miércoles, 16 de marzo de 2016

Vamos a pescar

Entre la ración informativa diaria es de obligado cumplimiento el echar una ojeada a los digitales gomeros. En los que observo últimamente el desaforado mitin fotográfico de Curbelo. Tanto que ya le encuentro relación con alguien que me queda más cerca. Cada vez que se reaviva cualquier asunto turbio en el que se le involucra (pongamos de ejemplo el denominado Caso Telaraña, en el que se investiga su participación en una supuesta trama para especular con la reclasificación urbanística de diversas parcelas, así como de un supuesto incremento patrimonial injustificado), surgen iniciativas a porrillo. Los tres diputados obtenidos merced al  controvertido sistema electoral canario juegan a escenificar lo que durante décadas debió ser el cometido normal de quien cobra de las arcas públicas. Ejercicio que Casimiro conoce a la perfección en infinidad de etapas. Desde el gandulismo más absoluto hasta la presencia empalagosa en cuanto micrófono se le ponga a su alcance.
Ayer me llamó la atención un artículo de opinión de la diputada autonómica socialista (del PSOE, porque como ahora todos lo son y no tengo en mi poder la prueba genética, concédanme el beneficio de la aclaración), Ventura del Carmen Rodríguez Herrera, quien tras un exordio bucólico a la hora del cortado en el Puerto de Vueltas, nos cuenta la iniciativa parlamentaria defendida por su compañera Rosa Bella Cabrera, de Fuerteventura, por la que se pretende echar un cable a los pescadores permitiéndoles que a sus faenas lleven turistas en sus embarcaciones. Con lo que se ayudaría a una economía en horas bajas, al tiempo que los foráneos conocerían de primera mano las labores marineras.
Luego, en otro apartado del mismo medio, la también diputada, pero del grupo de Casimiro, Melodie Mendoza, declara que debido a la crisis que atraviesa el sector se deben buscar e impulsar alternativas, no solo para mantener la actividad pesquera, sino, y es lo más importante, mejorar la economía de los sufridos hombres de la mar.
Transcribo uno de los párrafos de la representante de ASG:
“Es deber del Gobierno favorecer el desarrollo y la diversificación de la pesca artesanal mediante una regulación que ampare, por ejemplo, que los turistas puedan acompañar a nuestros pescadores mientras estos realizan su faena, o que se impulse un turismo pesquero, para que sean los propios turistas los que utilicen los barcos de pesca y compartan la tarea con nuestros pescadores”.
Y se extiende en más consideraciones para, al final, justificar el apoyo a la proposición. Pero despacha este particular en apenas una línea, lo que me hace sospechar que casi el PSOE se queda con la miel en la boca pues en un tris le birlan la idea.
Me asaltan varias dudas. ¿Puedo yo en mi coche transportar a unos alemanes a Las Cañadas a cambio de un precio razonable? ¿Están las lanchas preparadas para darle un garbeo a los que apoquinen unos billetes? ¿Constan de los debidos elementos de seguridad como para delegar funciones en manos inexpertas? ¿No pondrán el grito en La Fortaleza las empresas Tina Excursiones, Speedy Adventura, Océano Gomera, Excursiones Yani y Amazonia (por citar solamente las que incluye el sitio oficial del ayuntamiento chalanguero), ante la competencia desleal? ¿No le saldrá más caro a los ya empobrecidos pescadores (la propia exposición de motivos así lo considera) adecuar sus embarcaciones con los elementos necesarios para acometer estos nuevos servicios? Y un sinfín de ellas más.
Creo que les ha podido el sentimentalismo idílico de un cuadro que impresiona las retinas, pero que en la práctica es de difícil, por no decir imposible, encaje. Pretenden vestir un santo par desnudar a otro. Fájense todos en la misión de implantar de nuevo el tráfico marítimo interior y déjense de machangadas. Si quieren, podrían cambiar los itinerarios para que el regreso de Gran Rey fuese por el norte hasta la Villa. Con lo que se tendría la posibilidad de echar una visual a Los Órganos.
Claro, si esta es la actividad del Parlamento, nada me extrañaría que el presidente del Cabildo pretendiera conducir el helicóptero contraincendios, reconvertido (bien les gusta una chapuza) en ambulancia aérea para casos de emergencia. Cuando media isla lo sigue culpando de los errores cometidos en la gestión (me dirá que son los técnicos) del tristemente famoso incendio último (aunque luego lo votan en masa porque la red clientelar es más espesa que el tafor), de lo que se trata es de acaparar. Las infraestructuras muertas de risa (primero se hacen y más tarde se planifica por si valen para algo), cuyos montantes económicos bien hubiese servido para causas de más nobles portes, que se caigan o derriben. Volveremos a llorar por lo abandonados que nos tienen.
Otra palmera que pegará el estampido. Varios ejemplares del parque anexo ya han bajado a barrer. Queda menos.

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