viernes, 5 de diciembre de 2014

Doble lectura

O entre líneas, si lo prefieren. Porque la lectura de las múltiples informaciones que nos abruman diariamente, brinda posibilidades ‘jugosas’.
El presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro, ha presidido este miércoles el acto conmemorativo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Y me pregunto si no sería conveniente que ningún político se preste a estos ejercicios. No dudo de las buenas intenciones del personal, pero este doble retozo entraña peligros más que evidentes. Aquel que pretenda sacarle chispa a las situaciones que la vida nos brinda, es mi caso, podría colegir si el honor concedido al palmero inmortal no intenta señalarle, precisamente, que ya está bien de incrementar bagajes. Ayer lo señalábamos: cuando no valgas para hacer la o por un canuto, agárrate a esa tabla de salvación que es el asidero político. Y como Clavijo no supere el trance de la imputación, nada te extrañe que el señor Cordobez se crea ‘capaz’ de sustituir a Paulino.
Inés Rojas, consejera de Cultura, amén de Políticas Sociales y Vivienda (cuánta capacidad), conejera ella y maestra desertora (Rivero es su guía espiritual), confundió al presidente actual del Museo Canario con el fundador de la institución, a saber, el Doctor D. Gregorio Chil y Naranjo, fallecido en Las Palmas (había nacido en Telde antes de que la ciudad se convirtiera en el circo de ahora mismo) allá por 1901. Ya que la política asegura haber conversado con quien falleció hace más de un siglo, uno piensa si la actividad (no te rías) continuada en cuanto cargo se le ponga por delante no provoca trastornos neuronales graves. Ya dispone la Isla de los Volcanes de un precedente notorio y significativo en aquel portento de consejera de Turismo, doña Rita Martín, experta en ubicar las Salinas del Janubio en la casona de la familia Sall.
El Gobierno popular quiere limitar a seis meses las instrucciones judiciales. Así, a bote pronto, parece una idea estupenda. Sobre todo para que las causas en las que se hallen involucrados los cargos públicos no se eternicen y se dé la sensación de que la impunidad es moneda corriente. Pero si meditas un fisco, ya te puedes suponer las quejas de los jueces ante la escasez de medios a la que se enfrentan en su día a día. Ello provocará, indefectiblemente, la incoación de sumarios cuya tramitación adolecerá de múltiples defectos y provocará su anulación. Y, a lo peor (qué mal pensado soy), es lo que se procura con esta aparente reforma. Otra de las tantas a las que nos tiene acostumbrados la tropa de Moncloa, sorayos o no.
Los vecinos de la Cueva del Polvo (Guía de Isora) dispondrán de una pasarela. El Cabildo la ubicará porque la candidata de CC a la alcaldía de aquel municipio sureño se merece que le echen una mano para derrocar al malvado de Pedro Martín. Aurelio en esos momentos se hallaba ausente. Como de esos amaños ya vamos sobrados, a un servidor siempre que pasa por aquel lugar le ha llamado la atención tan sugerente nomenclatura. Ignoro si se debe a que la ventolera levantaba mucho ídem por los contornos o que en realidad existe una cueva en la que… ya ustedes me entienden. De ser esta segunda posibilidad la correcta, perfecto me parece que se acometa la colocación. Con el consejo de que la aseguren bien, no sea que se acreciente notablemente el número de visitantes por razones que no vienen al caso.
Y acabo en el centro penitenciario de Gran Canaria. Instalación que no conozco (la de aquí sí la visité una vez), pero en la que se ha armado un guirigay de no te menees a cuenta de los sujetadores de las abogadas. Los funcionarios encargados de controlar la entrada dicen tener instrucciones para que las susodichas se desprendan de la precitada prenda por motivos de seguridad. Algunas, por lo visto, han hecho saltar el pitido de rigor en el arco detector de metales. Ya puestos –cómo vuela la imaginación– en la tesitura, la lista de aspirantes al cacheo habrá superado, y con creces, la de cualquier otra labor carcelaria.
En este país… Hasta mañana.

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