Persisten los
comentarios por este Realejo norteño acerca de la campaña iniciada en las redes
sociales por algunos allegados a círculos de Sí Se Puede o Podemos y en la que
se arremete contra la presidenta de la asociación de mayores del barrio
Toscal-Longuera por haber sido ella (de manera directa, se alude, y ni siquiera
supuestamente) la que se encargó de revisar los currículums de los que
aspiraban a un puesto de trabajo en el reciente inaugurado Lidl. Y como la
señora en cuestión es militante del Partido Popular y figuró como suplente en
la candidatura local de 2011, se le atribuyen componendas y manejos para
colocar a sus allegados. Ya el pasado viernes invité a los que se alongaron a
Facebook con comentarios para todos los (dis)gustos a que acudieran, ipso
facto, al juzgado con las pruebas pertinentes. A este opinador barato no le
entra en la cabeza que tal burda maniobra haya tenido lugar, porque en el
supuesto de que hubiera (o hubiese) habido algún acuerdo (¿por agradecimiento
de no se sabe qué?) entre la empresa alemana y el partido que rige los destinos
del pueblo en este mandato, lo habrían resuelto en otros foros (igual de
ilícitos). Sea como fuere, y bonito estoy yo para justificar ardides, los
amigos de los juzgados más cercanos me tienen al tanto de no haberse producido
movimiento al respecto. Además, se habría vendido con mucha parafernalia
propagandística. Cuántas derivas hallamos en los cuentos. En otra época, uno de
los acusadores y la evidenciada se llevaban mejor. Una participación en concurso
literario (más bien de investigación) y posterior edición del trabajo (lleva
dedicatoria) me hace sospechar que cualquier tiempo pasado fue… diferente.
Un obispo ha
recordado a Gallardón que ha de continuar adelante con la Ley del Aborto porque las promesas
electorales deben cumplirse. Sospecho que el clérigo entenderá que se comete
pecado mortal en caso contrario. Y me imagino que el resto de incumplimientos gubernamentales
se englobará en el capítulo de los veniales, de los que se curan con una simple
oración. Francisco, vente a España y pon orden porque alguno mea más de la
cuenta por fuera de la escupidera (bacinilla).
Coalición
Canaria anda a la greña. Desde su cúpula regional (ellos dirían nacional) hasta
el Valle de La Orotava. Tras
la disputa Clavijo-Rivero y después del espectáculo vivido en Los Realejos unas
semanas atrás, su suben al carro las posibles aspirantes portuenses. La una
tira para El Penitente (Sandra) y la otra para San Telmo (Milagros). Mientras,
Marcos Evangelista sigue en profunda reflexión. Bueno, casi dormido. Mejor, en
dulces sueños. Solo falta que Linares y Dóniz se fajen a la trompada en El
Calvario, delante de la casa de Valencia, mientras este dirige el tráfico para
que no se colapse ante el esperpento.
Nada claro
tengo el asunto del desahucio tacorontero. Nadie soy, ni elementos de juicio
poseo, para cuestionar la sentencia judicial por la que estas dos personas
debían abandonar la casa tristemente famosa. Mucho menos comparto la visión de
los buitres (sobre todo ‘informativos’) que contribuyen a la diversión que
fomenta el morbo de las masas y a la búsqueda y captura del incremento de las
audiencias. Lamentable el circo montado. En todos los sentidos. Y las imágenes
de unas paredes pintadas al más puro estilo grafitero barato me han conducido a
reflexiones (de eso va el titular) que me dejan anonadado. En esta, publicada
en Diario de Avisos (entre otras tantas), observamos a un docente jubilado (la
causa la desconozco) mucho más tiempo ha que un servidor, cómo contribuye a una
enseñanza de calidad. La misma que probablemente criticó en su brillante etapa
sindicalista. Reivindicación hasta las últimas consecuencias. Idénticas a las
de sus arengas en las reuniones de los órganos de gobierno de cualquier centro.
Por ejemplo, el que compartimos. Sí, son los temas de “enjundia”. Puede que similares
a los que, y dejémoslo en mera anécdota, se suscitara en determinada reunión de
un consejo escolar y que, a buen seguro, deberá recordar, sorna incluida, quien
después ocupara cargo de relevancia en el organigrama de la Consejería de
Educación. O al director de aquel entonces. Al que, por cierto, aún no hemos
sido capaces de reconocer su ingente labor en sacar a un instituto de FP del
más profundo ostracismo a equipararlo con el prestigio de cualquier otro IES que
se precie. Y como no es el argumento en cuestión el único fregado en el que
este observador impenitente lo ha visto inmerso (hay más de la Ciudad de la Alhóndiga, qué memorias
más olvidadizas), y siempre con los aditamentos de la salsa de medios de
comunicación estilo chanchullo, manipulación y pasteleo, ya uno, tirando para
viejo, se muestra reacio y desconfiado. ¿Dónde estaba toda esta pléyade a la
hora de pagar cierta deuda que hubiese evitado todo el guion cinematográfico posterior?
Si la casa fuese mía, jamás permitiría que me la pintaran de esa manera. ¿Venganza
pura y dura? Porque la sentencia podrá ser revisada y una situación siempre es
factible de revertirse. Que no, hombre, no te preocupes. No comparto en manera
alguna que se produzcan estos hechos. Ni que haya un despliegue policial de tal
magnitud. Pero ni aun así, el cabreo puede dar lugar a que califiquemos a la
jueza de cabrona o a los guardias civiles como hijos de puta. Flaco favor le
hicieron a Berta y Antonio bastantes de los concentrados en las afueras. Y
muchos de los que tuvieron el privilegio de hallarse dentro del edificio. Pienso,
y concluyo, que existen muchas sombras y más tinieblas en torno a este
lamentable y desgraciado suceso. No todo se ha dado a conocer. ¿Qué intereses
era conveniente soslayar? Por eso esperé unos días. Para meditar y no lanzarme
en caliente al comentario fácil y liviano de otros foros. Así que, escrito
queda. Y no me mueve más ganancia que matar el gusanillo de la escritura a
través de la libertad de opinión con que me ampara la Constitución. Salvo
que los manifestantes me demuestren lo contrario.
Mañana se
abre el plazo para solicitar los viajes del Imserso. Deja ver si me puedo dar
un salto más que sea a Menorca. Ya
les contaré.
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