el de El Sauzal
para no atisbar que va derechito a darse un sonoro estampido. De los errores
del presidente del gobierno nacional creo no sea necesario gastar demasiadas
líneas. Ya, desgraciadamente, no viene a cuento, máxime cuando Rajoy –que ha
comenzado con los recortes; la composición circula por Internet, así que no me
echen culpas si la tachan de irrespetuosa– lo quiere arreglar antes de Reyes,
como bien sabemos por todos los medios de comunicación.
Se publican
los balances del número de parados y resulta que en noviembre también aumenta
aquí en Canarias. No ha tanto, nuestro estimado presidente lanzó a los cuatro
vientos que Canarias había iniciado la senda de la recuperación, que se veía la
luz al final del tenebroso túnel. Pues no ha pasado un mes tras el anuncio en
el que el paro no haya subido en estas islas. Nos vendió que los turistas
serían nuestra solución. Hubo convenios y acuerdos con compañías aéreas por los
que las camas iban a quedar todas ocupadas. Al final, como colofón a tales
declaraciones, y en plena temporada alta, parece que no marcha la economía tal
y como Rivero intuía, porque nos acercamos peligrosamente a las trescientas mil
personas que no tienen trabajo.
No obstante,
y dada la inestimable ayuda del Partido Socialista Canario, no lo tiene
demasiado difícil Paulino para darle la vuelta a la tortilla. Le bastaría con
pactar con el Partido Popular, y al tiempo elimina ciertas espinillas molestas
procedentes del CCN.
El arte que
esgrime Rivero es semejante al luchador hábil, de cuerpo esmirriado y medio
canijo, pero que es capaz de revirarse como una lisa y emborcar al más pintado.
Por lo que, aun en épocas de graves dificultades, él se agarrará como una
almeja y cuando todos pensemos que está al borde del abismo, se dará la vuelta
y aquí no ha pasado nada (estilo Manolo Vieira y el que se ‘esmocha’ con la
farola). Si yo dije tal o cual cosa, esgrimiré que me entendieron mal, que los
periodistas publicaron un concepto equivocado. Si ayer iba con José Miguel de
la mano, mañana nos separaremos –seguiremos tan amigos por si en el futuro debo
retornar al volteo– y…
Que no,
olvídate del inicio de este comentario. A Paulino no lo echa ni aquellos que
‘diariamente’ le lanzan diatribas de muy grueso calibre. Es tal la pátina
acumulada que…
Descansen.
¿Se han fijado que los políticos le pusieron un día festivo a la Constitución,
pero los actos se adelantan para no desaprovechar el puente (o acueducto)?
Menos mal que Mariano ha cogido presto las tijeras. Adiós, me voy a descansar.
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