miércoles, 4 de mayo de 2016

Fiestas de Mayo y elecciones

¿Qué, cómo han pasado este largo puente? Yo, muy bien, sin ruidos y tranquilito. Ya te contaré.
Este post del reencuentro va con todo mi afecto a los que declaran abiertamente que solo escribo artículos en contra de los actuales dirigentes. Sobre todo de aquellos que pertenecen a una formación política diferente a la que yo milité allá por los ochenta. Qué flaca es la memoria. Para que el ejercicio de tener que acudir a las hemerotecas no sea demasiado pesado, aquí les dejo una muestra:
«Siguen insistiendo las malas lenguas del pueblo que el alcalde realejero es accionista del repetidor de La Corona. O tiene algún familiar en el negocio televisivo. Muchacho, te pones delante de la caja tonta y lo ves aparecer en los sitios más insospechados. ¿Estará haciendo prácticas por si pierde las elecciones?
Otro de los candidatos a sucederle en la poltrona, que antes no tenía tiempo para nada y ahora dispone de más tiempo libre que los maestros de escuela, no queriendo ser menos, ha estado de un precalentamiento subido. No solo hacía acto de presencia para hablar de fútbol, sino que, incluso, se nos convirtió en profundo conocedor de vinos. Al estimado amigo Américo García Núñez no le perdono el que no me haya invitado a contemplar a tan selecto personal reunido. Cuando escribí lo de selecto personal me acordé del peligro que entraña simultanear las elecciones con las Fiestas de Mayo de Los Realejos. La avalancha de carteles anunciadores puede provocar más de un malentendido al electorado. Creo que esta vez acertaron al poner los de la Feria de Ganado y Concurso de Arrastre lo más lejos posible. Por si acaso.
Ganó por goleada la calle de El Sol, dicen las gentes de Realejo Alto. Ganaron por goleada los fogueteros, decimos los del resto del pueblo. Igualito que en años anteriores. Ganan todos los años. Unos más y otros menos. Unos años con una calle y los otros con la otra. Yo no entiendo a esa gente. Me refiero a los de cada calle. Son capaces de dejar de comer para echar un ‘fueguito’ más que los otros. Hasta a mí, que vivo en la parte baja del municipio y ni siquiera subo a contemplar el espectáculo, me vinieron a buscar para sacarme unos duros. El Pachón es un pirotécnico de mucho cuidado. Algún día de estos volveremos juntos a la política. En fin, me quedé en casa y vi la exhibición por la tele del alcalde. Así lo dice la gente. ¿Por qué no puedo hacerlo yo también? ¿Sabes de lo que me acordé ahora mismito? Pues te lo digo: ¿Estará empezando otro Berlusconi en la zona norte de la isla?
No podrá ser la romería el último domingo de mayo. Se adelantó una semana por mor –expresión de otro candidato– de las elecciones. Quisieron aprovechar todos esos últimos días para la traca final. Este año hubo más público en las calles de Realejo Alto. Probablemente se estrenaron muchos trajes típicos. Aparecieron más magos, venidos de muchos puntos de la isla...
Aquí en mi barrio, Longuera-Toscal, no sé si debido a las Fiestas o, quizás, a la fiebre electoral, dieron inicio unos sentimientos del bien quedar, que sorprendieron a todos los que hemos mamado muchos procesos de vecindad. El paroxismo alcanzó su punto álgido en expresiones como la siguiente: "Con todo lo que hemos luchado por la construcción del Centro Social". No estén diciendo boberías; nadie, absolutamente nadie ha movido un dedo por ese flamante edificio con el que hoy contamos. Es más, si no estoy en lo cierto, acudan a este medio de comunicación y comiencen a dar nombres y apellidos. Porque yo también quiero enterarme de ese alguien que ha trabajado, codo con codo, con el Ayuntamiento para llevar a feliz término esa realidad que en la actualidad contemplamos. Ya está bien de cachanchanes que mean por fuera de la bacinilla cada vez que abren la boca. Incluso algunos, a los que hemos abierto los brazos y aceptado en la comunidad el otro día mismo, resulta que vienen luchando desde hace mil quinientos años. Para adquirir propiedades sí que somos rápidos. Dejen que el local cumpla su función, que sirva de refugio a toda la colectividad –viejos, chicos y menos chicos–, que el Ayuntamiento gestione –para eso ha sido democráticamente elegido– su funcionamiento y lo demás vendrá por añadidura. Y el que no esté conforme, que se presente cuando haya próximas elecciones para la Junta de Gobierno de la Asociación de Vecinos o al Ayuntamiento. Y si quiere opinar, que lo haga, pero que no diga gilipolleces, que según el DRAE significa “dicho o hecho propios de un gilipollas”.
Debe ser el mes de mayo que pone el cuerpo desvaído. Con qué facilidad se nos dispara el órgano muscular situado en la cavidad de la boca de los vertebrados, y que sirve para gustar, para deglutir y para articular los sonidos de la voz. Y ya que llegué, nuevamente, al DRAE, concluyo:
Las malas lenguas ni siquiera hablan a medias lenguas. Porque si a malas lenguas, tijeras, no me busquen la lengua, ya que también sé darle a la lengua si me destraban la lengua. No me tiren de la lengua las lenguas viperinas, porque si me suelto la lengua, no me habrá de trastrabarse la lengua. Si acaso me viene la lengua, no me morderé la lengua, y al que se le vaya la lengua porque sea ligero de lengua, no me saque la lengua, sino que procure tragarse la lengua.
¡Ah!, DRAE significa: Diccionario de la Real Academia Española. Felices Fiestas y que ganen aquellos que el pueblo libremente decida».
Fue publicado en El Día el 25 de mayo de 1995. Días más tarde hubo elecciones locales y volvió a salir elegido José Vicente.

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