Y va y se
‘esmocha’ el muy zorullo (o sorullo, que no lo tengo claro, y que conste que no
he bebido) casi enfrente de la
Comisaría de la Policía
Local santacrucera, me dice un amigo que, como un servidor,
guarda estrechos lazos de relación con el pueblo de San Juan de la Rambla. De nuevo en la palestra
informativa por mor de lo que es vox pópuli en aquel municipio desde ha
bastante. Y lo que está a la vista no requiere espejuelos. Aunque puede que sí
por la inacción (pasividad, holganza, asueto) de quienes tienen la
responsabilidad y la obligación de poner los puntos sobre las íes para
demostrarnos que la política es algo más, mucho más, que compadreos, sueldos y
brindis.
Recuerdo,
especialmente, unas declaraciones gloriosas de Cristina Valido en una emisora
de radio, hace un par de meses, cuando ante una información de similares
características alcohólicas a la que hoy nos concita, salía por peteneras
alegando que habría que consultar –como si en los pueblos no se propagara lo de
cuando el río suena– no sea que todo fuera un bulo. No, señores mandamases de
CC y del PP: de rumores, nada de nada. En los núcleos de población pequeños, y
SJR lo es, sin lugar a dudas, no hay alcohólicos anónimos sino borrachos
conocidos. Y los invito a repasar comentarios de un servidor, en este mismo
blog, en los que invitaba, más que sugería, a que se pusiera remedio a esta
enfermedad. Porque el alcalde lo está y necesita profundas curas de
desintoxicación.
Borracho y
cochino jamás pierden el tino, oí muchas décadas atrás en Icod el Alto. Pero
las disculpas del señor Mesa ante esta avalancha que le está cayendo (y a las
formaciones políticas que sostienen este pacto de gobierno), me apuntan a que
el asunto es mucho más grave de lo que se piensa. Parecen excusas de chico
menudo, aquellas del yo no fui, fue sin querer… Quizás estuviera mirando el
móvil, leí en alguno de los enlaces que al final te dejo. Pero cacho rebenque,
sales de Guatemala y te metes en Guatepeor. ¿No sabes, ingenuo, que eso también
está penalizado?
Si tomas, no manejes.
Sí, Tomás, no conduzcas. Porque si Stevie Wonder pudiera verte en esas
condiciones (chacho, que lo manifiestan abiertamente los funcionarios cuando te
ven llegar al ayuntamiento; y para mayor escarnio cuelgan los audios de las
sesiones plenarias para que todos tengamos acceso a esos portentos lectores),
tendría que reeditar aquella famosa melodía que sirvió de anuncio a la
DGT. Lo tuyo es un programa estilo Salto a
la fama más cutre que El Chiringuito de Georgie Dann. Y San Juan (y San José, y
Las Rosas, y Los Quevedos, y Las Aguas, y La Rambla…) no se merece estar un día sí, y el otro
también, en los medios de comunicación para espectáculos gratuitos amenizados
por quien le queda mucho más que ancho un cargo que solo es reconocido por
aquellos que te apoyan (todas las acepciones) para mantener sus privilegiados
emolumentos de fin de mes. Tan desvergonzadas sus actitudes como tus
comportamientos. Qué rastrera visión.
Tú, que
fuiste policía local, encargado de velar por la seguridad ciudadana, eres ahora
tristísimo titular en ese basto mundo que engloba la denominada Red. ¿Pero no
hay nadie en tu entorno que te haya puesto un espejo delante? Que no, este
circo es algo superior a ese alegato inocente de los efectos de los fármacos
por el problema gástrico gallego. Porque los retortiños de barriga producidos
por una jartada de mariscos se quitan
en una semana de relajo. Hombre, la cagalera es molesta, qué duda cabe, pero
las otras ‘complicaciones’ conllevan tratamientos especiales. Y se necesitan
ayudas complementarias. Me apena que no quieran tenderte una mano. Por lo visto
es más importante una alcaldía (y las retribuciones correspondientes y anexas)
que la salud. Esa no es mi visión de la política. Tal vez por ello, hace nada
más que 26 años, decidí motu proprio seguir siendo yo y volver a la escuela.
¿Ven ustedes comos las capítulos de buenas intenciones –suelen proliferar ahora
por Navidad– que esgrimen los dirigentes políticos –casi sin excepción– chocan
con los intereses partidarios hasta el extremo de consentir situaciones como
las que debe sufrir el noble pueblo ramblero?
Has sido
protagonista, Tomás, en estas fiestas navideñas. Restaste el estrellato al que
nació, eso dicen, en Belén. Te cargaste (sin dobles, aunque pensándolo mejor…)
una preciosa campaña: “Todas las Navidades serán dulces en San Juan de la Rambla”. Porque, como
mínimo, esta triste noticia que has dado lugar nos dejará un sabor agridulce.
¿No te parecen ya demasiados percances? Ya sé que sigues a rajatabla la
consigna aznariana de quién me va a decir a mí lo que tengo que beber. Lo malo
es cada uno puede hacer lo que le venga en gana. Y ‘chutarse’ como mejor crea
conveniente. Como contrapartida, que incongruencia, tu partido sí se inmiscuye,
y de qué manera, en una decisión que solo corresponde a las mujeres. Siento
náuseas y antes de que vomite lo voy a dejar.
En fin, la
superioridad tiene la última palabra. Me temo que volverá a pasar página. Los réditos
económicos pesan sobremanera. Aquí les dejo estos enlaces por si quieren ‘empaparse’
un poco más. A lo peor no están todos los que son.
Nota aclaratoria: Después
de redactado el artículo me entero de que hoy jueves se reunirá Manolo con
Tomás, al que el PP ha abierto expediente informativo (parece que no debe haber
disciplinario). A los de AIS-CC no se les espera todavía, pues faltan unos días
para final de mes.
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