Mejor harían
muchos en permanecer callados durante un tiempo. Y es que cuando el espíritu
navideño les sopla en las narices, ellos, ipso facto, desean transmitir el
mensaje que, casi siempre, nos toca la ídem de ídem. Con lo tranquilo que
estábamos todos pasando la
Nochebuena en familia, como manda la tradición, la denominada
clase política –yo creo que lo de clase sí está bien empleado– se empecina en
ponerse delante de las cámaras para desearnos toda clase de parabienes en estas
fechas entrañables y las esperanzas de que el próximo año sea… ¿Y para que sigo
si tú ya conoces el resto?
Tiempo atrás
era solo Franco el que repetía aquel discurso cansino y monótono. Pero cuando
estiró la pata y murió el pensamiento único, no solo surgieron las lógicas
discrepancias sino también la envidia cochina. Y, además, como la tele en
blanco y negro y canal exclusivo se diversificó asimismo, resulta que la
indigestión puede ser de órdago. La prensa se suma al espectáculo y está luego
hasta Reyes diseccionando las frases de las peroratas y queriéndote transmitir
lo que tú no has escuchado. Porque en el sutil campo de las interpretaciones,
cada cual se explaya como mejor le dicte su línea editorial.
Y aquí estoy
yo sumándome a esta fiesta ingenua (por cierto, felicidades a mi hija que hace
ya unos cuantos años –eso no se dice– nos gastó una muy agradable inocentada)
para, como me insinúan algunos, meterme con ellos. ¿Y qué? Yo me meto con quien
me da la gana que para eso estamos en democracia y puedo opinar libremente
mientras no le falte al respeto a los individuos estos que se están mamando el
dinero a manos llenas y nos tienen jodidos con los recortes y la dichosa crisis
esta que a ellos no les afecta porque las medidas… ¿Qué? ¿Lo has oído, no? Y no
puse ni una coma, porque así es como lo dicen, todo seguido y sin respirar.
El rey
(¿mayúscula por qué?) exhorta a la clase (ves cómo tenía razón antes) política
a cerrar heridas y evitar divisiones. Pues está bonito el caballero para
deleitarnos con tales sentencias. Lo de las heridas que lo comente en la
intimidad con Sofía mientras le echan una ojeada a los vídeos de las correrías
africanas. Trompas incluidas (las de los elefantes, por supuesto). Y lo de las
divisiones, ¿habrá mirado las últimas fotografías familiares? Este hombre está
viejo, me dijo mi mujer. Y chochea, le respondí yo.
Puede que
Rivero aún no tenga debilitadas las facultades mentales por efectos de la edad.
Aunque lo note cansado. Pero sí está enfermo. Y mucho. Y los que le sostienen
el blog están fomentando su progresivo deterioro. Yo que él, miraría antes su
entorno familiar y luego, con conocimiento de causa, dispararía contra el resto
de regiones patrias. Mientras el presidente halla culpables en el vasto
territorio que está de Cádiz hacia el norte, los socialistas ni saben ni
contestan. Simplemente siguen pasando por allí. Como en el espectáculo circense
en torno a Willy (no la orca, no; el otro). Van a alcanzar tal meniada en las próximas elecciones que
solo van a poder optar a una consejería. Y los cachetones se escucharán desde
Las Arenas hasta La
Puntilla. ¿Y en el Parlamento? ¡Oh!, fíjate tú que Lola
deberá incorporarse a la Universidad Popular
y cambiar la peluquería de la calle El Castillo por la de La Vera.
El rey dio un
toque de atención a Rajoy, Paulino dixit, y pide al PP que tome nota. Pero
Mariano no siente el más mínimo temor por los ataques canarios porque España es
mucho más segura gracias a las tropas en el exterior. Fuerte pandilla de mangantes.
No es que no tengan vergüenza (por lo visto jamás la han conocido), es que han
perdido la dignidad. Yo podré escribir auténticas boberías que el único peligro
que entraño es que me tilden de loco. Pero es que estos ejemplares nos
gobiernan y supuestamente dirigen los destinos de un sinfín de paganinis. Y tú
más, cachanchán. Feliz Navidad, le dice el gallo al pavo. Y este le responde:
Cállate y no cantes tan alto, que con los recortes y las crisis… Bueno, en
realidad, le contestó otra cosa, pero no la reproduzco.
Acabo con
Esperanza. Tal vez no con mucha. Dijo la ex que “muchas aspiraciones de la
izquierda son fruto del mensaje de Jesucristo”. Harto sabido es, señora
Aguirre. Si ese que supuestamente estuvo predicando hace más de dos mil años,
hubiese defendido en aquel entonces las tesis de ustedes de ahora mismo, ni lo
hubieran crucificado ni estaría en los altares. Todo lo más se habría
reconvertido cual un Botín cualquiera. Y lo mismo se hallaría presidiendo el
Congreso de los Diputados. Total, un Jesús por otro.
Aunque hoy es
Día de los Inocentes, todo lo anterior no es broma. Me voy a La Guancha a cantar el
‘cumpleaños feliz’.
¡Ah!, el
mensaje de la ilustración no es muy religioso, pero contiene bastantes
‘deseos’.
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