Leí el
comentario de cierto periodista acerca de los muchos advenedizos que existen en
la profesión. Y criticaba cómo sin preparación ni conocimiento de causa alguno,
se lanzan a la aventura de opinar hasta del sexo de los ángeles. Sus bien
hilvanadas líneas venían a cuento de lo mucho que se le pone a caldo de gallina
en determinada tele local. Pero olvida mencionar otras, que sí son de su
agrado, en las que se pervierte bastante más a la hora de emitir juicios de
valor.
Y enlazo el
precedente con aquel desafortunado comentario que realizó el alcalde de Toreno
(León), en junio de 2012, y que merced a un vídeo que ha vuelto a circular por
Internet, y en el que un impresentable que pretende arrogarse la defensa de los
canarios, y de lo canario, arremete con vocabulario, gestos y ademanes que bien
lo califican, ha posibilitado el que otros osados escupan mala bilis a diestro
y siniestro. Vaya manera de salvaguardar el honor mancillado.
Luego se
enfadan conmigo cuando pongo en solfa enunciados como el que a continuación
transcribo: En directo con la portavoz de
IUC del Puerto de la Cruz,
Jonas Glez. Hablamos con ella de la situacion politica en la que se encuentra
el municipio. Vamos a ver: Una cosa es que yo meta la pata –o las dos– cada
vez que me asome a este blog, a Facebook o a Twitter (mis conocimientos no van más
allá). Pero cuando lo hace un organismo –público o privado–, a pesar de la
livianeza (o liviandad) con la que nos sumergimos en las aguas de las
denominadas redes sociales, hombre, un respetito. El mismo que habrá demandado
Jonás (que no Jonas), el concejal portuense, cuando se vio elevado a la
categoría de ‘la portavoz’ al ser entrevistado en ese ‘hablamos con ella’ de la
situación (aguda, terminada en n) política (esdrújula) del municipio vecino.
A veces
camino por el sendero que bordea la carretera de Icod el Alto. Y me percato de
las tremendas velocidades que algunos émulos de Alonso o Márquez alcanzan en
los tramos que el guanche vigila desde El Lance. Nada me extraña que se sucedan
los accidentes con una indeseable proliferación. Ni las muertes han podido
disuadir a los locos del volante. Lo que me ratifica en la creencia de que el
endurecimiento de los correctivos no conduce a una sociedad mejor y más
equilibrada. Es un consejo gratuito para los que se atreven, incluso, a
demandar la pena de muerte para contados supuestos.
Y como de
dictámenes se trata, van cuatro declaraciones que entiendo merecedoras de un
apunte. Aparte de la consagración de ministro Montoro que ya nos augura una
bajada de impuestos para 2015.
“Para salir
de la crisis, Canarias tiene una hoja de ruta”, Paulino Rivero. ¿Qué le hacemos
a este hombre? ¿Tendrá solución o lo damos por caso perdido? ¿Le pedimos a
Willy que haga una recopilación de guindas y nos deleite con un especial
informativo? ¿Proponemos a la
Facultad de Ciencias de la Información que
implante una nueva asignatura? Y lo mismo tiene razón. Sería comprobable con un
mínimo gesto: échense a un lado los políticos –el primero, ya saben– y déjennos
solos; lo mismo funciona.
“El Gobierno
central es inútil para Canarias”, Carlos Alonso. Ya, coño, qué pronto aprendió.
Eso se llama llegar y besar el santo. Ni pensó en sus orígenes. Con qué
facilidad hablan de inutilidades sin mirarse a un espejo.
“Se van a
repetir los éxitos de los años Aznar”, Martínez Pujalte. ¿A costa de? Más
ladrillo parece imposible. ¡Ah!, perdón, don Vicente, pensaba un servidor que
se refería a los logros económicos por los que nadaríamos –todos– en la
abundancia, pero debo estar equivocado. Mis más sinceras disculpas. Y si a bien
lo tiene, aclárese un fisco apenas.
“Canarias
reúne todas las condiciones para ser Las Vegas de Europa”, José Carlos
Francisco. Hoy, presidente de la CEOE-Tenerife.
Aunque ayer, consejero autonómico de los dineros. Debió aprender
con Rivero a sentenciar. Tiembla, Madrid, porque no te vas a fumar ni una
colilla. Y ya lo tenemos construido desde hace mucho en la Avenida de Colón
portuense. A pesar de su nomenclatura norteamericana, lo llenaremos de rusos. O
no se han enterado del viaje presidencial a Praga. Cuatro vuelos nada menos. Y
si menester fuere, fletamos un Binter (a falta de Concepción).
En otro
momento escribiremos del Plan de Seguridad. Y que se ponga a llover ya con
ganas para ponerlo en práctica. Marcos Brito está harto de que le salga a él
toda la mierda nuestra. Según sus quejas, cansado se halla de soportar ese
maldito marrón. Menos mal que tienen aguante y ha salido victorioso de
múltiples batallas. Y de cada fregado sale depurado.
Bueno, hasta
dentro de un rato.
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