Reburujar:
v. Fv, GC, Tf y Go. Revolver, enredar lo que estaba ordenado. Como se acababa de levantar, tenía el pelo
todo reburujado. Eso indica la Academia
Canaria de la Lengua. Todo
con mayúscula para destacar que la modalidad del habla en estas islas ha sido
altamente valorada por eminentes filólogos (dicho sea con todo cariño a tantos
sesudos locutores, oriundos y autóctonos, que un día se van a quedar sin aire
al forzar los plurales). Y me temo que hoy, para concluir esta segunda semana
de septiembre, vaya a salirme un rebujato
(o rebujón: Trazo mal hecho; o mal ajeitado, para seguir en la línea).
Tal fue la
cantidad de temas a los que sacarle jugo con los que me tropecé en la tarde de
ayer jueves, que seleccionar uno me parecía una irreverencia, una falta de
respeto a mis estimados seguidores (alguno de ellos se levanta antes que yo).
Vamos allá:
A eso de
mediodía regresaba de Las Abiertas (Icod de los Vinos) y escuchaba el programa
Tajaraste, de Puchi Méndez. Suelo tener siempre sintonizada en el coche la
SER. Qué se le va a hacer. Otras las tengo
prohibidas por prescripción facultativa. Como se estaba celebrando una reunión
acerca del controvertido tema del mantenimiento del Polígono Industrial Valle
de Güímar (el de la raya azul), intervinieron (telefónicamente) el alcalde de Arafo
(examigo de Manuel Domínguez) y su homóloga de Candelaria. Ambos, a pesar de
sus diferencias ideológicas, coincidieron en la importancia de resolver este
asunto y se quejaron de la postura (¿pataleta de niña chica?) de la autora de
la pintada, quien no solo no asistió a la reunión, convocada desde hacía un
mes, sino que ni siquiera se dignó excusarse. Cuando no se entiende que la
gestión constituye el 99,9% de la labor municipal y se escudan en argumentos
peregrinos para no reconocer meteduras de pata evidentes, flaco favor se presta
a unos vecinos que contemplan atónitos estas veleidades. Por lo relatado, debió
la señora Luisa Castro vedar asimismo la presencia del secretario (o
secretaria) de la corporación, porque se trataba de concluir la redacción del
documento que debe regir el funcionamiento de la Comisión correspondiente.
Penoso. Me atrevo a sugerirle por segunda vez en pocos días que se eche un
higo.
Uno creía que
una campaña electoral se celebraba para debatir programas. Los que finalizan
mandato (o legislatura), para poner sobre la mesa sus haberes. Y los
aspirantes, para ofrecer alternativas. Pero en Cataluña hemos alcanzado el
paroxismo total. No he escuchado que los responsables del gobierno de la Generalitat hayan
aportado ni un miligramo de lo que han llevado a cabo en este periodo. Es más,
ni los adversarios se lo han demandado. Se trata, única y exclusivamente, de
resolver el plebiscito de sí o no a la independencia de esa franja del noreste español.
Y las llamadas al electorado van por esa vía. No hay más. Ni aun las pesadas
losas de la corrupción que pesan sobre Convergencia, parecen hacer mella.
España es diferente fue eslogan utilizado tiempo atrás. Pues Barcelona, y sus
satélites, lo es más. Tanto que ni el cabeza de lista de esa candidatura
unitaria (un tal Romeva) tiene asegurada la continuidad tras el 27-S, ni que
Esquerra se cuestione los millones ‘heredados’ de la familia Pujol, ni si Guardiola
se compromete a dejar de entrenar al Bayern München… La unanimidad sí se
demuestra con la denominación de la lista de Mas, aunque él haya quedado algo
rezagado, como medio de cierre, más bien.
El Hierro,
siempre El Hierro, tan pequeño y cuánto juego político da. Los de AHI son de
CC, pero no son de CC. Me recuerdan a otros independientes de un pueblo
limítrofe al mío. Son escasos, todos tienen un puesto asegurado (o más, como la
censurada Melissa), aunque siempre llaves, candados y cerraduras de la
gobernabilidad en Canarias. Están y no están. Y si nos vamos, otros novios nos
cortejarán. Genio, destreza y valor, y ‘nobleza’ en la mirada. Ramón Méndez y
Machín, el Chorizo y el Piñero, se batieron con honor en la arena del terrero.
Ya comienza la luchada, la gente en la grada espera, para ver cómo se agarra el
Pollito de Frontera. En La Hoya
del Morcillo, yo bregué con Barbuzano, me pegó fuerte cadera, nada más soltar
la mano…. ¡Ay!, amigo Inocencio, esto es de locos. Tendremos que retirarnos
unos meses en La Galana.
Se ha
descubierto el ejemplar más antiguo del género homínido: El Homo Naledi.
Elegante, aunque algo bajito, de poco peso (en consonancia con la estatura) y
un cerebro del tamaño de una naranja. La información no detalla la marca de la
fruta. Porque si tú vas al supermercado, están las chinas o mandarinas, muy
pequeñas, hasta unas grandotas, que debieron ser alimentadas con algún
suplemento. Pues yo creo que esta especie (lo digo por el cerebro) ya se había
descubierto desde mucho antes en algunas emisoras de radio y televisión. Y como
me dijo cierta vez un alumno en el IES, te lo puedo demostrar científicamente.
Me bastaría con citar algún episodio religioso y festivo.
Para el
final: la guinda:
El oportunismo
político del grupo popular realejero raya la indecencia, el cinismo más grosero
y la incoherencia más abyecta. Tras siete años de tener recurrida (sí, ustedes,
que proceden del mismo planeta que los que firmaron el recurso) la ley 13/2005
(la del matrimonio homosexual, para entendernos), tras haber votado
negativamente en una sesión plenaria la propuesta de retirarlo (porque son
cosas de Madrid; como si los de la capital, Mariano, Soraya, Cospedal y resto
de la mesnada, fuesen socialistas de toda la vida), tras pasarse por la cueva
del Roque Chico ciertos acuerdos a los que se vota sí, pero no, van y se sacan
la foto del rédito (de la ignominia, más bien) con la primera pareja realejera
que se unió en matrimonio hace diez años. Patética la foto con Adolfo portando
la tarta y enternecedora la sonrisa de la concejala de igualdad y discapacidad.
Si Diógenes levantara la cabeza y vislumbrase a estos Alejandros de turno, se
encerraría para siempre jamás en su tinaja o barril. Es la misma obscenidad
demostrada por la cúpula nacional cuando a raíz de la sentencia del TC (2012)
que declaraba constitucional, por amplísima mayoría, el matrimonio entre
personas del mismo sexo, salieron con el manual de instrucciones a proclamar
las bondades y excelencias de lo que habían negado hasta dos minutos antes. Ya
lo tenemos asumido en el partido, dijeron al unísono. Y ahora mismo se hallan
en la disyuntiva de si asistir o no a la boda de Javier Maroto (nombrado
vicesecretario como figurín, pantalla y nosotros también somos progres) con su
pareja, José María Rodríguez, tras una relación de 19 años. No, quizás Rajoy se
halle muy ocupado en la cruzada catalana. Son más falsos que un billete de
dieciocho euros. Tanto como el mismísimo Cascos (no, ya ese no es de los
nuestros) que vota en contra de la ley del aborto, pero, aprovechando que el
Sella no lleva excesivo caudal, ya se ha casado tres veces. A lo peor hallamos
ejemplos más cercanos, mucho más. Sin tener que ir a Vitoria. ¿Impúdicos? Como
mínimo, sí.
Y ya está.
Voy a descansar.
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