Entre la
ración informativa diaria es de obligado cumplimiento el echar una ojeada a los
digitales gomeros. En los que observo últimamente el desaforado mitin
fotográfico de Curbelo. Tanto que ya le encuentro relación con alguien que me
queda más cerca. Cada vez que se reaviva cualquier asunto turbio en el que se
le involucra (pongamos de ejemplo el denominado Caso Telaraña, en el que se
investiga su participación en una supuesta trama para especular con la
reclasificación urbanística de diversas parcelas, así como de un supuesto
incremento patrimonial injustificado), surgen iniciativas a porrillo. Los tres
diputados obtenidos merced al
controvertido sistema electoral canario juegan a escenificar lo que
durante décadas debió ser el cometido normal de quien cobra de las arcas
públicas. Ejercicio que Casimiro conoce a la perfección en infinidad de etapas.
Desde el gandulismo más absoluto hasta la presencia empalagosa en cuanto
micrófono se le ponga a su alcance.
Ayer me llamó
la atención un artículo de opinión de la diputada autonómica socialista (del
PSOE, porque como ahora todos lo son y no tengo en mi poder la prueba genética,
concédanme el beneficio de la aclaración), Ventura del Carmen Rodríguez
Herrera, quien tras un exordio bucólico a la hora del cortado en el Puerto de
Vueltas, nos cuenta la iniciativa parlamentaria defendida por su compañera Rosa
Bella Cabrera, de Fuerteventura, por la que se pretende echar un cable a los
pescadores permitiéndoles que a sus faenas lleven turistas en sus
embarcaciones. Con lo que se ayudaría a una economía en horas bajas, al tiempo
que los foráneos conocerían de primera mano las labores marineras.
Luego, en
otro apartado del mismo medio, la también diputada, pero del grupo de Casimiro,
Melodie Mendoza, declara que debido a la crisis que atraviesa el sector se
deben buscar e impulsar alternativas, no solo para mantener la actividad
pesquera, sino, y es lo más importante, mejorar la economía de los sufridos
hombres de la mar.
Transcribo
uno de los párrafos de la representante de ASG:
“Es deber del
Gobierno favorecer el desarrollo y la diversificación de la pesca artesanal
mediante una regulación que ampare, por ejemplo, que los turistas puedan
acompañar a nuestros pescadores mientras estos realizan su faena, o que se
impulse un turismo pesquero, para que sean los propios turistas los que
utilicen los barcos de pesca y compartan la tarea con nuestros pescadores”.
Y se extiende
en más consideraciones para, al final, justificar el apoyo a la proposición.
Pero despacha este particular en apenas una línea, lo que me hace sospechar que
casi el PSOE se queda con la miel en la boca pues en un tris le birlan la idea.
Me asaltan
varias dudas. ¿Puedo yo en mi coche transportar a unos alemanes a Las Cañadas a
cambio de un precio razonable? ¿Están las lanchas preparadas para darle un
garbeo a los que apoquinen unos billetes? ¿Constan de los debidos elementos de
seguridad como para delegar funciones en manos inexpertas? ¿No pondrán el grito
en La Fortaleza
las empresas Tina Excursiones, Speedy Adventura, Océano Gomera, Excursiones
Yani y Amazonia (por citar solamente las que incluye el sitio oficial del
ayuntamiento chalanguero), ante la competencia desleal? ¿No le saldrá más caro
a los ya empobrecidos pescadores (la propia exposición de motivos así lo
considera) adecuar sus embarcaciones con los elementos necesarios para acometer
estos nuevos servicios? Y un sinfín de ellas más.
Creo que les
ha podido el sentimentalismo idílico de un cuadro que impresiona las retinas,
pero que en la práctica es de difícil, por no decir imposible, encaje. Pretenden
vestir un santo par desnudar a otro. Fájense todos en la misión de implantar de
nuevo el tráfico marítimo interior y déjense de machangadas. Si quieren,
podrían cambiar los itinerarios para que el regreso de Gran Rey fuese por el
norte hasta la Villa. Con
lo que se tendría la posibilidad de echar una visual a Los Órganos.
Claro, si
esta es la actividad del Parlamento, nada me extrañaría que el presidente del
Cabildo pretendiera conducir el helicóptero contraincendios, reconvertido (bien
les gusta una chapuza) en ambulancia aérea para casos de emergencia. Cuando
media isla lo sigue culpando de los errores cometidos en la gestión (me dirá
que son los técnicos) del tristemente famoso incendio último (aunque luego lo
votan en masa porque la red clientelar es más espesa que el tafor), de lo que
se trata es de acaparar. Las infraestructuras muertas de risa (primero se hacen
y más tarde se planifica por si valen para algo), cuyos montantes económicos
bien hubiese servido para causas de más nobles portes, que se caigan o
derriben. Volveremos a llorar por lo abandonados que nos tienen.
Otra palmera
que pegará el estampido. Varios ejemplares del parque anexo ya han bajado a
barrer. Queda menos.
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