A bombo y
platillo ha anunciado el Partido Popular realejero un Plan de Empleo aprobado
en el transcurso de la última sesión plenaria. Ha sido tal la avalancha a
través de los medios convencionales y las redes sociales, que pensé maravillado
que por fin esta tremenda lacra del paro iba a ser un capítulo del pasado en la Villa de Viera. Pero me temo
que vaya a tener el mismo éxito que la tan cacareada reforma laboral, que el
mismo partido implantó a nivel nacional, y que no ha producido el efecto
deseado sino más bien todo lo contrario.
No creo que
la ingenuidad alcance el despropósito de señalarme que el pasado mes de marzo
hubo un descenso en las fatídicas listas del INEM (del Estrecho de Gibraltar
hacia el Norte), mientras en Canarias otras 198 personas se suman a otros
cientos de miles que le señalan a Paulino que sus proyectos no valen para nada.
Porque estarán conmigo que en este país con el “y tú más”, ya se han solventado
los problemas que acucian al de abajo. Oh, fíjate tú que ayer tarde escuché en la SER a dos diputadas canarias
(una de CC y la otra del PP) mientras iba caminando y sentí vergüenza de sus
disertaciones. Que no se les ocurra alegar que me representan, porque me lo
tomaría como un insulto.
Tengo la
intuición de que Manolo y Adolfo se guían por los comentarios laudatorios que
sus afines cuelgan en FB. Con lo fácil que es tal proceder, máxime cuando los
populares –y lícito es reconocerlo– saben cumplir los dictados del manual de
instrucciones mucho mejor que cualquier otra formación política. Y como los
partidos de izquierda no están pasando por momentos de gloria, le añaden la
guinda de que PSOE y IU no apoyaron su brillante iniciativa, y ya disponen de
cancha (política) suficiente como para ir escapando un par de envites más. Que
si por un causal les fallara, les basta con lo ‘estamos en ello’.
Por lo que se
ha ido sabiendo a posteriori, viene a resultar que no es oro todo lo que
reluce. Y el tan ensalzado plan, vendido, insisto, como la panacea universal y
que les valdría para compensar la foto (una más) de Rajoy ante una oficina del
INEM, se traduce en una mera modificación de créditos en el presupuesto que
permitirá incrementar la dotación de Realserv (Empresa Municipal de Servicios)
en 60.000 euros. Que hasta pocos me parecen dados los increíbles ahorros que se
van a producir con los gastos en electricidad (foto de los paneles solares) y
telefonía y otros servicios informáticos. Sin que el PP se dé por aludido ante
la pregunta de si ellos también no estuvieron gobernando con CC en el ayuntamiento
realejero, con los resultados extraordinarios en la gestión de los
aparcamientos. Mero botón de muestra.
Previa
felicitación al actual grupo de gobierno por vender incluso proyectos vacíos de contenido (a este paso no
me extrañaría nada que a partir del 4 de mayo se dedicasen a ofrecer envases
con humo de los fuegos), reiterar el convencimiento de que los ciudadanos hemos
madurado (no al estilo venezolano) algo. Y no por muchas fotos del bien quedar,
por muchos adulamientos a don José Rodríguez (ver declaraciones del alcalde con
respecto a la Fundación
de Cajacanarias, invento para que siga aupado el señor Arvelo, y cobrando pasta
gansa, tras los desaguisados que han desembocado en que La Caixa no quiere saber nada
de él), no por inundarnos en FB con buenos propósitos y caritas de niños buenos
y un amplio etcétera, aquellos más de seis mil realejeros (que se dice pronto)
que sufren la crisis del desempleo, requieren algo más.
La
transferencia de ese dinero aludido, al tiempo que se halla disparatado el
número de liberados, asesores, secretarias y otras mamandurrias varias, solo me
viene a ratificar en el planteamiento contrario: sobran ediles y allegados
cobrando del erario público. O se marchan unos cuantos o despiden al gerente de
las empresas. Las razones son tan obvias que cualquier parado de larga duración
lo podría explicar mejor que yo. Desgraciadamente proliferan los ejemplos de
Manuel Fernández. Y la gente, más asqueada cada día que pasa, está hasta el
moño de comprobar cómo perciben suculentos sueldos por no dar un palo al agua.
Ante tanto
autobombo (parecen la tele canaria; sí, esa que no quiere Soria, y los
gobernantes de mi pueblo van a agradecerle la cobertura de las fiestas;
pónganse de acuerdo) echo en falta que los partidos de izquierda lancen
propuestas de calado, que demuestren que no todos son iguales, que se pueden
hacer muchas más cosas con muchos menos cargos remunerados. Pero me temo que el
dinero puede más que los buenos deseos y acaban enlodados en más de lo mismo.
Escucho y leo, por ejemplo, que el balear Joan Mesquida pretende liderar el
PSOE. Y que se está moviendo al respecto. ¿Saben cómo? Reuniéndose con
empresarios y definiéndose como una persona centrada. Otro miedica más (¿qué
miedo hay a definirse como socialista, sin más, o se aparenta?) que pone la
militancia en el último escalón. ¿También manejan los patrones los hilos
congresuales?
Me están
haciendo enfadar y tras el anuncio de presentarme en las próximas elecciones,
amenazo con otros movimientos. Tiemblen adversarios. No los tengo aún, pero
todo se andará. Resulta curioso, o anecdótico, el que con la que nos cae desde
el gobierno de Madrid, en Canarias se erija el PP como el adalid de lo humano y
de lo divino. Ahora tienen nuevo entretenimiento con el peaje. Leyendo sus
comentarios parecen hasta izquierdosos. País.
Aclaración
final: ¿Fallaron los medios en la presentación? ¿Lo exhibieron como una
realidad ‘virtual’? ¿Se hará lo que se tenga que hacer? Ya se verá. En el
momento oportuno, ni antes ni después. Los estamos definiendo. Lo dicho:
estamos en ello. ¡Ah!, señora concejala: aclárese cuando haga declaraciones
públicas. O hay o no hay, las dos cosas al mismo tiempo se me antoja imposible.
O a lo peor estoy equivocado yo y sí se puede.
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