Están los
medios de comunicación tan ‘vendidos’ y han alcanzado tal grado de cinismo que
ya no son capaces de disimular un fisco. No es que sus líneas editoriales vayan
en una u otra dirección –que muy libres son de escoger el sendero que estimen
conveniente–, sino que no se recatan en ponderar, por ejemplo, las
informaciones que van a conformar su portada.
Te pongo un
ejemplo para ir entrando en calor. En cierto medio digital (lunes, 21 de enero)
en cuya portada había una veintena de informaciones, podíamos leer:
Sí se puede
pide que el alcalde…
Sí se puede
pide al grupo de gobierno…
Sí se puede
pide que el alcalde… (aclaración: otro alcalde).
Sí se puede
pide que los billetes…
Sí se puede
condena que…
Sí se puede
apoya las reivindicaciones…
¿Cómo? Claro
que sí se puede. Lo que está a la vista no requiere espejuelos (mi abuela
dixit). Pero si se ha considerado oportuno inclinar la balanza de tal guisa,
luego no te quejes de que te cierran el grifo de la subvención, porque estás
indicando bien a las claras que lo tuyo es la libertad, sin más. Y me parece estupendo. Reitero lo de
antes, cada cual puede hacer de su capa un sayo. Pero ambos aspectos (el
esgrimido y demandar ayudas) se me antoja que no son compatibles. Siempre se ha
sostenido como gran verdad que recibir dineros públicos implica necesariamente
notoria pérdida de maniobra.
O se está o
no se está. O estás oculto (como la isla de San Borondón) o estás bien visible
y localizable. Jugar al escondite poniendo detrás de la pared solo la cabeza y
dejando el resto del cuerpo fuera (como hace mi nieto, por cierto), no parece,
en principio, buena táctica.
Uno se
percata de que somos demasiado extremistas. De repente te encuentras a
(in)determinados periodistas que ponen al presidente del Gobierno a caer de un
mulo castrado, cuando semanas atrás era un dios. Sí, del amor al odio. Y te
preguntas por la causa y la respuesta casi siempre discurre paralela a motivos
económicos. Como la publicidad, sostén único, en teoría, de los medios
privados, corre una suerte directamente proporcional a los recortes
gubernamentales (de allá y de aquí), los lamentos se escuchan desde un extremo
a otro de la isla. Aunque escuché que (in)cierta emisora va a cambiar de color
próximamente. Menos mal que solo tengo tiempo para los informativos de la Autonómica y La noche
en 24 horas. El resto, o trabajo o duermo. Bueno, a veces como algo.
Y sigo con
los medios. Me señalan que el PSC-PSOE ha propuesto a Paulino un cambio en la
tele pública canaria. Incluso le demandan el nombramiento por el Parlamento de
su director. Nada me extrañaría que Rivero les contestara que sí y a cambio
aquellos votaran a Willy García. Para variar. Agradecimientos peores se han
visto.
Este blog es
un movimiento cultural autónomo, una sociedad limitada unipersonal. Bueno,
primero comencé como autónomo, pero después, a la vista de las ganancias,
decidí constituir la sociedad mercantil. Por ahora yo me lo guiso, yo me lo
como, pero no descarto hablar con Bárcenas para que me asesore. Y a pesar de
todo, intento diversificar lo más posible. Sin que nadie me lo exija y sin
deberme a capitales ajenos.
Bueno,
pásenlo bien y no se sujeten a una sola cabecera. Lean este blog pero no se
cierren en banda. Hay otros, y buenos. Si yo fuera otro, escribiría: casi tanto
como este. Descansen.
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