miércoles, 29 de mayo de 2013

Creemos un comité

Se han puesto de moda los comités de expertos. Que los hay tanto para un roto como para un descosido. Uno, denominado también ‘Comité de Sabios’, lleva unas semanas dilucidando qué hacer o dónde meter a los jubilados, a los pensionistas. Porque gastamos demasiado. Y eso de estar mano sobre mano y cobrar a fin de mes (la de este mes de mayo se está retrasando: ¿primera medida?) se va a acabar. Porque el que no pueda ir a raspar platanera ni a coger papas, se destinará a dirigir el tráfico en las proximidades de los centros docentes en las horas de entrada y salida de los alumnos. Pero las charlas en los bancos (mobiliario urbano, no te vayas a creer), las partidas de cartas y el juego del dominó pasarán a la historia. Que da vergüenza el contemplar a todo ese colectivo de gente desaprovechada y el país manga por hombro.
Aprovecho el introito para responder a los buenos amigos que me han preguntado el porqué no aparezco en esa sección específica (digital) que Diario de Avisos nos brinda a los realejeros (como a La Orotava e Icod de los Vinos). Aclaro que hace bastantes meses el amigo Agustín González, cuando fue nombrado subdirector del citado periódico, se puso e contacto conmigo para ofrecerme una columna semanal en el apartado de Opinión. Y hace unas semanas (tal vez un mes y pico), Gabriela hizo lo mismo para que me asomara a sus páginas de este Norte. En ambos casos decliné la gentil invitación (aunque le parezca de risa, por motivos laborales), pero me dejaron la puerta abierta para cuando creyese conveniente cambiar de parecer o tuviese un fisco más de tiempo. Porque para tal menester es preciso tenerlo. Si estás convencido de pretender algo digno.
Y retomo el asunto del día. Según he leído en mis ratos libres –escasos, pero intento aprovecharlos– este colectivo aludido (el de los expertos, que no el de los mayores) está formado por doce personas, de las que ocho han trabajado, o colaboran, en la Banca o en compañías de seguros. Que sería algo así como pedirle a Pedro Luis Cobiella que emita un informe sobre la conveniencia de dotar de material al Hospital del Norte (o del Sur, que en ambos lugares nos tropezamos con Hospiten). Acabaremos, ya lo verán, todos privados, es decir, dotados de privanza (no sean malpensados).
Como ya uno intuye cómo se las gasta este Gobierno, las posibles soluciones del comité que venimos mentando no me extrañaron lo más mínimo. Los atractivos planes de pensiones se nos seguirán vendiendo para general deleite y beneplácito de los mismos que nos hundieron en la miseria. Ellos se repartieron el botín (con dobles) y demandan que nos conformemos con las migajas del sistema. Eso sí, nos queda la opción de continuar con la visión de los grandes premios de la Fórmula I.
Me llamó poderosamente la atención otro comité: el de expertos en malos tratos. En el que va a ser incluido el jugador bético Rubén Castro, al hacerse ‘digno’ acreedor en una sesión práctica de hace un par de días. Porque ya me dirán ustedes qué es un experto en malos tratos, cómo se alcanza tal honor y cuáles son los requisitos que deberán cumplir sus miembros. Y si me van a contestar que habrá un alto porcentaje de psicólogos, me tendrán que permitir que como mínimo esboce una sonrisa. Pues el recurso de tales profesionales para todas las desgracias humanas habidas y por haber, ya suena a cuento chino. Me recuerda el masaje milagroso de la madre generosa que con solo pasar la mano por la superficie supuestamente afectada del crío es capaz de calmar el dolor más intenso. O aquel otro del que le decía al menudo tras cualquier caída: Ven aquí que yo te levanto. Y acudía, más bien presto, el renacuajo, olvidando lloros y quejas. ¿Expertos en malos tratos? ¿Y a los que nos someten los políticos?
¿Será maltrato la defensa numantina de la policía autonómica por parte del presidente de las ínsulas? ¿Lo será, o podría llegar a serlo, la connivencia socialista? Incluido el flamante día (ayer) de la policía canaria. Ya está. No más. Si alguien sabe del negro que le escribe los artículos del blog de Paulino, que me avise, porque si cobra con la esplendidez que lo hacen los comentaristas deportivos en las retransmisiones de la tele canaria, lo mismo me trago todo lo que he escrito hasta ahora (y llevo unos buenos tochos) y me dedico a alquilar mi pluma. Vaya expresión fea. Ni que estuviera para tamaños sacrificios.
Mañana día 30 celebramos el trigésimo aniversario de no sé qué. Creo que del Parlamento ese de Teobaldo Power. Ahí donde se reúnen unos y unas llamados señorías. Y aparentan que discuten asuntos de grave trascendencia. Como si fueran todos ellos en conjunto un comité de expertos. Y es festivo, pero lo mismo trabajo y me alongo a esta ventana.
Pues eso, hasta mañana o hasta pasado. Ya se verá.

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