Entre todos
los correos recibidos últimamente y que hacen referencia a los políticos de
este país nuestro, me ha parecido oportuno reproducirles el que más abajo
inserto. Pensaba escribir de las declaraciones de Urdangarin –que se resumen en
que él pasaba por allí–, de los cientos de imputados por extrañas componendas
en la gestión de las administraciones públicas, del sablazo que nos han dado en
la nómina de febrero porque es menester reconducir los excesos de los
banqueros, del periodo de información pública y admisión de sugerencias al que
ha sido sometido el Plan General de Ordenación de mi pueblo (loable medida del
Consistorio), de la queja del alcalde de Las Palmas por el chicharrerismo de
Paulino Rivero (El Día no opina los mismo), y, en fin.
Y Dios pobló la tierra con espinacas, coliflores,
brócolis y todo tipo de vegetales para que el Hombre y la Mujer pudieran
alimentarse y llevar una vida sana.
Y Satanás creó McDonald's, y MacDonald's creó el Big
Mac. Y Satanás dijo al Hombre: “¿Lo quieres con patatas y Coca Cola?” Y el
Hombre dijo: “Sí, y en tamaño grande”. Y el Hombre engordó.
Y Dios dijo: “Haya yogurt para que la Mujer conserve
la silueta que he creado con la costilla del Hombre”.
Y Satanás creó el chocolate. Y la Mujer dijo: “Con
almendras”. Y la Mujer engordó.
Y Dios creó las ensaladas y el aceite de oliva. Y vio
que estaba bien.
Y Satanás hizo el helado. Y la Mujer dijo: “De nata y
fresa”. Y la Mujer engordó.
Y Dios dijo: “Mirad que les he dado frutas en
abundancia que les servirán de alimento”.
Y Satanás inventó los huevos con chorizo. Y el Hombre dijo: “Y con Panceta”. Y el
Hombre engordó y su colesterol malo se fue por las nubes.
Y creó Dios las zapatillas deportivas y el Hombre decidió correr para perder los kilos
de más.
Y Satanás concibió la televisión por satélite y agregó el mando a distancia
para que el Hombre no tuviese que cambiar de canal con el sudor de su frente. Y el Hombre dijo: “Y quiero una cervecita”. Y el Hombre aumentó de peso.
para que el Hombre no tuviese que cambiar de canal con el sudor de su frente. Y el Hombre dijo: “Y quiero una cervecita”. Y el Hombre aumentó de peso.
Y Satanás dijo a la Mujer: “Son apetecibles a la vista
del Hombre unos aperitivos”. Y la Mujer le acercó al Hombre patatitas fritas,
palitos salados, cortezas, más chorizo y otra cerveza. Y el Hombre, aferrado al
mando a distancia, comió los aperitivos, que eran abundantes en colesterol. Y
vio Satanás que estaba bien. Y el Hombre llegó a tener las coronarias
obstruidas.
Y dijo Dios: “No es bueno que el Hombre tenga un
infarto”. Y, entonces, creó el
cateterismo y la cirugía cardio-vascular
y las unidades coronarias.
Y Satanás creó... la Seguridad Social.
Y, ya cansado, dijo Dios: ¡Anda y que os den por culo
a todos! Y creó a los políticos. Y en eso andamos…
Como lo
funcionarios tienen (hemos tenido) tan mala prensa, ya me los imagino en sus
respectivos despachos elaborando presentaciones de PowerPoint, bajando imágenes
curiosas de Internet, colgando vídeos en You Tube… O a lo peor no, y puede que
sean los mismos políticos (por aquello de oponerse a lo que sea) los que se
dedican a este noble oficio que se supone reservado para los jubiletas. Porque
somos, y no me lo niegues, los que con tanto tiempo libre inundamos bandejas de
amigos y conocidos. Y no comprendemos cómo alguno se queja con el consabido ‘no
me da tiempo de abrirlos todos’, Pero si solo son unos cientos apenas. Además,
escogidos. Pues todos nosotros, casi sin excepción, hacemos una selección
previa de aquellos que entendemos puedan causar impacto.
Bueno, fans
míos, se nos acaba febrero, aunque este año consideró adecuado regalarnos ese
día más. Y como el médico me dio cita para ese 29, estoy de un contento subido.
¿Se imaginan que el año no hubiese sido bisiesto y tener que esperar un
cuatrienio? Chacho, ni la Seguridad Social. Sí, la creada por el Diablo. Cruz,
perro maldito.
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