martes, 21 de abril de 2015

Silencios

Si no fuera porque todavía hay algún atrevido que me anima a seguir con esta manía de garabatear cuatro párrafos cada día en Pepillo y Juanillo, ya hubiese mandado a tomar viento fresco este blog. Porque es un compromiso, y grande, el buscar motivos sobre los que emitir opiniones de lunes a viernes (los fines de semana descanso). Y lo que es mucho más importante, que aquello que escribas pueda dar lugar a comentarios posteriores y que se suscite el intercambio de pareceres oportuno. Es decir, que haya un mínimo de interés en las líneas plasmadas en el soporte digital. Hemos, pues, de recurrir, cada vez que uno se sienta ante el teclado para tiznar una pantalla inmaculada, al consabido mensaje de que si no tienes nada de cierta enjundia y trascendencia, mejor permanecer en la cómoda posición de en boca cerrada no entran moscas. O que la elocuencia de un silencio no sea perturbada por inoportunas aperturas bucales.
El que no aprende es el popular González Pons. Reconozco que lo escuchaba años atrás en sus intervenciones en La Ventana (Cadena Ser). Cuando el programa era conducido por Gemma Nierga y coincidía la programación de tarde con mis caminatas. Y dista bastante de sus lindezas actuales. De las que el manual de su partido le señala, pero que él interpreta en cada vez más sesgadas apariciones ante los medios de comunicación.
La última guinda, con motivo del espinoso afer de su correligionario Rodrigo Rato, ahora más conocido por ese señor. A este paso van a tener que inventar otras coletillas porque la diferenciación va a ser imposible. Ya no es solo Bárcenas. Pues bien, nos deleitó el señor González Pons: "Algún crédito tiene que tener el PP por no haber puesto obstáculos a la detención".
Entonces, estimado popular, ¿significa eso que si el partido hubiese querido a Rato ni lo molestan? ¿Nos insinúa, acaso, que su partido, el que rige los destinos gubernamentales de este país, dispone de los mecanismos adecuados para paralizar la Justicia a su conveniencia pasándose la separación de poderes por el forro de la caja B? ¿Les interesaba, quizás, otro chivo expiatorio que les ayudara a tapar más vergüenzas ante el previsible bajón electoral?
Don Esteban se ha venido destacando por sus gloriosas manifestaciones. Desde muchos miles puestos de trabajo hasta el último desatino de hace un RATO. Seguirá prisionero de sus palabras mientras no sea capaz de quitarse la etiqueta que tan merecidamente lleva adherida: Bocazas.
No solo son políticos. También hay gente del gremio periodista. De los que, como yo, suelen comentar mucho. Sobre todo en las redes sociales. Aunque no descartan paseos televisivos. Hasta que les cogen la matrícula.
Ignoro la procedencia de una información que asegura que los docentes canarios son de los que más cobran del todo territorio patrio. Tengo amigos del ámbito peninsular que me confirman que no. Pero no lo voy a discutir ahora.
Hay algo que no me cuadra. Somos la segunda comunidad en la que más cobran nuestros profes, pero somos la primera en fracaso escolar. Que alguien me lo explique...
Ahhh, ya entiendo la poca conflictividad del sector, les han untado los bolsillos, ya, ya ...
Copiado tal cual. Lo mismo requiere una nueva y prolongada estancia en un recinto escolar (educativo). Está bueno el periodismo actual para ir impartiendo lecciones. Por lo visto no ha tenido acceso el autor del texto en cursiva a los continuos recortes, cuando no congelaciones y supresiones de pagas extras, que han sufrido los funcionarios públicos. Pero, claro, como todos son iguales (los somos, aunque ya transite por el gremio jubilado), al mismo saco. Gandules, oportunistas, peseteros, chaqueteros, arrimados al sol que más calienta, que vegetan en las aulas, que piden bajas injustificadas…
Como maestro de escuela me entristecen estas situaciones. Es como si yo afirmara en estos mismos instantes que todos los periodistas son unos vendidos. Que actúan a la voz de su amo y al dictado de intereses económicos bien definidos. Mas no todos somos iguales.
Silenciar, no, jamás. Pero ecuanimidad, siempre. Si quieres informar, infórmate. Si quieres opinar, también. Ligerezas, las justas. Jamás he visto en encuesta alguna (y qué poco amigo y seguidor soy de las mismas) que maestros y profesores hayamos aparecido sumergidos en valoraciones negativas, con muy escasa consideración en la valoración ciudadana. Del periodismo no puedo decir lo mismo. Y me salió el pareado de marras.
Hasta mañana. Y cuando me trinquen en cualquier renuncio, duro y a la cabeza. Por atrevido. Ojalá el nivel de exigencia que me impongo para este círculo de amigos lo pudiera vislumbrar en medios de superior porte.

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