Puede que el
grupo municipal socialista del ayuntamiento portuense no haya sabido defender
la moción o propuesta de implantar la posibilidad de celebrar esta ceremonia en
el Consistorio de aquella ciudad. Puede que el grupo de gobierno haya creído
atisbar sombras de un pasado sujeto a creencias religiosas en las que la
prohibición y la desviación de las líneas dictadas suponía la excomunión ipso
facto. A un servidor no le sorprenden las palabras del portavoz popular, porque
son muy dados a parafernalias de tres al cuarto. Para lo que les conviene.
Cuando tienen que echar mano de leyes como la del divorcio o matrimonio
homosexual, las asumen sin mayores reparos. Eso sí, en la intimidad de la cama.
Cínicos hasta decir basta.
Ya he dejado
constancia en escritos anteriores de mi total respeto a quienes siguen una
doctrina y muestran sentimientos o actitudes en consonancia con sus
particulares guías espirituales. Como se aproximan las fiestas en mi pueblo,
enésima vez que lo plasmo, nada que objetar a los ven en los fuegos una muestra
de su fe. Y a los que entienden a pie juntillas que despilfarrar con el fuego
tantos millones alegra infinitamente a los destinatarios de la celebración. Pero
de igual manera me gustaría que al revés se entendiese igual. Porque no todos
podemos pensar ni sentir lo mismo. Y en las opiniones –libres, ya se sabe–, en
la variedad está el gusto.
Creo,
sinceramente, que los socialistas de Puerto de la Cruz tenían que haber echado
la vista atrás y recordar que en la época de Lola Padrón como alcaldesa no
fueron capaces de llevar adelante la iniciativa, que ya existía en Ingenio y
Gáldar, por ejemplo. Los alegatos de aquel entonces para los retrasos no distan
demasiado de los argumentos que hoy se esgrimen en contra. Los atavismos pesan
cantidad.
Ignoro el
autor de lo de bautizo civil. Pero lo tildo de error, pues no solo genera
confusión sino que puede herir sentimientos que se arroga la Iglesia. Ahí tienen a su
disposición ese vehículo fantástico de la Internet para que echen una visual al contenido
de las ordenanzas que regulan este acto de acogida y los objetivos que con tal
hecho se pretende.
He tenido la
oportunidad –ya lo he comentado– de ser partícipe de dos de esas ceremonias. En
la primera se estuvo un año esperando que el ayuntamiento de El Penitente se
decidiera ante la solicitud que se hizo directamente a la entonces alcaldesa.
Como las cosas de palacio van despacio –y tanto– nos fuimos a Ingenio en 2009.
También este año, en concreto, el 12 de marzo. Ya te lo conté el mes pasado en
este artículo, que si no leíste, ya sabes: (http://pepilloyjuanillo.blogspot.com.es/2016/03/otra-vez-por-ingenio.html)
Dejo
constancia en las capturas de pantalla de la página oficial del pueblo
cochinero, así como en el vídeo de la tele local de aquella población que
puedes visionar pinchando en el siguiente enlace: https://youtu.be/Iz95_e125R0. ¿Cómo? ¿Que
es una novelería y un gasto innecesario? ¿Un capricho, vamos? ¿Y lo piensas tú
después de acudir a una ceremonia religiosa, católica, apostólica y romana de
un bautismo que ha costado la biblia en pasta? Me alegro.
Otra
ceremonia de este tipo tendremos que llevar a cabo para que Mariano Rajoy, tan
denostado y antipático, vaya a constituirse en el presidente que más tiempo
haya estado en un mandato. Porque aunque no se deba al control de nadie ni a
dictado alguno desde que se disolvieron las Cortes a finales de octubre del
2015, que se dice pronto, ahí sigue. Y como en la segunda oportunidad electoral
se produzca un resultado que no posibilite alianzas o dificulte los diálogos
–ejercicio al que no estamos acostumbrados– nos meteremos en un bucle de tal
calibre que podemos tener gallego hasta la próxima década. Con lo que los 4.000
millones que nos van a recortar, como añadido a lo ya sajado, pueden
convertirse en… Quita, quita esos malos pensamientos de mi cabeza.
Y dos notas
para concluir por hoy:
Las
declaraciones de los presidentes Fernando Clavijo y Carlos Alonso, a quienes
solo les falta pedir el voto de manera directa para el PP, deben tener muy
contenta a doña Ana Oramas.
Y ya que la
menté, cuánta dificultad deberán sufrir los fotógrafos cada vez que acude a la
cita con Felipe. Por el encuadre, por supuesto.
Hasta mañana,
que ya será viernes. Este país va viento en popa a toda vela. En marcha atrás.
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