Uno, que ya
está matriculado en el curso de los mayores, suele tener la manía de pensar en
pesetas. Sobre todo cuando la cantidad que le ponen delante de sus narices, en
los euros actuales, tiene muchos guarismos (seis o más). Dicho lo cual, o
escrito lo antecedente, debo manifestar, de manera clara, inequívoca y rotunda,
que hoy no me olvidaré, estimado amigo Carlos, de colocar la etiqueta
‘Matemáticas’.
Primero
apareció en Facebook el anuncio del alcalde. Más tarde se hizo eco la web
municipal con este titular: ‘El gobierno municipal pondrá fin a la insalubridad
motivada por el depósito del parque móvil municipal de Barroso’. Algo que no
entendí porque si se trata de una propuesta a elevar al pleno, lo prudente
sería esperar a que la reunión tenga lugar, para que, independientemente del
resultado (la mayoría absoluta permite su aprobación sí o sí), sea considerada
como un acuerdo del Consistorio. Máxime cuando podría alcanzarse, incluso, el
necesario consenso con el resto de grupos. A lo peor no interesaba.
Ahora son los
diferentes grupos políticos los que van tomando posiciones antes de que se
celebre la sesión plenaria (hoy mismo). Este pasado lunes tuve conocimiento de
la posición de IUC. Que no difiere, parece ser, de la que va a argumentar el
Partido Socialista. De la postura de Coalición Canaria nada sé. Lo mismo ayer,
en el apartado que disponen en Radio Realejos lo manifestaron, pero ya saben
cuál es el planteamiento actual de quien esto suscribe con respecto a esta
emisora en la que poseo mi parte alícuota como uno más de los contribuyentes
que la sostenemos. Pero a estas alturas de la vida, los dictados del galeno hay
que respetarlos.
Estoy
completamente de acuerdo con lo que defienden las dos fuerzas políticas
mencionadas: cambio de ubicación, sí; pero no a cualquier precio. Que los
vecinos de Barroso necesitan una mejor calidad de vida está fuera de toda duda.
Y que son muchos los años que han tenido que soportar molestias, también. Pero
estas ‘arrancadas’ porque un particular ofrezca una nave, que no se halla, ni
por asomo, en las debidas condiciones como para su uso inmediato, suena, en
principio, a raro. 800.000 euros, libres de polvo y paja, en estos tiempos, es
negocio más que apetecible. Ciento treinta y tantos millones de pesetas, más lo
que deba invertirse para su adecuada puesta a punto, es tanto como para
pensarse si no existe otra alternativa.
Si sumamos
las dos cantidades arriba aludidas (adquisición y arreglo), puede que ese
montante sea suficiente para acometer otro plan más ambicioso. Raro me
parecería el que el ayuntamiento no dispusiera de terrenos adecuados para ubicar
en ellos ese flamante nuevo parque móvil. Salvo que los quiera para el
hipódromo. En el que iría, asimismo, todo aquel material de propiedad municipal
(fiestas, policía –incluidos los canes–, servicios…) y para lo que, con
proyectos elaborados por los técnicos propios, esa terrible lacra del paro bien
podría sentir un alivio bastante notorio.
En este
supuesto, me atrevo, incluso, a ser más que generoso y si menester fuera
habilitar un par de cientos de miles de euros más (para alcanzar el millón),
hágase ya. Si para tapiar la
Casona de La
Gorvorana (incluyendo la protección de los frescos de Bonnín)
nos basta con siete mil euros, muy difícil se me hace creer que no puede el
ayuntamiento realejero lanzarse a esta aventura que daría más de una alegría al
sector de la construcción, tan en horas bajas en estos momentos. Al tiempo que
dinamizaríamos (qué vocablo más bonito) el comercio. Tal vez no mucho, pero
grano a grano. Y cualquier mejoría con respecto a lo que tenemos, ya me dirán.
De la otra
manera, con la compra directa de la nave deteriorada, solo vislumbro un
beneficiario. Y a mí, qué quieren que les diga, esos cambalaches me suenan a
devolución de favores o, cuando menos, a componendas o asuntos turbios. Máxime
cuando en la elaboración de los presupuestos municipales, que no ha tanto se
aprobaron, no existía el menor atisbo de esta posibilidad que ahora se pone
sobre la mesa.
Hago míos
razonamientos y palabras de los portavoces de los grupos que hasta ahora se han
definido (IUC y PSOE) en el sentido de que ha llegado la hora de buscar una
solución para la insalubridad que vienen soportando los habitantes de aquel
sector de Barroso, pero a través de una fórmula más equitativa.
Si el
propietario de la nave (de la discordia) la vende es porque lo que allí había (¿Sociedad
Cooperativa Agrícola-Ganadera?) no funciona. Y de golpe y porrazo se va a
encontrar con una cantidad de euros que mejor distribuidos podrían sacar del
pozo a un número mayor de realejeros. Y el ayuntamiento poseería unas
instalaciones realizadas ex profeso. Nuevas, flamantes y adecuadas para los
fines previstos. Sin remiendos ni composturas.
Mi opinión ha
quedado manifestada, sin embargo la decisión se adoptará esta noche. Me temo,
ojalá me equivoque, que todo esté ya apalabrado y no haya vuelta atrás.
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