La Higuerita es un barrio
que vive a caballo entre Los Realejos y Puerto de la Cruz, como hemos dejado
constancia en anteriores comentarios. Vamos, que los vecinos de una acera son
paisanos de Viera, mientras que los de enfrente admiran a Iriarte. Y valga el
símil literario. Y todos ellos a la sombra de la Montaña de los Frailes,
Monumento Natural desde 1987. Y a los pies del puente peatonal del que también
algo hemos escrito.
En la parte
baja, justo al lado de la
TF-320, hoy más conocida como avenida del colesterol (la
número taytantas), se halla la zona
recreativa que lleva el mismo nombre. Espacio que se aprovechó con el nuevo
trazado de la autovía y que se quedó ‘muerto’ tras abandonar las viejas curvas
de La Bartolona
en la C-820. Si
me he equivocado en la asignación numérica, sujetos a corrección quedamos.
Como uno
transita por esos contornos al menos dos veces por semana, nada le impide ir
echando una visual a lo que halla a su paso. Y como vislumbré una fotografía
(otra más, y van tropecientas mil) de
alcalde y concejal porque iban a hacer unos arreglos en el lugar, y dado que ya
está funcionando el merendero, cafetería o chiringuito allí ubicado, me
pregunto si los baños que deberán existir en toda instalación pública funcionan
o no. Y si son de libre acceso para cualquier usuario o son de uso exclusivo
para los que acudan a consumir en el establecimiento aludido, más que sea el cortado de rigor.
Es raro que
no pases caminando uno de esos días en los que la asistencia suele ser
multitudinaria y no encuentres a unos paisanos haciendo sus necesidades más
perentorias entre los arbustos del costado sur de la carretera. Sin son machos,
ya se sabe que basta con arrimarse un fisco y a evacuar. Si son hembras, como
se requieren otras posiciones siempre observarás a la que vigila al lado del
murito. Y tú debes bajar la cabeza y seguir derechito o te mandan un aviso de
peligro con la advertencia: ¿Y tú que estás mirando, se puede saber? No, si
arriba eres culpable del retortiño de la señora.
Abonadas sí
están las adelfas a tenor de los chorros soportados. Pero como la lluvia
escasee, el concejal delegado de jardines tendrá el problema añadido de que
pueden secarse por el exceso de amoniaco. Por ahora van escapando y bastantes
frondosas se presentan. Estaremos atentos para dejar constancia en las redes
sociales o el buzón de incidencias del sitio oficial del consistorio. Ya se
sabe que al grupo de gobierno le encanta tenernos entretenidos. Nosotros
tropezamos con las problemas y es nuestra obligación comunicarlo a las altas
instancias. La molestia, para ellos, será menor, aunque el sueldo ni varía ni
se reparte.
Trasladémonos
al lado de abajo. Hacia donde Loro Parque tiene los criaderos. Así lo llaman
todos y yo no me voy a quedar atrás. La empresa sembró abundante vegetación
para que las jaulas quedaran ocultas a la vista ciudadana y ha medrado
generosamente. Tanto que por algunos sitios ya molesta a los que hacemos
kilómetros en ambos sentidos. Y como no nos podemos echar hacia la calzada
porque el pretil no aguanta la embestida de un coche –ni de una bicicleta–,
tenemos que ponernos de acuerdo para ir de uno en uno, salvo que quieras
‘esmocharte’ con la rama que creció demasiado e invadió metros ajenos.
Cuándo Manolo
y Domingo se sacaron la foto hace unas semanas, ¿no levantaron la vista? ¿O es
que Kiessling, amparado en la labor de protección de las especies (muy loable y
plausible), goza de carta blanca para ocupar más metros cuadrados de los que
las respectivas licencias señalan? Comenzó con el trazado de la Avenida Francisco
Afonso Carrillo, siguió con el espacio de fumadores en la Calle Tegueste y
ahora se vino para mi pueblo a quitarnos la posibilidad de quemar calorías.
Domínguez, ya estás tardando en llamarle la atención. O corta los matos o me
voy a caminar a otro sitio. Y te advierto de que mi pensión no me alcanza para
gimnasios y piscinas. Tampoco dispongo para bicicletas estáticas ni cintas de
esas en las que das millones de zancadas y siempre estás en el mismo sitio.
Hasta las próximas elecciones en que te dispute con mi candidatura de jubilados
la presidencia del Cabildo (¿el ayuntamiento?, ya yo no juego a menudencias),
las perras no me dan para más.
Como te he
expuesto dos problemas, y tengo constancia de que el espía me lee, espero no
solo que los resuelvas con toda rapidez, sino que estudies una modificación de
créditos para crear una nueva partida con el superávit para que a los
colaboradores denunciantes, como yo, se les asigne una módica subvención y
podamos, al menos en tres ocasiones mensuales, ir a desayunarnos a El
Monasterio. Qué menos.
Otro día para
atrás. Ños, me parezco al reloj de las fiestas. Tengan una feliz jornada,
disfruten y no se olviden de leer siempre algo. Lo que trinquen a mano.
Hasta mañana.
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