Hago un
pequeño alto en el cuento que venimos publicando (seguiremos lunes, martes y
miércoles, salvo imprevistos), amén del inciso por tratarse de un fin de semana
(época en la que no trabajo pues bien me merezco un descanso), y me sumerjo en
unas interesantes iniciativas. Al menos así me lo parece.
Cuando leí lo
de “100% folclore”, recordé un debate planteado tiempo atrás, que un servidor
era parte activa de la
Agrupación Folclórica de Higa (La Perdoma), en el que se
discutía la posibilidad que ahora el ayuntamiento realejero ha puesto en
práctica, aparte del intercambio de grupos entre los diferentes municipios de
la isla. La razón de ser de los colectivos es dar a conocer su trabajo mediante
las actuaciones. Y como estas han ido decreciendo de manera alarmante –ni
siquiera los festejos populares eran ya la tabla de salvación–, el que un
consistorio permita la movilidad de los mismos por los diferentes barrios de la
geografía local, constituye un estupendo aldabonazo para la subsistencia.
Los grupos
necesitan alicientes, so pena de languidecer hasta su total desaparición. Recuerdo
que esta práctica ya se llevaba a cabo en los tiempos en que Vicente Quintero
era concejal de cultura, a través de la extinta Mancomunidad del Norte. Los
condicionantes económicos –ignoro si debido a una mala gestión o a la consabida
manía de no pagar las cuotas los municipios asociados– acabaron con aquellos
empujes. Por ello me permito elevar humilde consejo a los actuales responsables
de mi pueblo para que estudien la posibilidad de los intercambios que dejo
esbozados. Tan difícil no será sentarse en torno a una mesa –que no sobre la
mesa– los concejales del ramo para estudiar las alternativas que procedieren.
Porque ‘eventos’ (volvió a salir la palabreja) hay como para repartir el
suficiente juego.
No me acuerdo
dónde demonios leí que se estudia un convenio entre ayuntamiento de Los Realejos
y cabildo de Tenerife para buscar una solución definitiva a la casa natal de
José de Viera y Clavijo. El ayuntamiento pondría a disposición de la entidad
insular unos terrenos para la construcción de las viviendas que alojen a los
actuales inquilinos del hogar en el que viera la primera luz el insigne
polígrafo, y a quien en este año se viene dedicando un ingente programa de
actos con motivo del 200º aniversario de su muerte en Las Palmas de Gran
Canaria. Me viene a la memoria un escrito aparecido en un programa de las
Fiestas de Mayo en el que ya se mentaba el tema hace más de cuarenta años.
Deseo, sin
embargo, que las condiciones del tratado a establecer entre las diferentes
instituciones públicas con respecto al futuro museo se realicen con todas las
garantías posibles para que no ocurra lo que aconteció con la Casona de La Gorvorana, condenada hoy
al más ignominioso olvido y al deterioro constante. Se firma una vez, pero se
piensa un centenar, o más. Ojalá pueda ser esta la definitiva.
La
declaración de sus bienes por parte de los que ejercen un cargo público, y que
salta a los medios de comunicación cada tres por dos, me produce carcajada. Más
cuando se comenta que un destacado dirigente socialista canario está poniendo
pegas a que se conozcan sus ‘intimidades’ económicas. Máxime cuando desde su
consejería se nos vende la Ley
de transparencia como la panacea para solventar todos los males. Y si no es
verdad lo que se publica de él, que salga a desmentirlo inmediatamente.
Yo le rogaría
al alcalde de mi pueblo que encargue a cualquier funcionario que revise la
documentación de los años ochenta y publique la declaración que yo debo tener
por aquellas dependencias. Me pongo de ejemplo porque no he hablado este tema
con los que me acompañaron en aquella aventura. Me imagino que no tendrán,
asimismo, inconveniente alguno. Tanta bobería y hasta en eso fuimos unos
adelantados. Y sin asesores ni cajas B. Váyanse a freír chuchangas.
Como la
ministra Báñez ruega a la
Virgen del Rocío para que la ayude a superar la crisis, como
Paulino Rivero se vuelve romero todos los meses para encargarle a las patronas
insulares que le echen una mano en la disminución de las listas del paro, me
parece conveniente señalarle a Manuel Domínguez, alcalde de Los Realejos, villa
que supera con creces los seis mil desempleados, que acuda cada miércoles a San
Agustín y le diga a la Virgen
del Carmen que o se pone las pilas o le quitamos el bastón de mando. Que cuando
yo se lo regalé hace casi treinta años, se lo dejé clarito: aquí lo tienes pero
con todas las consecuencias; paga las facturas pendientes y no me hagas estar
pasando los sinsabores de si tendremos dinero a fin de mes para pagar las
nóminas. Que yo era político en ese entonces y sabía exigir contraprestaciones.
Y abandoné la cosa pública a los 38 años. En fin, quedan pendientes mis
memorias. Por ahora me conformo con FB y Twitter. Aparte del Pepillo y
Juanillo.
Bueno, nos
encontramos el lunes con la tercera entrega del cuento. Hasta entonces. Y no se
expongan al solajero.
También se le debiera recordar al Alcalde, y al Concejal de Cultura, que recuperen la casa de Agustín Espinosa para hacer un Museo que lo recuerde.
ResponderEliminarEste pueblo tiene algunas opciones culturales desaprovechadas como la Casa natal de Viera, la casa en que murió Agustín Espinosa y la Rambla de Castro...Existe otro turismo, aparte del de sol y playa, que seguro aprovecharía este tipo de ofertas...Solo hay que mirar cómo ha crecido el número de visitantes a La Laguna...