Coincido
plenamente con nuestro presidente autonómico –leíste bien– en que hay otra
forma de hacer política. Vaya que si lo creo. Y estoy dispuesto a llevar a cabo una demostración
científica. Lo malo es que algunos no lo van a entender. No tanto por preparación como por devoción. Por ejemplo, no
lo captaría el que presume de trabajar tanto que está dispuesto a no coger
vacaciones en este verano. Y lo suelta en plena subida hacia la ermita de La Dehesa (presumiendo con el jocico todo lleno de tierra; un fisco
menos que cuando bajó), o al par de horas en el Santuario de las Nieves. Y el
helicóptero aparcado, y a la espera.
Claro que
existen otras maneras. La de predicar con el ejemplo, la de ser modelo y espejo
ante una sociedad con carencias y necesidades. La de no ver vigas en ojo ajeno
y no simples motas de polvo en el propio. La de no soltar necedades como “bajar
el sueldo a los concejales puede traer a la política a gente sin talento”. ¿Y
la universidad de la vida?
De qué
higuera se habrán caído estos angelitos. El autor del entrecomillado anterior
debe ser del sector de CC que opinó lo de la puerta grande, o de la
inteligencia natural del que rige los destinos de las tele canaria, o de los
que hay que rodearlo con multitud de asesores como prueba inequívoca de su
idoneidad.
Talento,
inteligencia, aptitud, capacidad de entender… Mediocridad, insignificancia,
vulgaridad, ordinariez, tosquedad, grosería, impertinencia… Y el que lo quiera
coger, que lo coja.
Cualquier día
de estos voy a recopilar todas las propuestas lanzadas en este blog, de las que
yo entiendo beneficiosas para ese necesario cambio en la forma de hacer
política. Y te apuesto cuarenta céntimos (por la devaluación) que ni un solo
partido o formación que presente candidatura para la convocatoria electoral que
proceda las hará suyas. No les interesa. Porque si no es en esa faceta, la
sordidez (indecencia, obscenidad, inmoralidad: hoy voy de diccionario) es tan
grande que están inhabilitados hasta para agarrar una guataca y ponerse a
raspar platanera (si las hubiera o hubiese). Es que puedes leer lindezas como
esta: “A ver si se enteran de que en este país la corrupción no gana ni pierde
elecciones”, y nos quedamos tan anchos, perdón, tan panchos.
A todos los
niveles y escalas ocurren tales distorsiones. Si no, explícame el ridículo de
Gibraltar, los indultos marroquíes, la suelta y posterior detención del
pederasta… Y los guionistas rompiéndose el coco para hacer películas. Se acabó,
inútiles. Chiquita falta de ignorancia.
Reitero que
hay matos secos a porrillo. Y no escarmentamos con las chamusquinas. El Valle
está plagado de zarzales, cañaverales, helechos… Por todos sitios. En La Montaña de los Frailes, en
las orillas de todas las carreteras, en el casco de Realejo Alto (Barranco de
Godínez), en el de La Orotava
(acceso al Centro de Salud de Las Dehesas)… Sigan jugando con fuego.
Manolo, el
alcalde realejero (que no se dio por aludido ayer), justifica que la aceras
estén llenas de sillas y mesas en el hecho de que no hay regulación alguna al
respecto. Y en San Agustín, en La
Longuera, verbigracia, si vas con un par de bolsas –ejercicio
de obligado cumplimiento para las clases pasivas– debes pedir permiso al que se
está echando el leche y leche. Y si el susodicho está de mala ídem, cállate,
baja la cabeza y arranca derechito para casa antes de que te mande el cenicero
en las narices.
No, estimado
amigo, desde que yo era joven (más que lo que usted es ahora) había una
ordenanza municipal que regulaba la ocupación de la vía pública. En aquel
entonces, destinada sobre todo para evitar la acumulación de cualquier tipo de
material en calles y aceras. Que me diga, casi treinta años después que todavía
queda al albur cuestiones de esta índole es para echarse a reír. ¿Para qué,
entonces, tanto técnico, tanto asesor, tanto político, en suma, tanto sueldo
desperdiciado? ¿O solo con sacarse la foto –uno o dos más cámara en ristre– por
cualquier tontería ya se justifica ese montante de bastantes miles de euros?
¿Dónde están los concejales de la oposición? ¿Permanecen a la espera por si
mañana les corresponde ser los fotografiados?
Al Partido
Popular, con mayoría absoluta aquí y en Madrid, les lanzo el reto de que no sea
solo Adelson (y su Eurovegas) el único favorecido en las excepciones a la Ley 42/2010, la conocida como
ley antitabaco. No, háganlo extensivo a todo el sector de la restauración. O
mejor, cárguense la controvertida legislación y los que no fumamos nos echamos
el cortado en casa. Y todo el mundo a echar humo, como antes, en cualquier
espacio. Pues no me acuerdo yo cuando era político activo (ahora soy pensionista)
y salíamos de madrugada de aquellas reuniones con un olor en el cuerpo y en la
ropa que te tumbaba pa´tras y una carga de seis o siete kilos de nicotina en
ambos pulmones. Y como aquí estamos, sin mayores agobios y contratiempos, señor
Domínguez, a fumar todo el mundo. Que la industria del tabaco (dependerá de
Soria, me imagino), al igual que la del petróleo, nos vuelva a llenar de música
(LA RE SOL).
Parece que lo estoy viendo. Clarito, clarito. Campo del Vera, descanso, casetas
de mala muerte, pero el cigarrito no te lo quitaba nadie.
Ya está.
Mañana más.
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