lunes, 19 de enero de 2015

Se va Repsol

Los propios partidos que critican hasta la saciedad los recortes habidos en estos últimos años, aquellos que han cuantificado las disminuciones en aspectos tan básicos como la sanidad y educación, han considerado conveniente solicitar que el Parlamento de Canarias aumente el número de diputados. De los 60 actuales a 68. Parece que se incrementaría en cuatro los correspondientes a Tenerife y Gran Canaria. No he tenido acceso a las operaciones matemáticas para llegar a tales conclusiones, pero si ellos estiman que con esta medida se resuelven los graves problemas que existen en estas islas, soy capaz de erigirme en portavoz de numerosos votantes para espetarle en sus narices que un churro, dicho (escrito) con todos los respetos. Mientras no se recatan en poner en solfa el elevado número de ‘enchufados’ en las instituciones (piénsese que suelen tener escasa representación), no dudan en lanzar propuestas como la descrita. Les hago una contraoferta: Dado que ese minúsculo aumento solo supondría ubicar ocho nuevas sillas, ya que estamos, y dado que la crisis es un hecho del pasado, tiremos la casa por la ventana y fijemos un número más redondo, por ejemplo, 120. Habría más debate, más contrastes, más riqueza y variedad, en suma, más repartos. Y menos paro, claro.
Vamos a ver, señores aspirantes. Si ustedes lanzan desaforadas campañas contra los establecidos porque no distribuyen bien los escasos recursos públicos, si creen tener la varita mágica para acabar con el desempleo, la deuda y poner a España a la misma altura que cualquier país desarrollado (por tú el nombre que te apetezca), cómo se les ocurre tamaña barbaridad que va en contra de los principios que sostienen y de toda lógica. ¿No se dan cuenta de que caerían en los errores que critican? Y que podemos pensar con toda la naturalidad del mundo que, al fin y al cabo, lo único que quieren es darse asimismo una montadita. Chacho, lo voy a escribir: Al final viene a resultar que son más casta que yo. Léanse los más de 1500 artículos de este blog, mi ideario, y comprobarán que mi progresismo los adelanta (por la izquierda, como dictan las normas) a una velocidad de crucero. ¿No serían mucho más creíbles formulando una reducción de al menos el 50%. Sí, con treinta va que chuta. Y lo mismo me excedí.
Debo aprovechar la coyuntura favorable de que el PP se halla en periodo de reflexión y autocrítica con su particular “a relaxing cup of café con leche” (Botella), aderezado con unos chuches sin IVA (Rajoy), para dar mi parecer del sugerente tema de las prospecciones. Asunto en el que la implicación del ministro Soria, alegando interés nacional, es directamente proporcional al empecinamiento del presidente Rivero. Los 140.000 barriles diarios durante 20 años se han quedado en un frasco de cualquier bebida gaseosa. Por el camino, manifestaciones, declaraciones, adhesiones, confusiones, confrontaciones y acciones a montones. Años estuvimos entretenidos. Y nos convertimos –los políticos los más– en acérrimos defensores del medio ambiente. Se buscaron alternativas al crudo y potenciamos las energías alternativas. Fuimos la avanzadilla mundial en respirar aire puro y modelo a imitar con nuestra campaña de contaminación cero. Hicimos, carajo, el ridículo más espantoso.
¿Nos toman el pelo? Sin duda. Los unos y los otros. À gauche et à droite. Y para que veas que todo se queda en la pantomima de turno, si CC logra que Clavijo sea su abanderado en el próximo mes de mayo, te apuesto los 50 céntimos estipulados que puede ser el mismísimo Rivero el que se encargue de firmar la paz con don José Manuel. Y se les importará tres pimientos lo dicho, escrito o plasmado meses atrás, porque el interés general estará por arriba del bien y del mal. Casi cuatro años de pacto con los socialistas (largo periodo inédito por estos lares) ya pesan demasiado. Tanto como el mamotreto de Las Teresitas. Al que ya Bermúdez le busca encaje legal para no derribarlo. Sabe que Cristina, por aquello de la posible debacle nacional, no las tiene todas consigo y a ver si entre los dos, pelillos a la mar. Coalición siempre se ha acomodado a cualquier brazo. Y nada te cuento si los consejeros palmeros son reintegrados al seno del Partido Socialista. Castro y Antona no desentonan. Y la señora Taño ya le tiene prometidas unas flores a la Patrona.
Como el panorama tras las inminentes elecciones será de un disperso elevado al cubo, siempre, siempre y siempre en cualquier río revuelto ganarán los trafulleros mayores. La única posibilidad de que así no suceda es que desde dentro de la propia (des)organización, alguien (el de El Sauzal, verbigracia) dinamite alguna de las columnas que sostienen el edificio. Pero ni siquiera así, porque Román, el recogedor, se halla a la expectativa. La única diferencia es que se turnaría la capitalidad de las influencias. ¿Tú has visto si cualquiera de ellos ha sido capaz de pedir perdón por lo que declaró unos meses antes y ahora las hemerotecas se lo restriegan por los bezos? Nada, ni se ponen colorados. Se adaptan al entorno, como los camaleones.
Y termino con este acróstico para hacer honor al titular:
Se acaban las prospecciones
En nuestras aguas cercanas,
Van a tierras más lejanas
A buscar nuevos galones.
Reiteran declaraciones
En medios audiovisuales:
Paulino le echa timbales,
Soria solloza la ausencia;
Odio tanta malquerencia,
Listado de carcamales.
¿La foto? Interprétala como quieras. Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

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