Si no fuera
porque todavía hay algún atrevido que me anima a seguir con esta manía de
garabatear cuatro párrafos cada día en Pepillo y Juanillo, ya hubiese mandado a
tomar viento fresco este blog. Porque es un compromiso, y grande, el buscar
motivos sobre los que emitir opiniones de lunes a viernes (los fines de semana
descanso). Y lo que es mucho más importante, que aquello que escribas pueda dar
lugar a comentarios posteriores y que se suscite el intercambio de pareceres
oportuno. Es decir, que haya un mínimo de interés en las líneas plasmadas en el
soporte digital. Hemos, pues, de recurrir, cada vez que uno se sienta ante el
teclado para tiznar una pantalla inmaculada, al consabido mensaje de que si no
tienes nada de cierta enjundia y trascendencia, mejor permanecer en la cómoda
posición de en boca cerrada no entran moscas. O que la elocuencia de un
silencio no sea perturbada por inoportunas aperturas bucales.
El que no
aprende es el popular González Pons. Reconozco que lo escuchaba años atrás en
sus intervenciones en La
Ventana (Cadena Ser). Cuando el programa era conducido por
Gemma Nierga y coincidía la programación de tarde con mis caminatas. Y dista
bastante de sus lindezas actuales. De las que el manual de su partido le
señala, pero que él interpreta en cada vez más sesgadas apariciones ante los
medios de comunicación.
La última
guinda, con motivo del espinoso afer de su correligionario Rodrigo Rato, ahora
más conocido por ese señor. A este paso van a tener que inventar otras
coletillas porque la diferenciación va a ser imposible. Ya no es solo Bárcenas.
Pues bien, nos deleitó el señor González Pons: "Algún crédito tiene que
tener el PP por no haber puesto obstáculos a la detención".
Entonces,
estimado popular, ¿significa eso que si el partido hubiese querido a Rato ni lo
molestan? ¿Nos insinúa, acaso, que su partido, el que rige los destinos
gubernamentales de este país, dispone de los mecanismos adecuados para
paralizar la Justicia
a su conveniencia pasándose la separación de poderes por el forro de la caja B?
¿Les interesaba, quizás, otro chivo expiatorio que les ayudara a tapar más
vergüenzas ante el previsible bajón electoral?
Don Esteban
se ha venido destacando por sus gloriosas manifestaciones. Desde muchos miles
puestos de trabajo hasta el último desatino de hace un RATO. Seguirá prisionero
de sus palabras mientras no sea capaz de quitarse la etiqueta que tan
merecidamente lleva adherida: Bocazas.
No solo son
políticos. También hay gente del gremio periodista. De los que, como yo, suelen
comentar mucho. Sobre todo en las redes sociales. Aunque no descartan paseos
televisivos. Hasta que les cogen la matrícula.
Ignoro la
procedencia de una información que asegura que los docentes canarios son de los
que más cobran del todo territorio patrio. Tengo amigos del ámbito peninsular
que me confirman que no. Pero no lo voy a discutir ahora.
Hay algo que no me cuadra. Somos la segunda
comunidad en la que más cobran nuestros profes, pero somos la primera en
fracaso escolar. Que alguien me lo explique...
Ahhh, ya entiendo la poca conflictividad del
sector, les han untado los bolsillos, ya, ya ...
Copiado tal
cual. Lo mismo requiere una nueva y prolongada estancia en un recinto escolar
(educativo). Está bueno el periodismo actual para ir impartiendo lecciones. Por
lo visto no ha tenido acceso el autor del texto en cursiva a los continuos
recortes, cuando no congelaciones y supresiones de pagas extras, que han
sufrido los funcionarios públicos. Pero, claro, como todos son iguales (los
somos, aunque ya transite por el gremio jubilado), al mismo saco. Gandules,
oportunistas, peseteros, chaqueteros, arrimados al sol que más calienta, que
vegetan en las aulas, que piden bajas injustificadas…
Como maestro
de escuela me entristecen estas situaciones. Es como si yo afirmara en estos
mismos instantes que todos los periodistas son unos vendidos. Que actúan a la
voz de su amo y al dictado de intereses económicos bien definidos. Mas no todos
somos iguales.
Silenciar,
no, jamás. Pero ecuanimidad, siempre. Si quieres informar, infórmate. Si
quieres opinar, también. Ligerezas, las justas. Jamás he visto en encuesta
alguna (y qué poco amigo y seguidor soy de las mismas) que maestros y
profesores hayamos aparecido sumergidos en valoraciones negativas, con muy
escasa consideración en la valoración ciudadana. Del periodismo no puedo decir
lo mismo. Y me salió el pareado de marras.
Hasta mañana.
Y cuando me trinquen en cualquier renuncio, duro y a la cabeza. Por atrevido.
Ojalá el nivel de exigencia que me impongo para este círculo de amigos lo
pudiera vislumbrar en medios de superior porte.
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