En el BOC de
ayer miércoles (número 067) se pudo leer una Resolución del Director
Territorial de Educación de Las Palmas por la que se resuelve un expediente de
reintegro de haberes. Bueno, había varios, pero pongo el siguiente a modo de
ejemplo:
Asunto: reintegro de haberes indebidamente
abonados. Interesado: D. Manuel V. Aguiar Castellano. N.I.F.: 42657973B.
[Mis excusas, pero los datos no los hice públicos yo]
Visto el expediente de reintegro de haberes
indebidamente abonados en nómina, resulta lo siguiente:
ANTECEDENTES DE HECHO
I.- Que el interesado ha percibido
retribuciones indebidas según detalle, por lo que procede la reclamación de las
cantidades señaladas.
Nº expediente: 399/2011. Período: julio de
2010. Importe: 3,47 euros.
Concepto: D. Manuel V. Aguiar Castellano,
funcionario del Cuerpo de Secundaria, con destino definitivo en el IES El
Batán, se jubila con fecha de 30 de junio de 2010 y por aplicación de la Ley
7/2010, de 15 de julio, por la que se modifica la Ley 13/2009, de 28 de
diciembre, de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para
2010 (BOC de 16.7.10), se producen unas cantidades abonadas indebidamente en la
paga extra del Complemento de Destino…
Muy bien,
como al susodicho funcionario le han abonado esos 347 céntimos de más,
procedemos a descontárselos. Perfecto. Se quedó el feliz jubilado sin tres
cortaditos mañaneros o sin tres litros de combustible para el fotingo.
Mientras, o a la par, que se dice, una pandilla de golfos que ha defraudado a
la Hacienda española la Biblia en pasta (y en Canarias parece que existen
bastantes ejemplos, o ejemplares), se van a ver beneficiados con la denominada
amnistía fiscal. Porque según los políticos de turno, es mejor el 10% que nada.
Manda Cascos, Trillos, ovarios y huevos. Sebastián Grisaleña, presidente de la patronal
de Las Palmas, manifiesta que eso no está nada bien porque castiga a los que
han hecho sus deberes de manera correcta. Los inspectores de la Agencia
Tributaria abundan en que tal medida no favorece la lucha que se viene
sosteniendo contra el fraude. Y así, suma y sigue, salvo el señor Montoro, y
compañía.
Lo que han
hecho a la perfección es recordar las herencias (menos mal que Rajoy dijo que
se iba a olvidar del asunto y dedicarse a gobernar) y cargarse becas, los
proyectos de innovación, investigación y desarrollo (I+D), bajas temerarias en
educación y sanidad, infraestructuras… Eso sí, apenas tocamos los dineros
destinados a nuestro glorioso Ejército y sus misiones humanitarias por
territorios bárbaros, y de la Casa Real (pobrecitos todos ellos, incluyendo
yernos). Dos de los termómetros (bolsa y prima de riesgo) casi revientan el
mercurio y hemos cifrado en 602.800 (ponle tú unos 168 más) el incremento en el
número de parados. Es decir que cuando alcancemos el 31 de diciembre de 2012
(si antes no se produjo el fin del mundo) rondaremos los seis millones. Y le
quedará mucho menos tiempo al equipo popular para que los milagros de la
reforma comiencen a ser bien visibles. Pero el entramado productivo no va a
resucitar de la noche a la mañana y no habrá posibilidad material de que
absorba esa ingente cantidad. Salvo, se me acaba de ocurrir, y ya circulan
peligrosos correos de marcado acento racista y xenófobo, de que ‘expulsemos’ a
los procedentes de tierras forasteras. Que hasta el otro día eran mano de obra
barata, que asumían los puestos que nadie quería y que incrementaban el número
de cotizantes en la Seguridad Social, si no caían en manos de un empresario
golfo que los ‘escondían’ en cualquier chozo.
Aquí en Canarias,
aparte de la disparidad de cifras con respecto a lo que nos dejan de enviar de
la capital de España, seguimos callados ante otras posibilidades de ahorro y
poniendo el grito en el cielo ante boberías de menor porte. Anteayer hice otro
ejercicio tonto, bueno, lo repetí: echar una visual a los informativos
‘canarios’ de mediodía, noche y de la mañana siguiente (desde la cama). Y me
pregunto cada tres por dos si en todo el entramado de las consejería del
Gobierno de estos peñascos no hay periodistas (claro que los hay) que me den un
cinco por ciento de razón cuando ven el protagonismo de una señora a la que en
Las Palmas se le quedó el dedo enganchado en una cabina telefónica. Se hizo
famosa, tú. Y los cincuenta céntimos serán rescatados por la Fábrica Nacional
de Moneda y Timbre para ser expuestos en lugar preferente. ¡Ah!, a las tres
esplendorosas apariciones habrá que sumarle los pases en Canarias Express, que
esta semana van de la mano de mi amiga Estíbaliz.
Sí, esa tele
innecesaria, como lo es ese portento de la Policía Canaria (el juguete de
Ruano), que silencia el comportamiento indecente de una teniente de alcalde del
ayuntamiento lagunero, condenada a 1800 euros de multa y la retirada del carné
de conducir durante un año por conducir en estado ebrio y por dirección
prohibida. Eso, que iba encandilada, viendo luces de colores y no eran los
semáforos. Y que en vez de dimitir de manera inmediata porque no puede ser
ejemplo de nada, pone su cargo a disposición del alcalde para que este decida.
Y Clavijo se está pensando si otra más para el paro.
Se me dirá
que los ciudadanos siempre intentamos generalizar con los conductas
inadecuadas. Es probable, pero no es menos cierto que cada vez son más las
situaciones que antes eran la excepción. Con lo que el grado de credibilidad
hacia quienes ostentan la alta responsabilidad de administrarnos, decrece en
progresión geométrica. Con lo que la anécdota de meter el dedo es peccata
minuta con estos otros de meter la pata, cuando no la mano completa.
Qué nos va a
extrañar cuando vivimos en un país que llora porque se pone a llover (¿puede
haber mayor bendición?) y no podemos sacar el paso de no sé quién y la cofradía
de no sé cuánto no puede lucir el nuevo hábito que tan bien dirige un
renombrado actor que bien se solaza en los rodajes olvidando las penitencias semanasanteras. Esto es de locos. Y lo
mío, más. Que necesidad.
Bueno, me voy
a recoger un fisco. No, el ayuntamiento no me dio para comprarme un apartamento
en el Sur. ¿Gilipollas o consecuente? Para muchos, lo primero. Para mí, y es lo
más importante, lo segundo. Estoy en paz conmigo mismo y sin necesidad de
iglesias ni confesiones.
Pues ya Clavijo, el alcalde lagunero, le halló nuevo aposento a doña Blanca, la concejala que fue de Bienestar Social. Ahora ocupará un puesto de puertas adentro. Como no puede conducir durante un año, tendrá, me imagino, coche oficial a su entera disposición. De manicomio.
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