De la seriedad de los medios de comunicación y, por ende, de los que en tal sector curran, a saber, periodistas y advenedizos, hemos hablado (escrito) en anteriores ocasiones. Pero el dislate que acontece en torno a las disputas entre Rubalcaba y Chacón para hacerse con la Secretaría General del PSOE ya rayan el esperpento. Soy de los que pienso, no obstante, que tal movimiento informativo le viene bien a una formación política que no se halla, precisamente, en sus mejores y más brillantes momentos. Que hablen de mí, que sostienen los interesados.
Uno, que estuvo tiempo ha metido en berenjenales tales, creía que esos personajes denominados delegados iban a los congresos con el sano propósito de votar libremente por el candidato que estimasen oportuno, sin estar sujetos a mandatos de agrupaciones ni de las asambleas en las que fueron elegidos. Pero parece ser que no es así. Porque si repasas la prensa, por ejemplo, observarás que ya se da por hecho de antemano que tal se inclina por uno y cual se decanta por la otra. Con lo que la guerra de cifras está más que servida y el potaje de números (o la sopa de letras) es la comidilla de rigor.
Sería conveniente y saludable que apareciera un tercer (o cuarto, o quinto) aspirante. Y si no estuviera contaminado por hechos pretéritos, mejor que mejor. Pero me temo que mirlos blancos se ven pocos. Puesto que si tal acontecer fuera factible (ya ocurrió con Zapatero en aquellos tiempos en los que despertaba ilusión), menudo varapalo podrían llevarse algunos (o muchos).
A este ahora humilde bloguero del sector improductivo (eso alegan quienes obvian los antecedentes laborales y te vislumbran aún de buen ver), que tiene, como el que más, derecho a opinar, máxime cuando puede presumir de contar con la experiencia de haber formado parte activa del intríngulis, le chirrían que las lavanderías se hayan convertido en espectáculos públicos y gratuitos. Se asemejan a los lavaderos de antaño, donde, aprovechando los golpes contra la piedra de las prendas íntimas, salían a la palestra cuantos dimes y diretes corrían por el entorno.
Los dejo con unos titulares extraídos de la prensa digital de este pasado domingo, en la que se nos informa de lo acontecido en las reuniones del sábado precedente en este territorio ultraperiférico:
Una maniobra de Juventudes da la “mayoría” a Chacón en Canarias (Diario de Avisos).
Chacón y Rubalcaba empatan en Canarias a la espera de delegados de Tenerife (Canarias7).
Los 'rubalcabistas' se imponen en Canarias (Canarias Ahora).
Tenerife da un vuelco en Canarias a favor de Carme Chacón (Canarias Ahora).
El PSC da la victoria a Rubalcaba por mayoría (La Provincia).
Hombre (y mujer, no te ofendas), que en los entornos de ambos (por ahora) candidatos se intente arrimar el ascua a su sardina parece de lo más normal (nadie estudia para bobo, que se dice), pero que los periódicos nos deleiten con este dislate se nos antoja poco juicioso. Menos mal que ya queda menos.
Uno, que ya es un ex elevado a la enésima, que ni pincha ni corta en este proceso, dejó manifestado su parecer en días pasados. Y como mal menor lo sigo manteniendo. Añado que, y aunque parezca poco serio, también por cuestión de imagen, de estética. A las ilustraciones de este post me remito. Que sí, te lo acabo de decir, cójanlo con alfileres. Para alguien que viene apostando desde hace la tira por una alcaldesa en mi pueblo es, puede ser, una matraquilla obsesiva. ¿Y qué? Mejor pa´mí.
Mañana, si nada se tercia, algo comentaré de padres, papás y papis.
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