Arias Cañete,
ministro de variopinta casuística, troglodita de yogures caducados e insectos
en su salsa, no contento con pretéritos exabruptos de no muy gratos recuerdos,
nos sorprende –¿nos sorprende?– con otra perla informativa: “Irse al extranjero
enriquece, los jóvenes volverán más preparados”.
La oración
–compuesta, por más señas– se las trae. Se me ocurre, para ir entrando en
calor, que la futura Ley Wert tampoco va a servir para gran cosa. Porque ya nos
está insinuando –¿o afirmando?– que vamos a seguir igual y que la capacitación
juvenil deberá pasar por territorios que se ubiquen más allá de Los Pirineos
(unas cuantas millas en departamentos insulares).
Pero como no
hay mal que por bien no venga, démosle, en justa correspondencia, la vuelta a
la tortilla y apliquemos la receta a sus ilustrísimas. Por lo que ya deben
Merkel y compañía arbitrar fórmulas de asilo, o contratos en precario, para
millares de cargos públicos que pululan por instituciones sin oficio pero con
beneficio y cuya competencia, en los supuestos más favorables, raya el
analfabetismo. También las básicas, faltaría más.
De aquel ‘Si
bebes, no conduzcas’ con el que Stevie Wonder echó una mano a la DGT en su spot publicitario de
años atrás, se ha pasado a otras versiones, más o menos afortunadas, en función
de los contextos. Hubo cierto individuo que bajo una intoxicación etílica de no
te menees pitó un encuentro futbolístico en el que solo le faltó tragarse el
silbato, porque de resto hubo espectáculo para rato. Y surgió el ‘Si bebes, no
arbitres’.
Ayer escuché
unas declaraciones del director de Ycoden Daute Radio en las que no se mostraba
demasiado contento con las actitudes del alcalde de San Juan de la Rambla, el popular Tomás
Mesa. Quien por segunda vez le había dado plantón ante una entrevista
previamente concertada. Alegó el incumplidor que había tenido un accidente con
su coche. Vehículo que puso observarse en algunas fotos colgadas en FB que se
hallaba en perfectas condiciones al poco rato. Concedámosle, no obstante, el
beneficio de la duda: pudo quedarse sin batería, no atinó a meter la primera,
se lo inmovilizó la guardia civil de tráfico o yo qué sé. Pero Narciso estaba
enfadado. Y razón tenía porque de quien va acompañado a todas partes no se
pueden esperar estos deslices, estos tropiezos… Ya está. Los comentarios que
circulan por el pueblo no son nada positivos para el prestigio de sus
habitantes. Y dado que soy realejero, como Manolo Domínguez, jefe político del
infractor, que lo arregle él. Porque predicar aquí una doctrina y permitir allí
otra. Ya está otra vez: ‘Si bebes, no vayas a un pleno’.
Ha habido un
intercambio de lagartos. Gomeros para El Hierro y herreños para La Gomera. Como esas caravanas de
solteros que se iban a los pueblos en busca de moza casadera y de buen ver, a
ser posible. Entiendo que hayan estudiado bien el capítulo de
incompatibilidades y hayan hecho el reparto de machos y hembras en el número
adecuado, no sea que el cruce se convierta en un relajo o comience una disputa
de imprevisibles consecuencias por comprobar quien los pone, o los tiene, más
grandes. ¿Se reproducen por huevos, no? Cuidado que no se convierta el asunto
en un ‘descándalo’.
“No me
arrepiento de nada porque todo lo hice por mi pueblo”. Te pasaste unas cuantas
villas, Isaac. En más de treinta años, hasta el santísimo Papa mete la pata. Yo
mismo, sin ir más lejos, que a nuestros años ya no es conveniente caminar
mucho, me equivoco todos los días, cada vez que me siento ante el ordenador a
teclear unos párrafos. No quisiera pensar que tú creas que por no saber nada de
informática, no estás sujeto a los fallos, algo inherente a la naturaleza
humana. En fin, te deseo lo mejor en el retiro, pero no hagas lo que Melchior
que tiene cabreado a Alonso por estar todo el día regolizniando.
Acabo en mi
pueblo. Su alcalde, mi alcalde, está molesto con Paulino Rivero a cuenta de
unas viviendas existentes en La
Carrera, concluidas hace años y que aún no han sido
entregadas. Parece, alega Manolo, que le han requerido desde el Instituto
Canario de la Vivienda,
nuevos documentos. Un ignorante como yo cree que cuando se firmó el pertinente contrato
habrá quedado claro qué papeles debían entregar los solicitantes. Y si existía
la posibilidad de demandar otros en caso de que se considerase conveniente.
Porque de no ser así, y no estar “contemplado en las bases”, habría que
recurrir a otro tipo de denuncia y no al pataleo en los medios de comunicación.
Y es que los ciudadanos estamos hartos del y tú más que esgrimen todos, ya que,
por lo visto, no son capaces de aportar razones o argumentos convincentes. El
presidente, con su blog y su tele, nos trae por el camino de la amargura con
sus batallitas contra Madrid. Yo no fui que fueron ellos. Y los populares, con
la lección bien aprendida y cumpliendo a rajatabla el manual de instrucciones,
a cantar las excelencias del gobierno nacional.
Con estos
mimbres, ¿van entendiendo el porqué no me han contratado para un gabinete de
prensa? Ellos se lo pierden. Me iba a portar bien y no exigiría sueldo elevado.
Ya que finalicé el recorrido en la
Avenida de Canarias, un ruego a Manolo: llama a capítulo a
Tomás; me preocupa que deje en mal lugar a quien es mi alcalde, pero más lo
siento por todo un pueblo al que debe representar con toda la dignidad que el
cargo implica. Y sus actuaciones no hacen sino demostrar que le queda demasiado
ancho (en sentido metafórico, para que no den rienda suelta al chiste fácil).
No hay comentarios:
Publicar un comentario