Ya está. Ha
concluido el proceso. Consumatum est.
Observen la foto que gentilmente me cede El Día. En la información al respecto
observo que hubo mucho invitado de fuera. Populares (en el sentido que
prefieras), sobre todo. Porque, siguiendo las instrucciones prospectivas petrolíferas
de Soria, en cuantito salga un chingo de oro negro, no solo ricos para siempre
jamás sino independentistas de por vida. Tiembla, Rajoy. También acudió mi
amigo Isaac (ño, ya me parezco con Chaves; solo me hace falta ponerlo en
negrita). Un servidor, que estaba invitado, no pudo asistir. Por un olvido imperdonable,
tampoco me excusé. No hay justificación alguna para tal proceder. Pero en fin,
la placa (yo la esperaba con otro formato más ‘independiente’ que las que
hallamos en otras calles de menos fulgor) ya está bien visible y ahora solo
falta que el resto de homenajeados (tenían el hándicap de ser realejeros)
reciban, como mínimo, idénticos tributos. Y me quiero imaginar que individuales
y no un tótum revolútum.
Cristina
Tavío (no sé si vino ayer al Realejo; lo mismo estaba enredada en los sebadales)
fue entrevistada hace unos días en una tele local. Ante la pregunta estrella
del fuera de ordenación, y en un arranque pleno de sinceridad, tras los
circunloquios de rigor, confesó al periodista que en español no sabía
explicarlo mejor, pero que lo podía hacer en inglés o francés. Y díjeme en plan
exclamación para mis interiores íntimos de adentro: ¡Eureka, me lee! ¿No
recuerdan que ha bien poco sostenía que los políticos debían ser, como mínimo,
bilingües? Pues Cristina los supera con creces. No sabrá exponer con demasiada corrección
un asunto (en español), pero te tumba pa´tras en las lenguas de William Shakespeare
o Victor-Marie Hugo.
El Gobierno
(estatal) cae en valoración aunque se amplía la brecha con el PSOE. Pregúntome:
¿Estará, pues, alcanzado el partido socialista el punto ese de la física por el
que un cuerpo pasa a congelarse un fisquito? Porque si los populares descienden
pero se incrementa la diferencia porcentual con sus competidores, esto va a
terminar como la clasificación de la primera división del fútbol español. ¡Ay,
Rubalcaba, cuán difícil lo tenéis! Y cuanto más insistáis, más a huevo se lo
ponéis. Les basta (al PP) con el ‘y tú más’. Pueden vivir y navegar
tranquilamente toda esta singladura sin mojarse el dedo gordo del pie derecho. Les
bastará con descolgar el teléfono y poner en práctica lo que dictan los
mercados. Nos queda el consuelo (a los realejeros) de que en el nuestro (aún es
mercadillo) tendremos bolsas ecológicas. Manda ‘aquello’.
Por cierto, a
Trillo lo van a nombrar, ya era hora, embajador en Londres. Quisiera pensar que
cuando deba ir a Inglaterra le acompañará alguien, no sea que se confunda otra
vez y recale en Estocolmo. Y prepárenle bien el discurso, pues lo mismo crea tal
guirigay en la Gran Bretaña que acaba con el conflicto gibraltareño con un viva
muy sui géneris.
Bueno, mañana
más.
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