lunes, 4 de abril de 2016

En ello estamos

No tuve tiempo de repasar si este título ya lo había utilizado con anterioridad. Es posible que sí. Creo recordar que al menos como ‘Estamos en ello’. Porque ha sido cantinela de los populares realejeros en estos años que vienen gobernando en el ayuntamiento con mayoría absoluta. Sobre todo a partir de mayo de 2015 que se aprovecharon de la debacle de Coalición Canaria y los electores optaron por lo de más vale ruin conocido.
Pero no quieren aprender. Siquiera de los errores que condenaron a su propia formación política cuando Aznar disfrutó de un exceso tal de parlamentarios que no necesitó a Pujol para hablar en la intimidad. O, sin ir más lejos, a don Mariano en esta última legislatura, quien olvidó lo que significaba dialogar y ahora se encuentra más solo que la una sin que nadie se atreva a darle la mano para ir de paseo.
Me da la impresión de que en mi pueblo este grupo de gobierno va de sobrado. Desprecian las opiniones y sugerencias de los concejales de la oposición y entienden que van a seguir en el pedestal por los siglos de los siglos. Sin percatarse de que cantares y refranes populares indican más bien todo lo contrario. Allá ellos. Ya son mayorcitos (alguno va para dieciséis años en la cosa pública) y nadie soy yo para despertarlos. Que se la peguen.
Lo más vergonzoso es que no se conforman con ser más inteligentes y sabios que nadie, sino que, para mayor escarnio, nos toman por tontos. Sintomático que ante cualquier propuesta que se les eleve en el seno de los órganos de gobierno del consistorio, la respuesta inmediata es poner a trabajar al gabinete de prensa para que aderece las fotos de rigor con enunciados tendentes a vender al incauto que todo lo que se hace en el pueblo procede, única y exclusivamente, de sus mentes privilegiadas. Y si por un casual se hallasen ante la imposibilidad material de darle la vuelta a la tortilla, con llevar adelante la iniciativa e inaugurarla como si fuese mérito propio, asunto zanjado. Carotas hasta decir basta.
El grupo de Izquierda Unida sugirió la construcción de un nuevo parque móvil, y clausurar el obsoleto y molesto de Barroso, en terrenos municipales. Se estimaba un costo de unos 700.000 euros. El alcalde, no obstante, entendía que era más rápido (así lo justificó, por la urgencia; y llevamos más de dos años esperando) comprar una nave existente en el Polígono de la Gañanía, propiedad de un empresario que debe a las arcas municipales unos 800.000 euros, céntimo arriba, céntimo abajo. Y, las causalidades de la vida son así, el ayuntamiento iba a desembolsar idéntica cantidad en la compraventa. ¿Favores ideológicos? Preguntar en la Avenida de Canarias. En ese edificio que en la foto se ve aún en construcción (década de los ochenta del pasado siglo). ¡Ah!, y después de comprarlo, adecentarlo y ponerlo en las debidas condiciones. Suma otro fisco.
Algo parecido es lo que ocurrió con la calle por la que salimos de la zona de Tigaiga y Camino Nuevo hacia Realejo Bajo y San Vicente. Como los urbanizadores no concluyeron las obras que procedía en el pertinente proyecto, generoso el señor Domínguez con parientes y otras compañas, acometió el trazado pendiente y ya cobraremos. Como no sea en especies a través de botellines de agua para las competiciones deportivas, me parece.
Y a los ediles del grupo socialista los tienen asaeteados. Les mangan todas las iniciativas. Tanto que a los cinco minutos de presentar en el registro de entrada el que se habiliten los parques infantiles para niños discapacitados físicamente, surgen las instantáneas del señor alcalde y los delegados de todas las áreas posibles para declarar urbi et orbi que esa idea la habían parido desde cuando gobernaban con Oswaldo. Sí, cuando se construyeron los dos flamantes edificios de aparcamientos, que tantos y excelentes resultados han dado. Basta con darse una vuelta por el tramo de la Avenida de Canarias, donde se sitúa, precisamente, el ayuntamiento, y contemplar aquellas elegantes dobles y triples filas, mientras el jefe de seguridad sigue haciendo planes allá por donde estuvo la gasolinera de Dámaso. ¿Te acuerdas? Claro que de los errores no se comenta lo más mínimo. La obligación de correr tupido velo debe ser cumplida a rajatabla.
Somos muchos los que estamos esperando la respuesta al horario de los cargos de confianza. Ese personal que parece no estar sujeto a directriz alguna y emulan al jefe, en lo de las ausencias, de manera descarada. Pero los habitantes de este pueblo somos tan desprendidos que no nos importa lo que nos cueste. Como arriba se presume de superávit, ¿tú te imaginas cuánto podría acometerse si la máquina funcionara adecuadamente, con un conductor en su sitio y con unos tripulantes que justificaran el sueldo que se les asignó?
Como sé que ni maldito caso, un consejo, Manolo:
Los votos que te encontraste –la vida a veces te da sorpresas agradables– de los simpatizantes de CC son prestados, no lo olvides. El PSOE va a seguir subiendo. Y como logre formar gobierno en Madrid, verás cómo las diarreas van a causar una descomposición de campeonato. Que también va a chingar en El Realejo. Y te puedes encontrar, a la vuelta de la esquina, con que el número de concejales volverá a los cauces de la normalidad. Y estás jugando muchos boletos para quedarte en la oposición si no alcanzas el número mágico de once. Así que baja los humos o te vas a pegar tremendo taponazo. Fotos y sonrisas no son suficientes. Y las viejas de los besitos se te van muriendo. ¿Crudo? Sí, como la evidente realidad. Más alto subió la palma…

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