martes, 16 de septiembre de 2014

Hasta el último minuto

–Hasta el último minuto, en la pobreza y en la riqueza, en la salud y en la enfermedad, en los momentos álgidos y en aquellos que vayamos con la proa pa´l marisco, con las primeras luces del alba y cuando las tinieblas de la noche comiencen a extender su negro manto por la faz de la tierra, en la alegría y en la tristeza…
–¿Deliras, amor mío?
–No, prefiero libras esterlinas.
–Me refiero a si desvarías, desatinas, sueñas, fantaseas.
–Una fanta o lo que sea, va a ser que no.
–Estás insoportable, insufrible, inaguantable, intolerable, imposible.
–In, in, in, in, siempre in (con m antes de b y p).
–Dudas existenciales en torno a la vida en pareja.
–Todo lo vivido ha de repetirse eternamente.
–Nuestras vidas están bombardeadas por casualidades…
–…que constituyen coincidencias.
Nolipau (nombre ficticio) comienza la redacción de un blog donde critica la posición de los nacionales por componenda hórror vacui. Guelmisejo (más fingido que el anterior) prefiere la expresión oral, pero tampoco sin pasarse.
–Allá, abajo en el sur, donde hay una playa, entre la arena rubia y al embeleso de las olas, allí te espero.
–La gloria de mi tierra.
–Descansa en paz, Néstor.
–Y ahora, hasta Arguineguín.
–Adiós, prenda de mi alma.
–Me voy como pan sin sal.
–Vino caliente de abajo.
–Que se le vaya quitando.
–Mirando a la luna sobre las espumas.
–Si a tu sombra yo he nacido.
–Quiero vivir a tu sombra.
–El eco de tus palabras.
–Y la rimbombancia de tu adiós.
Siera esboza una sonrisa irónica. Lonoma la tiene permanentemente. Ipso facto convocan rueda de prensa. Ambos dos, sin chaqueta pero con corbata. Del Santander. Qué progresía, ay, Mería, se armó.
–Tenemos un gobierno descabezado, desorientado, apocopado, ensimismado, al fin y a la postre, deslegitimado.
–Me presento, no me presento, me presento, no me presento… ¡Ah!, sí, ¿Cómo? Si hay que hacerlo se hace: tri, tri, tri, tri, tri…plete, perdón, triple de Irving.
–(Cuchicheando) Te están preguntando que cuándo damos a conocer nuestro candidatos.
–Nos sobran, nos sobran. Vamos sobrados. Ni primarias ni hostias. Haremos un sorteo (digital) interno…
–Y así pasan los días, y yo desesperando, y tú, tú contestando: quizás, quizás, quizás. Con diez cañones por banda, Bento en popa a toda vela…
Nuelmasejo (sobradamente aparentado) marcó los nueve dígitos que lo conducirían al teléfono inteligente (en inglés: smartphone) de Nadocar. Al quinto tono (Arre, caballito, que ya falta poco), una melodiosa voz (estilo Tenerife, moda cálida) le contestó desde El Confital (Confitá, traducido al oriundo).
–Sí, aquí estoy tirando la última chabola del pesado este que me dejaste tú como herencia.
–No me toques los bajos…
–¿También pierdes aceite? Pues te los toco. Quedado.
Eso mismo, hasta el último minuto trabajarán con denuedo, se esforzarán hasta el límite de sus posibilidades, blandirán la tricolor de siete estrellas verdes (pongan otra que a los gracioseros esta no les hace mucha ídem), cantarán a pecho descubierto el lucha canario y el chico ganó (de ilusiones)…
–Ahora, por fin, nos podremos dedicar a lo que tanto hemos añorado. Tú ficharás en Los Gofiones y yo veré cumplido mi sueño de parrandear con Elfidio. Mira la que tengo preparada para el Alhóndiga del año que viene: Las cuerdas del timple suenan / con singular maestría, / acordes que al cielo vuelan / en malagueña o folía. Ños, parece que me estoy viendo.
–Anda que la mía: Siete notas musicales / en tan pequeño instrumento, / aromas de mar y sales / que se esparcen con el viento. Pero lo mío es cantar. Y contar chistes.
Se cierra el telón.

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