Había leído
ayer por la mañana un interesante artículo en www.elconfidencial.com, y al rato me
envía el amigo Salvador el enlace (que no link)
del mismo. Debe ser, mejor, tengo la total certeza de que aquellos que osamos
asomarnos a ventanas públicas, procuramos guardar un mínimo de rigor en esto de
la escritura. Porque si hemos tenido la oportunidad de contar algo de los
‘lanzados’ que se endiosan con un micro en las manos, o ante sus narices, qué
decir de mucho kamikaze que creyó ver en un teclado cualquier juego de la PlayStation.
No es que presuma uno de ser un dechado de virtudes, pero,
hombre, un mínimo de rigor. Y acuérdate, “más que sea”, que el sujeto debe
concordar con el verbo en número y persona.
La firma de
Marta Jiménez Serrano nos introduce en los Ocho extranjerismos que no debemos
usar. En él hace un repaso de cómo desde siempre ha existido un trasvase
natural de unas lenguas a otras. Y de cómo en la actualidad, y merced al
fenómeno de Internet, es el inglés el que marca la pauta en este tipo de
préstamos. Que no deben conducirnos a tirarnos de los cuatro pelos que aún son
capaces de soportar los ataques de champús y potingues varios, sino de pensar
que, incluso, muchos de ellos son necesarios pues no disponemos de otros
equivalentes en español, y la propia RAE, al ritmo que marca el lenguaje y no
la celeridad de una vida que estampa pautas en la comunicación a tiempo real,
los va incorporando a su Diccionario (software,
kitsch, leitmotiv, ballet, blues,
jazz, playboy…).
Habría que poner el acento, entiendo, en
aquellos otros que por modismos han relegado voces oriundas y perfectamente
válidas. Pero parece que nos da cierto halo de grandeza el esperar al amigo en
el hall antes que en el vestíbulo. Aunque la Academia sufre en estos
asuntos determinados deslices, pues mientras el avance de la próxima edición
del diccionario recoge la palabra show, de una parte, al mismo tiempo incluye
una enmienda para suprimirlo, lo que viene a demostrar que no es contenido
sencillo este que tratamos.
Los ocho extranjerismos cuyo uso se
desaconseja son los siguientes: sponsor, link, e-mail, show, atrezo, premier,
shock y backstage, proponiéndose utilizar por ellos, respectivamente:
patrocinador, enlace, correo electrónico, espectáculo, utilería, estreno,
conmoción y entre bastidores.
No puedo dejar pasar la oportunidad, ya que
otro vínculo (enlace) en el citado digital nos lleva de la mano a 13 verbos que
utilizamos incorrectamente en español. Como de uno de ellos hemos tenido la
oportunidad de plasmar varios comentarios en este blog, no me resisto a
reproducirlos y señalar que la influencia del inglés conduce a utilizarlos con
acepciones erróneas:
Aplicar (usado como solicitar o pedir),
señalizar (diferente de señalar), resaltar (verbo intransitivo, y como tal no
puede llevar complemento directo; lo solemos confundir con destacar), rentar
(nunca alquilar), abatir (se abusa como sinónimo de matar, asesinar, disparar),
finalizar (no es clausurar), adolecer (demasiados errores al confundirlo con
carecer), colapsar (sobreutilizado por destruir, derrumbar), customizar (¿no se
entiende mejor personalizar?), acceder (con su abuso nos hemos olvidado de
entrar), masticar (no es lo mismo que mascar), falsificar (no es idéntico a falsear)
y cesar (verbo intransitivo que en términos deportivos suele usarse en
forma pasiva: fue cesado).
Bueno, y
después de este bosquejo que los más necesitados enviarán directamente a la
papelera, tras la lectura de las dos primeras líneas, dándome un jocicazo bien pegado, dos pinceladas
para los que echan en falta la pimienta de la política.
De ser cierta
la seguridad del PP en que su financiación ha sido correcta, habrá que
felicitar muy efusivamente al tal Bárcenas por ser capaz de mangarles todos
esos millones sin que se enteraran. Y como nos gobiernan los estafados,
chiquito salidero debe tener el Montoro en su ministerio. Por consiguiente, si
Sarkozy amenaza con retornar, si Aznar pone una cara (espejo del alma) cuando habla (es un decir)
Rajoy, ¿a qué esperas, Felipe, para dar el paso?
Los
socialistas tinerfeños reunidos en no sé qué comité, por amplia mayoría, han
decidido rogarles, por favor y con muchísimo respeto, a tres de sus más
preclaros ejemplos de que el que vale, vale, y el que no, tú ya sabes el resto,
a saber, Aurelio Abreu, Ana Lupe Mora y Pedro Martín, que si pueden ser capaces
de dejar algo que hay mucha gente en paro. Y no es que ocupen cargos en dos
administraciones (en los orgánicos no me meto), sino que les sobra tiempo para la Internet en sus
diferentes aplicaciones y variantes. Y yo sin móvil. La verdad es que me
sorprendo de cómo puedo comer, caminar, escribir, pensar, en fin, vivir. No
debemos ser muchos los ejemplares sujetos a tamaños sacrificios. Que nos hagan
un homenaje. Propongo. Y otros con tantas calles, avenidas, metopas y
pergaminos.
Ayer también
me cursaron invitación para el acto de descubrimiento de la escultura en honor
a Juan Marrero, quien fuera excelente poeta, en La Montañeta. Me fijé en el coche
oficial del ayuntamiento realejero y estaba todo rozado por el costado
izquierdo. Por el derecho, flamante. A perro flaco, todo son pulgas.
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