Después de la
breve incursión de ayer por el intrusismo existente en determinadas profesiones
–lo del periodismo puede ser paradigmático–, propongo hoy la instalación de
varios aerogeneradores –los populares molinos– en la zona de El Mazapé, en el
barrio de La Vera,
en la parte alta, o de medianías, de San Juan de la Rambla. Pero no con la
intención de que podamos suministrarnos de energía eléctrica por si las redes
convencionales nos juegan una mala pasada. Estos que yo demando no son para
absorber esa fuerza eólica y convertirla en julios, vatios y caballos de vapor.
No, este invento mío es para que las aspas esparzan toda la mierda que se ha
ido acumulando –enconando, mejor– en la bella población norteña. Nos bastaría
con unos modelos idénticos a los ubicados en la Isla del Meridiano. Con esa potencia, quizás,
sería suficiente para limpiar toda la ponzoña de la isla. Podría constituirse
en un organismo autónomo, dependiente del Cabildo, y autosuficiente. Porque por
cada miasma deletéreo enterrado en Arico, cada ayuntamiento debe aportar
generosa aportación. Incluso me atrevería a sugerir que hubiese algún tipo de derrama entre los que se quedan; que
serían los buenos, por supuesto.
Hay instantes
en la vida que hay que cortar por lo sano. Mejor, castrar bien “rentito”, todo
“ajecho”. Esas son expresiones que yo escuchaba en la platanera. Para que lo
captes más clarito, porque ahora se llevan otros lenguajes, te pongo el símil
de aquel esgrimista al que andaba molestando cierto mosquito. Ni corto ni
perezoso, agarró su espada y de certero lance le cortó las cataplines al
susodicho. El hecho no le impidió seguir volando, aunque dolorido, pero no
volvió jamás a procrear.
Traslada la
anécdota al espacio vital ramblero. Haz las excepciones que creas conveniente,
pero con tiritas ya no se arregla. El boquete requiere cirugía con anestesia
total e infinidad de puntos de sutura. Y en unos días iré a las fiestas de Las
Aguas. Sí, porque suelo hacer turismo por aquel pueblo vecino. Tengo amigos
arriba y abajo. En todas las comunas. Vocablo que ha comenzado a esgrimir su
alcalde. No sé si pretende hacer un nuevo Cabrito. No me extrañaría lo más
mínimo. Ganado sobra.
Ya está bien,
soplagaitas de todas las tendencias e ideologías. Acusarse los unos a los otros
de enchufismos y colocaciones solo viene a demostrar la calaña de los
personajes. Están bonitos todos. Reitero, todos. Porque han convertido las
instituciones públicas en una agencia de compraventas. Ya que insinuamos lo de
reses y borregos, en menuda vaca lechera han transformado los ayuntamientos. Y
no se seca jamás. Aunque se vaya la luz, esas teclas –iba a escribir tetas–
siguen funcionando. Qué suerte. Esas tuberías no se atascan en absoluto. Habrá
que inventar una próstata especial que de vez en cuando cierre el chingo (en
las múltiples acepciones que localizo en el DRAE no me aparece la mía:
chorrito. ¿Tú no te chingabas antes, cuando menudo, en los charcos? No qué va,
de arriba a abajo).
¿De qué me
sirvieron los párrafos anteriores? De entrenamiento y práctica. ¿Se dará
alguien por aludido? Lo dudo. ¿Habrá en un futuro, inmediato o no, la necesaria
reconversión de los partidos políticos para que los ciudadanos podamos creer un
fisquito apenas? Una caca espichada en un palo (iba a escribir mierda, pero ya
lo hice antes). En fin, como estoy medio escatológico, echen a funcionar los
‘ventiladores’.
Sigo de
turismo otro rato. Menos mal que el puerto del Puerto aún no se halla
operativo. Si lo llega a estar hace unos años, lo mismo nos hubiesen mandado el
Prestige (sí, el de los hilillos). Entre esa untura y la que nos puede llegar
cuando Repsol le conceda a Soria el honor de apretar el botón de arranque,
agüita. Negra, pero agüita. Los turistas del todo incluido no van a caber. Se
van a hinchar de bronceado. Máxime cuando nos seguimos frotando las manos para
que se eternicen los conflictos en el Norte de África. Somos capaces hasta de
aplaudir un golpe de Estado. Y que se le caigan las Pirámides. A ver qué
escribe Paulino el domingo próximo.
Concluyo con
una curiosidad. Ayer por la tarde me llamó un amigo conejero para señalarme que
tras haber leído el comentario ‘Gabinetes de prensa’, recordó que en su pueblo
hicieron una convocatoria pública (concurso de méritos) para cubrir una plaza
de secretario de la alcaldía y relaciones con la prensa. O algo así. Y que uno
de los requisitos que puntuaba era la de poseer el carné de manipulador de
alimentos. Como no lo entendía, al solicitarme mi opinión le contesté que la
razón era bastante fácil: debe trabajar con tanto chorizo (y más en Lanzarote),
que se necesita mucha habilidad en ese terreno gastronómico.
Otro fin de
semana del mes de julio. Chacho, se nos acaban las vacaciones. Disfruten de las
lloviznas de esta pasada tarde porque se aproxima el calor.
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