No tuve
tiempo de repasar si este título ya lo había utilizado con anterioridad. Es
posible que sí. Creo recordar que al menos como ‘Estamos en ello’. Porque ha
sido cantinela de los populares realejeros en estos años que vienen gobernando
en el ayuntamiento con mayoría absoluta. Sobre todo a partir de mayo de 2015
que se aprovecharon de la debacle de Coalición Canaria y los electores optaron
por lo de más vale ruin conocido.
Pero no
quieren aprender. Siquiera de los errores que condenaron a su propia formación
política cuando Aznar disfrutó de un exceso tal de parlamentarios que no
necesitó a Pujol para hablar en la intimidad. O, sin ir más lejos, a don
Mariano en esta última legislatura, quien olvidó lo que significaba dialogar y
ahora se encuentra más solo que la una sin que nadie se atreva a darle la mano
para ir de paseo.
Me da la
impresión de que en mi pueblo este grupo de gobierno va de sobrado. Desprecian
las opiniones y sugerencias de los concejales de la oposición y entienden que
van a seguir en el pedestal por los siglos de los siglos. Sin percatarse de que
cantares y refranes populares indican más bien todo lo contrario. Allá ellos.
Ya son mayorcitos (alguno va para dieciséis años en la cosa pública) y nadie
soy yo para despertarlos. Que se la peguen.
Lo más
vergonzoso es que no se conforman con ser más inteligentes y sabios que nadie,
sino que, para mayor escarnio, nos toman por tontos. Sintomático que ante
cualquier propuesta que se les eleve en el seno de los órganos de gobierno del
consistorio, la respuesta inmediata es poner a trabajar al gabinete de prensa
para que aderece las fotos de rigor con enunciados tendentes a vender al
incauto que todo lo que se hace en el pueblo procede, única y exclusivamente,
de sus mentes privilegiadas. Y si por un casual se hallasen ante la
imposibilidad material de darle la vuelta a la tortilla, con llevar adelante la
iniciativa e inaugurarla como si fuese mérito propio, asunto zanjado. Carotas
hasta decir basta.
El grupo de
Izquierda Unida sugirió la construcción de un nuevo parque móvil, y clausurar
el obsoleto y molesto de Barroso, en terrenos municipales. Se estimaba un costo
de unos 700.000 euros. El alcalde, no obstante, entendía que era más rápido
(así lo justificó, por la urgencia; y llevamos más de dos años esperando)
comprar una nave existente en el Polígono de la Gañanía, propiedad de un
empresario que debe a las arcas municipales unos 800.000 euros, céntimo arriba,
céntimo abajo. Y, las causalidades de la vida son así, el ayuntamiento iba a desembolsar
idéntica cantidad en la compraventa. ¿Favores ideológicos? Preguntar en la Avenida de Canarias. En
ese edificio que en la foto se ve aún en construcción (década de los ochenta
del pasado siglo). ¡Ah!, y después de comprarlo, adecentarlo y ponerlo en las
debidas condiciones. Suma otro fisco.
Algo parecido
es lo que ocurrió con la calle por la que salimos de la zona de Tigaiga y
Camino Nuevo hacia Realejo Bajo y San Vicente. Como los urbanizadores no
concluyeron las obras que procedía en el pertinente proyecto, generoso el señor
Domínguez con parientes y otras compañas, acometió el trazado pendiente y ya
cobraremos. Como no sea en especies a través de botellines de agua para las
competiciones deportivas, me parece.
Y a los
ediles del grupo socialista los tienen asaeteados. Les mangan todas las
iniciativas. Tanto que a los cinco minutos de presentar en el registro de
entrada el que se habiliten los parques infantiles para niños discapacitados
físicamente, surgen las instantáneas del señor alcalde y los delegados de todas
las áreas posibles para declarar urbi et orbi que esa idea la habían parido
desde cuando gobernaban con Oswaldo. Sí, cuando se construyeron los dos
flamantes edificios de aparcamientos, que tantos y excelentes resultados han
dado. Basta con darse una vuelta por el tramo de la Avenida de Canarias, donde
se sitúa, precisamente, el ayuntamiento, y contemplar aquellas elegantes dobles
y triples filas, mientras el jefe de seguridad sigue haciendo planes allá por
donde estuvo la gasolinera de Dámaso. ¿Te acuerdas? Claro que de los errores no
se comenta lo más mínimo. La obligación de correr tupido velo debe ser cumplida
a rajatabla.
Somos muchos
los que estamos esperando la respuesta al horario de los cargos de confianza.
Ese personal que parece no estar sujeto a directriz alguna y emulan al jefe, en
lo de las ausencias, de manera descarada. Pero los habitantes de este pueblo
somos tan desprendidos que no nos importa lo que nos cueste. Como arriba se
presume de superávit, ¿tú te imaginas cuánto podría acometerse si la máquina
funcionara adecuadamente, con un conductor en su sitio y con unos tripulantes
que justificaran el sueldo que se les asignó?
Como sé que
ni maldito caso, un consejo, Manolo:
Los votos que
te encontraste –la vida a veces te da sorpresas agradables– de los
simpatizantes de CC son prestados, no lo olvides. El PSOE va a seguir subiendo.
Y como logre formar gobierno en Madrid, verás cómo las diarreas van a causar
una descomposición de campeonato. Que también va a chingar en El Realejo. Y te puedes
encontrar, a la vuelta de la esquina, con que el número de concejales volverá a
los cauces de la normalidad. Y estás jugando muchos boletos para quedarte en la
oposición si no alcanzas el número mágico de once. Así que baja los humos o te
vas a pegar tremendo taponazo. Fotos y sonrisas no son suficientes. Y las
viejas de los besitos se te van muriendo. ¿Crudo? Sí, como la evidente
realidad. Más alto subió la palma…
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