No se podrá
beber alcohol en la explanada del muelle (¿el nuevo o el viejo?) portuense el
día de la embarcación de la
Virgen del Carmen. Es una orden de la autoridad suprema y a
todo el que fuere pillado con el vaso en la mano, no solo se le decomisará la mercancía
sino que será objeto de una multa que podrá alcanzar la cantidad de 1500 euros.
Como el que se empeña en empinar el codo lo va a seguir haciendo, me temo que
con irse un par de calles más allá, acudirá a la susodicha embarcación con el
depósito bien repleto. O si no, lo traen puesto de casa y asunto resuelto. Esta
medida, consecuencia de las algarabías que le consintieron en su día a Manolito
Artiles y sus retransmisiones televisivas (las de ahora son mucho más
puritanas, católicas, apostólicas y romanas, aunque se les dispare el órgano muscular situado en la cavidad de la boca de los vertebrados y
que sirve para gustación, para deglutir y para modular los sonidos que les son
propios) me recuerda aquella estadística que nos sitúa (a Canarias) en
el tercer lugar del ranking nacional de bebedores. Y cuando el borrachín de
turno recibió los resultados se propuso, y juró solemnemente, no solo pasar la
noticia a todos sus amigos del gremio, sino que, ipso facto, acometió el noble
empeño de alcanzar el codiciado primer puesto.
No es que
exista la denominada Ley del Menor, sino que la propia Consejería dictó años ha
una extensa normativa con el protocolo de actuación en las actividades
extraescolares y en la utilización de las posibles imágenes de las mismas. Este
jubilado, como secretario en el último centro en el que ejerció, amén de ser el
responsable de la edición del periódico La Pizarra, bien que lo debió tener en cuenta. Por
eso me causa extrañeza la proliferación que ha inundado Facebook en estos días
con los viajes de fin de curso. Se ha llevado la palma el CEIP Mencey Bentor, del
barrio realejero de La Cruz Santa.
No sé si el responsable de subir esas cantidad de fotografías es alguno de los
maestros acompañantes o, quizás, otros adultos (padres, madres) de los que
suelen participar en estas giras, pero entiendo, y corríjanme los entendidos,
que estos procederes no son demasiado correctos. Máxime cuando luego nos
quejamos amargamente ante la utilización indebida de estas imágenes por los
desaprensivos de turno. En esto de las redes sociales y otros artilugios
reconozco que soy un novato. Pero uno lee, escucha y saca conclusiones.
El alcalde de
San Juan de la Rambla,
el popular (bueno, no mucho porque no sacó sino doscientos votos) Tomás Mesa,
ha renunciado a la delegación de Deportes que él mismo se había asignado. Puede
que haya alegado en su descargo que ya no está para semejantes trotes. Pues yo
creo, y esto es, como todo el resto, una opinión muy personal, que no debió
hacerlo y que esa retirada de la actividad física le va a acarrear mayores
quebraderos de cabeza. Se lo digo por experiencia. La vida del político es muy
sacrificada. Que si hoy almuerzo con el director general, que si mañana tengo
un desayuno de trabajo con el consejero, que si pasado debo acudir a la
clausura de las jornadas gastronómicas… En fin. A buen entendedor…
Televisión
Española silencia la protesta estudiantil ante las mismísimas narices de Wert.
Sí, ese grupo de expedientes brillantes que le negaron el saludo en una entrega
de diplomas. Nada extraño cuando de un medio de comunicación dependiente del
gobierno de turno se trata. Pero no se queda atrás la nuestra, la autonómica.
Porque cuando se dio a conocer el dato sobre el paro, y dado que Canarias fue
la única comunidad que siguió la tendencia contraria al resto del país, el
informativo de medio día (el del travelín, el de Daswani) lo puso en antena al
cuarto de hora de haber comenzado el telediario. Muchos socialistas me dicen
que no la tienen sintonizada. Ojos que no ven, corazón que no siente. Pero
ayudan a sostenerla. Va en ello su propia supervivencia.
Me cae
simpático el Papa Francisco. Y alega cosas con fundamento. Me temo que todo se
quede ahí, en las buenas intenciones. Lo último que le escuché es que en el
mundo no manda el hombre sino el dinero. Bueno, lo de mandar no me gusta, pero
lo entiendo. Si yo le rogara que comenzara a practicarlo en el propio Vaticano,
¿me haría caso? Porque mira que la banca de la iglesia no se diferencia
demasiado de la otra, de la que manda. Y como el movimiento se demuestra
andando, estimado Francisco, ya sabe. Como ha pasado de los dichos a los hechos
en sus comportamientos personales, siga usted con la limpia pertinente. Este
ateo casi convencido se lo agradecería un montón. Feliz fin de semana.
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