viernes, 28 de diciembre de 2012

Mensajes navideños


Mejor harían muchos en permanecer callados durante un tiempo. Y es que cuando el espíritu navideño les sopla en las narices, ellos, ipso facto, desean transmitir el mensaje que, casi siempre, nos toca la ídem de ídem. Con lo tranquilo que estábamos todos pasando la Nochebuena en familia, como manda la tradición, la denominada clase política –yo creo que lo de clase sí está bien empleado– se empecina en ponerse delante de las cámaras para desearnos toda clase de parabienes en estas fechas entrañables y las esperanzas de que el próximo año sea… ¿Y para que sigo si tú ya conoces el resto?
Tiempo atrás era solo Franco el que repetía aquel discurso cansino y monótono. Pero cuando estiró la pata y murió el pensamiento único, no solo surgieron las lógicas discrepancias sino también la envidia cochina. Y, además, como la tele en blanco y negro y canal exclusivo se diversificó asimismo, resulta que la indigestión puede ser de órdago. La prensa se suma al espectáculo y está luego hasta Reyes diseccionando las frases de las peroratas y queriéndote transmitir lo que tú no has escuchado. Porque en el sutil campo de las interpretaciones, cada cual se explaya como mejor le dicte su línea editorial.
Y aquí estoy yo sumándome a esta fiesta ingenua (por cierto, felicidades a mi hija que hace ya unos cuantos años –eso no se dice– nos gastó una muy agradable inocentada) para, como me insinúan algunos, meterme con ellos. ¿Y qué? Yo me meto con quien me da la gana que para eso estamos en democracia y puedo opinar libremente mientras no le falte al respeto a los individuos estos que se están mamando el dinero a manos llenas y nos tienen jodidos con los recortes y la dichosa crisis esta que a ellos no les afecta porque las medidas… ¿Qué? ¿Lo has oído, no? Y no puse ni una coma, porque así es como lo dicen, todo seguido y sin respirar.
El rey (¿mayúscula por qué?) exhorta a la clase (ves cómo tenía razón antes) política a cerrar heridas y evitar divisiones. Pues está bonito el caballero para deleitarnos con tales sentencias. Lo de las heridas que lo comente en la intimidad con Sofía mientras le echan una ojeada a los vídeos de las correrías africanas. Trompas incluidas (las de los elefantes, por supuesto). Y lo de las divisiones, ¿habrá mirado las últimas fotografías familiares? Este hombre está viejo, me dijo mi mujer. Y chochea, le respondí yo.
Puede que Rivero aún no tenga debilitadas las facultades mentales por efectos de la edad. Aunque lo note cansado. Pero sí está enfermo. Y mucho. Y los que le sostienen el blog están fomentando su progresivo deterioro. Yo que él, miraría antes su entorno familiar y luego, con conocimiento de causa, dispararía contra el resto de regiones patrias. Mientras el presidente halla culpables en el vasto territorio que está de Cádiz hacia el norte, los socialistas ni saben ni contestan. Simplemente siguen pasando por allí. Como en el espectáculo circense en torno a Willy (no la orca, no; el otro). Van a alcanzar tal meniada en las próximas elecciones que solo van a poder optar a una consejería. Y los cachetones se escucharán desde Las Arenas hasta La Puntilla. ¿Y en el Parlamento? ¡Oh!, fíjate tú que Lola deberá incorporarse a la Universidad Popular y cambiar la peluquería de la calle El Castillo por la de La Vera.
El rey dio un toque de atención a Rajoy, Paulino dixit, y pide al PP que tome nota. Pero Mariano no siente el más mínimo temor por los ataques canarios porque España es mucho más segura gracias a las tropas en el exterior. Fuerte pandilla de mangantes. No es que no tengan vergüenza (por lo visto jamás la han conocido), es que han perdido la dignidad. Yo podré escribir auténticas boberías que el único peligro que entraño es que me tilden de loco. Pero es que estos ejemplares nos gobiernan y supuestamente dirigen los destinos de un sinfín de paganinis. Y tú más, cachanchán. Feliz Navidad, le dice el gallo al pavo. Y este le responde: Cállate y no cantes tan alto, que con los recortes y las crisis… Bueno, en realidad, le contestó otra cosa, pero no la reproduzco.
Acabo con Esperanza. Tal vez no con mucha. Dijo la ex que “muchas aspiraciones de la izquierda son fruto del mensaje de Jesucristo”. Harto sabido es, señora Aguirre. Si ese que supuestamente estuvo predicando hace más de dos mil años, hubiese defendido en aquel entonces las tesis de ustedes de ahora mismo, ni lo hubieran crucificado ni estaría en los altares. Todo lo más se habría reconvertido cual un Botín cualquiera. Y lo mismo se hallaría presidiendo el Congreso de los Diputados. Total, un Jesús por otro.
Aunque hoy es Día de los Inocentes, todo lo anterior no es broma. Me voy a La Guancha a cantar el ‘cumpleaños feliz’.
¡Ah!, el mensaje de la ilustración no es muy religioso, pero contiene bastantes ‘deseos’.

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