Ya se
levantan voces, desde muy diversos sectores, que proclaman que España va a
quedar en un estado de parálisis total. Porque las medidas (reformas, recortes,
copagos…) adoptadas van a seguir generando un notable incremento en la bolsa de
desempleados. ¿Y de qué demonios nos valdrá el contentar a Europa y los
mercados, si vamos a quedar tiesos y sin posibilidad de respuesta alguna?
Los que no
entendemos nada –ya lo adelanté ayer– de estas movidas sabemos, no obstante,
algo de la denominada economía doméstica, de esa que te permite alcanzar el
final de mes. Pero como Rajoy –desde el extranjero, como siempre– anunció que
no hay improvisación sino que tiene en su cartera una agenda bien definida
hasta el próximo verano, me temo –nos tememos– que si llegamos al día veinte
será porque desde otras esferas nos están echando una mano. Lo que no dijo
Mariano es si este año va a suprimir sus vacaciones para solidarizarse con
todos los que las pasan canutas. Me temo que no nos baste, a posteriori, que se
disculpe, cual chico menudo, como el rey.
Tendremos,
pues, muchos viernes negros hasta la canícula. Y la cantinela de que solo son
pocos euros, ya no nos vale, pues la suma de esas demasiadas nimiedades ya se
nos está haciendo una montaña (grano a grano). Mientras, seguimos echando en
falta gestos, detalles, que se nos niegan sistemáticamente. ¿Qué consuelo nos
supone el que el sueldo de los expresidentes (cuatro) se les quede –pobrecitos–
en apenas 74.580 euros, si después, salvo el caso de Adolfo Suárez, cada cual
se ha montado los chiringuitos de rigor y están nadando en plata? Como siempre
se me tachará de demagogo. Al tiempo, a un servidor no les está permitido
pensar –solo eso– que lo suyo (de ellos) es una golfería en los tiempos que
corremos (expresión al uso). Ya me gustaría que la mía (pensión) guardara
semejanza con la cantidad antes expresada.
El que
suscribe tiene una teoría bien simple: cuando se pierde la dignidad es porque
has alcanzado el estado perfecto para ser político. No puedo comulgar con
ninguna práctica que conduzca a un pueblo al ninguneo, al pisoteo más abyecto
de unos derechos que creíamos consolidados. ¿Cómo no se les cae la cara de
vergüenza a los dirigentes populares cuando escuchan sus declaraciones de ayer
y de hoy? Es que la herencia recibida es la canción salvadora, y justificadora,
para todo tipo de tropelías. Y un consejo, que de nada valdrá, a la señora
vicepresidenta: no entre usted con esa sonrisita de falsa a la sala de prensa
tras las reuniones del consejo de ministros. Disimule aunque sea un fisco. Ya
que no saben llorar, no se rían en nuestras narices (televisivas). Y a los
periodistas les pediría que fueran valientes y no pregunten tonterías sino lo
que la gente comenta, un día sí y el otro también, en calles y rincones.
A la par que
esta situación se produce, el señor Bono –otro de los bien pagados, amén del
retrato en el Congreso de apenas 80.000 euros–, que lo mismo defiende los
postulados de la Falange que se nos pone de lo más izquierdoso posible, sigue
meando donde nos debe. Y ahora propone un pacto con el PP en Andalucía. Y a ti
te rescataremos para que asesores a Arenas. Cállate ya y disfruta de tu
excelente pensión. Mejor, si tan religioso eres, practica la doctrina de
Jesucristo y comparte. ¡Ah!, es mera teoría. Pues vale.
Ahora vendrán
–ya están soltando globos– las podas en Canarias. Don Francisco Hernández
Spínola, consejero de la Presidencia y alto cargo orgánico del PSC-PSOE, ya ha
hecho las suyas: buena tajada en la paga navideña, menos sueldo a los interinos
y, por supuesto, más horas de trabajo. Con ello se incrementará notablemente el
consumo en la época en que muchos comercios arreglan el desaguisado de sus
cuentas anuales y, como siempre, sigue tú para no repetirme. Si te fijas bien
son exactamente las medidas que su propio partido critica en Madrid al PP. Si
esto no es de locos, mejor será pegarnos un tiro de leche en polvo y morirnos
de blanco. Y ellos (hoy me repito bastante) les sobra (el tiempo) para atender
al ejecutivo, al partido, a la familia y al ocio (bueno, en esto están todo el
santo día).
¿Tú has oído
algo de suprimir en consejerías, presidencia, parlamento, empresas públicas,
helicóptero, policía, televisión…? Hay que tener cara. Y morros. Y se los pisan
y no les duele. Te invito a ir al BOC cualquier día de estos. Podrás comprobar
cómo salen a porrillo convocatorias para cubrir puestos de libre designación.
Hombre, cuando no hay, no hay para nadie. ¿O es que los resquicios legales
apuntan siempre en la misma dirección, a saber, por arriba? ¿Y a los de abajo?
Que les den IRPF, IVA (IGIC)…
Vaya manera
de acabar la semana. Y yo con estas greñas. Por mi pueblo, y es probable que
sea motivo para un próximo comentario, decirles que me han llamado para que me
sume a una solicitud en la que se va a proponer a determinadas personas y
colectivos para que sean tenidos en cuenta en las sucesivas rotulaciones de
nombres de calles de este municipio. A lo que me he negado de manera rotunda y
tajante. Saben ustedes mi opinión al respecto por entradas anteriores y no pienso
cambiar de opinión a estas alturas de la vida. Pero como intuyo que a más de
uno le encantaría ver su nombre en una placa, el grupo de gobierno en el
ayuntamiento realejero lo tiene bastante fácil ahora que también se dejó llevar
por la corriente. Métanlos en La Gañanía (sin dobles). Lo dejo, por si se
tercia en el futuro.
Si te apetece
–a lo mejor sí–, te dejo un enlace en el que un articulista propone cinco recortes que nos ayudarían
bastante para salir del atolladero actual: http://www.elplural.com/2012/03/08/5-recortes-que-salvarian-a-espana-sin-tocar-a-los-mas-debiles/
Bueno, lo
mismo cuando ustedes estén ante el ordenador leyendo la presente me halle yo
medio jodido (con perdón), pero voy a intentar soslayar la situación ante que
los recortes, incluyendo copagos, sean mayores. Feliz fin de semana.
¡Hola, Jesús!:
ResponderEliminarNo esperaba que cumplieras tu promesa de publicar el mismo día que te iban a intervenir.
Gracias por tal cumplimiento, pues me ha encantado este artículo.
Salud para todos.