No es la tele
canaria santo de mi devoción. La de Willy. Perdón, don Guillermo Valentín
García-Machiñena García-Checa. Jo, macho, y yo fui un día al Registro Civil
para intentar recuperar el segundo apellido de mi padre, y me pusieron tantos
requisitos que enterré la idea con el volcán de El Hierro. Creo haberlo dejado
meridianamente claro en múltiples comentarios en este blog y en otros medios de
comunicación. Y no porque no haya buenos profesionales en la radiotelevisión
pública, ni porque no existan programas dignos de salvar de la quema general
que afecta a los medios audiovisuales. Pero ya es que tenemos demasiados
licenciados de la universidad de la vida al frente de los tinglados sostenidos
con dineros públicos.
Veo poca
tele. Si acaso un rato cuando me acuesto debido al clásico defecto de tener un
aparato receptor en la habitación. Amén de los consabidos momentos en que uno
tiene la fea costumbre de comer. Que suelen coincidirme con los informativos.
De lo que he escrito hasta la saciedad. Y que son repetitivos y cansinos a más
no poder. En los que prima el sensacionalismo, cargados de imágenes duras y
relatos de sucesos y aconteceres de dudoso proceder y en los que la información
brilla por su ausencia. Eso sí, me quedo con las poses forzadas y miradas ante
el travelín de la cámara con las que el señor Daswani me gratifica en la sobremesa.
Me encanta, Miguel Ángel. Que es diferente a me encanta Miguel Ángel. Por si
acaso.
A Estíbaliz
Pérez la conozco de ha bastante. E intercambiamos pareceres cada vez que nos
encontramos en nuestro barrio de Toscal-Longuera. Para ella de adopción y para
mí de nacimiento, aunque ahora un servidor se halle por esos Realejos Altos, o
por esos altos de Los Realejos. La última vez, no hace una semana. Y hablamos
de esa nueva aventura titulada “En abierto” y que se emite en las tardes de
lunes a viernes. Me encargó que le echara una visual y que fuera ‘crítico’ en
mis opiniones. De haberlas, claro.
Debo
confesarte, amiga, que no he visto aún el programa. Se emite en la hora en que
los jubilados solemos ‘estirar las patas’, ese ejercicio al aire libre que tú
también recomiendas. Aunque en mi caso más por el ánimo de que el ‘payo’
(versión coloquial de prominencia abdominal) no siga creciendo, que en el de
mantener el resto de las líneas curvilíneas del cuerpo humano, objetivo que fue
aparcado allá por los inicios de ese tercer milenio.
Pero ayer, en
la lectura diaria de la prensa, me entero de que el PP, de la mano del diputado
Víctor Moreno, denuncia el amarillismo de la tele en cuestión. Y alude a la
emisión del suceso de Candelaria (la mujer que se tiró por un puente y fue
atropellada por varios vehículos), con reproducción de unas secuencias que no
parecieron las más adecuadas para el horario de emisión (ese en el que aún no es
la hora de que los peques se vayan a la cama).
No me extraña
nada en un ente público en el que priman, única y exclusivamente, los índices
de audiencia y el autobombo reiterado del share,
rating y cuota de pantalla. Yo la
denomino la batalla de los audímetros. Y en mi casa siguen sin colocar uno. E
indagando un fisco acerca de los ‘méritos y antecedentes’ del director del
programa (César Armas), me temo que a los pobres presentadores (expresado ello
en el más cariñoso de los sentidos) le han jugado una mala pasada a los pocos
días de haber iniciado la singladura. El formato de las experiencias pretéritas
–y ya se sabe que las cadenas se copian que es un disgusto– no me inspira
demasiada confianza.
No puedo ser
crítico, Estíbaliz –tal y como me señalaste–, porque solo me limito a comentar
lo que aparece reflejado en la prensa, máxime, como antes señalé, cuando no he
tenido la oportunidad de visionar ni uno de los programas de “En abierto”.
Tengo la impresión de que a Carmelo (alguna fotografía me coló cuando era el
responsable de la información meteorológica) y a ti les hayan dado gato por
liebre. Ignoro el poder decisorio que disponen los que se sientan ante la
cámara (o lo mismo están de pie; tengo que verlo un día de estos), más intuyo
que bien escaso y que el bacalao viene ya cortado. Y, desgraciadamente, no
están los tiempos para dirimir diferencias con la superioridad.
Sea como
fuere, me duele enormemente el tener que estar de acuerdo con los postulados
populares. Incluso con los de Australia Navarro cuando alude al chiringuito de
Paulino (refiriéndose a la tele de Willy, esa que canta las excelencias del
blog presidencial que le escribe y mantiene ‘su equipo’), en respuesta a sus
peticiones de ahorro y recortes para todo los demás, incluyendo sanidad y educación.
Y ya que menté esta última (por lo de José Miguel), la posición del Partido
Socialista viene a ser el reflejo de la imagen que está dando la ejecutiva
federal.
Escribo todo
esto porque a la hora de buscar culpables sabemos que siempre los hallarán en
el escalón más bajo. Que es la fórmula más simple para acabar con el problema.
Recuerdo aquellos encendidos alegatos en contra de este despilfarro que
argumentaba Juan Carlos Alemán en sede parlamentaria. Ahora, en su retiro
dorado de la Audiencia
de Cuentas, ni sabe ni contesta. Y el resto de la tropa, felizmente acomodada
en el pesebre del gobierno, ni tuje ni
muje, por si acaso.
No siendo
Jesús muy amigo de adulamientos y felicitaciones sin sentido, siempre he
considerado a Estíbaliz como una gran profesional del periodismo. Y me apena
que este hecho que hemos dejado referenciado se haya tenido que reproducir en
su programa. Sí, dije bien, reproducir, porque parece ser consigna a seguir. Y
de tales dictados sí que hay responsables. Me gustaría que un día, y sin que
sirva de precedente, alguno de los muchos asesores que tiene el socio
gubernamental (PSC-PSOE) se manifestara al respecto. Sí, de los directamente
relacionados con este gremio. El del periodismo, of course. De Rivero y los suyos nada puedo esperar. Pero de los
otros, hombre, al menos un detalle, sean valientes. Marquen una mínima
diferencia. Estamos alcanzando el ecuador del mandato y piensen que ya resta
menos para la patada en el culo.
Concluyo.
Según la denuncia del PP, el programa se emitió el pasado día 7 de los
corrientes (jueves). Ayer fui a la videoteca de la RTVC y la grabación de ese
día no aparecía. ¿Por qué?
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