Cansado de
candidatos (que vienen de otro sitio), de los que se apartan (para regresar en
un santiamén), de las retransmisiones deportivas chillonas, llevo tras semanas
refugiado en el ciclismo. Bien por Contador. También me entretengo en rebuscar
cosas viejas en los periódicos. Y entre lo mucho que se atesora en las planas
de años idos, me quedo en la presente ocasión con una curiosa crónica (El
Atlante, 24 de abril de 1838, páginas 3 y 4) que a un servidor le recordó
ciertos pasajes de El Quijote. Más por el contenido a lo Sancho Panza que por
el barniz literario. He respetado la ortografía original. Por lo tanto, no se
escandalicen. E indicar, asimismo que el simbolismo […] que ustedes hallarán en
el texto indica que en la digitalización de una de las páginas se perdió una
línea, pero que no impide ni altera, en manera alguna, la comprensión de la
reseña que en el periodismo actual se englobaría en la sección de vida
judicial.
“Creemos se complacerán nuestros suscritores
con la lectura del siguiente relato que se nos ha proporcionado, de un juicio
de conciliación celebrado en la
Fuente de la
Guancha.
En el lugar
de la Fuente
de la Guancha
á veinte de Marzo de mil ochocientos treinta y ocho años, ante mi el Alcalde
Constitucional D. Antonio Domínguez y de dos acompañados por falta de Escribano
que aceptaron el encargo conforme a derecho, compareció personalmente D. Miguel
Díaz de Meza vecino de San Juan de La
Rambla demandando en juicio de conciliación á Antonio
González Díaz natural de Icod y trasceunte en este hace cosa de dos a tres
meses; sobre que el tal día ha ido á casa de su suegro D. Francisco García
vecino también de dicha Rambla, persona de mucha edad que cuenta ochenta años, el
que padece por lo mismo de varios achaques; y parece que entusiasmado que dicho
accidente es atraído ó conjunto de animas, el que en este estado se halla
creído dicho su suegro, por lo que parece ha llamado al referido Antonio
Gonzalez Díaz, para que como notado animero, desengañe si es que lo es ó no y
por consiguiente parece ser cierto que el dicho Díaz le dijo que si lo era,
teniendo arrimada á su muger Juana de Meza, quien al tiempo de su muerte supone
quedo debiendo varias deudas y promesas, por cuyo engaño le incomoda al
compareciente dicho su suegro para que le ayude como heredero a pagar una deuda
tan superflua ó impuesta, atraída de personas de tan semejante mala conducta; y
por lo mismo pide que le diga claramente cuales son ó que cantidad quedo
debiendo dicha su suegra porque cree que como Juez de almas se lo debió de
haber revelado.
Y estando
presente el tal Antonio González Diaz contesto ser cierto haber pasado a la
casa de D. Francisco Garcia llamado que fue por su yerno Domingo Luiz Jorge y
su muger Francisca García esta hija lejítima de D. Francisco, a quienes es cierto
les contesto que su accidente no es sino solamente una anima que tiene
arrimada, tanto el como su dicha hija, la cual anima es la referida Juana de
Meza, porque asi le dio el nombre cuando le habló por dos veces el anima, que
quedó debiendo cinco misas rezadas á San Gregorio, una misa rezada á nuestra Señora
de la Esperanza
y otra á San José la que prometió estando comiendo, en cuyo caso con su familia
tubo una roña opacion dando esto por seña, que debe nueve almudes de millo á su
yerno Domingo por haberlo robado que debe […] pesos, declarando se los pague su
marido con lo que le dejó y que también dejó a deber media pipa de vino a su
yerno sin decir a cual, que esto es lo único que se declaró en las dos veces
dichas, y que aun se queda mas que se declaró el anima, de todo lo cual dio una
lista el esponente al referido Domingo Luiz Jorge, no teniendo mas que contestar
y solo si dicho Jorge le ofreció cinco pesos por el trabajo de hablarle lo que
no ha verificado.
Y su merced
oido el dictamen de los dos asociados que lo son por el demandante D. Cristoval
Luis Ravelo y por el demandado D. Salvador Alfonso. Decreto: Que en vista de
ser el demandado un embustero tan semejante, engañando a los hombres inocentes,
comiendo y bebiendo con un arte de tan semejantes picardias; debia de mandar y
mando, que el tal Antonio Gonzalez Diaz vaya preso á la Cárcel, el que es demandante
tendrá que pasarle la manutencion por ser un infeliz mientras tanto que con
certificado y copia de este juicio ocurra al juzgado, como lo pide, para que en
vista de el, de el castigo que corresponda, por cuanto aparece ser una cosa
criminal y todos los dias verse exemplares de igual naturaleza, para que sirva
de escarmiento á otros.
Asi lo
proveyó, mandó y firmó con su señal que acostumbra por no saber escribir,
firmándolo también D. Miguel Diaz y uno de los hombres buenos de que
certificamos tiene una Cruz –†– Miguel Diaz de Meza–Cristoval Luis Ravelo–Pedro
Quintero acompañado–Agustín González Quevedo–”.
Han
transcurrido 176 años. Al menos en la expresión escrita mucho hemos mejorado.
Pero, y creo contar con la complicidad de los fieles seguidores de Pepillo y
Juanillo, sigue existiendo mucho embustero por el mundo. Timadores que se
aprovechan de la ingenuidad de las gentes para clavarlos al menor descuido. Del
mayor o menor grado de analfabetismo (señal de la cruz por no saber escribir),
mejor no establecer comparación alguna con los momentos actuales no sea que nos
llevemos un desengaño.
Hasta mañana.
Genial!! Un diez.
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