viernes, 12 de agosto de 2016

Menuda pachorra

O chiquita pachorra. O fuerte cacho pachorra se gasta el Mariano. O es muy pachorrento, que también vale. O cachaza. O mandanga. Y nos indica el diccionario que pachorra es flema (calma excesiva), tardanza, indolencia. Y a tales características no hay quien le gane al presidente en funciones. Tanto que si no lo fuera ya no estaría en las susodichas funciones por razones más que obvias. Y a él le gusta, no te vayas a creer. Está encantado.
Tras su reunión con Rivera, salió con los papeles escritos a declarar que los españoles (¿a ti te preguntaron?) demandan urgentemente un gobierno. No podemos esperar ni un minuto más. Y deja la consulta (simulacro de democracia interna, como leí en cierto digital) para el miércoles de la próxima semana. Ocho días para meditar en plan ejercicios espirituales. Como los que me tocaron vivir con don Antonio Socas en la época del Colegio San Agustín. El lunes es festivo, no te olvides. Traduzco: se va de puente el que pide prisa. Puede que a jugar al dominó a su Galicia natal. Estrés no debe sufrir el caballero. De infarto no muere este. No, allí no, que hay incendios.
Si te fijas bien en la foto (la segunda) de la declaración relatada en el párrafo anterior, observarás a la plana mayor oculta entre bambalinas. Será, pienso, por si al relajado se le pierden los apuntes. O no entiende la letra. Y deban soplarle lo que ha de responder. Porque el manual de instrucciones sí que lo tienen bien engrasado. Ese no necesita cambio de aceite. Ni de vaselina.
La Razón (¿o debo escribir Paco Marhuenda?) se inclina por arrimar el ascua a su sardina –qué otra cuestión podría esperarse– y señala que Rajoy y Rivera (R&R) se dan tiempo para que madure la abstención del PSOE. Chacho, vaya guineo. Ni los estribillos veraniegos de Georgie Dann. Yo, en el lugar de Pedro Sánchez, me hubiese largado para Almería con gafas de sol y sombrero de paja.
Una de las condiciones impuestas por Ciudadanos, con tanto o más valor que todas las contradicciones que se han tragado en estos meses de interinidad, es la de la regeneración. Ahora ya no importa que el conductor sea el mismo. Hace unas semanas no lo podían ver ni en pinta. Y el líder popular (ni para ejemplo vale) se saca de la chistera el verse las caras con su Ejecutiva. Dentro de la que existen unos once que están siendo investigados por casos de corrupción. Y deberán votar. Ejemplaridad ante todo. Santa Rita, Santa Rita.
Si hacemos un ligero repaso por el casi centenar de componentes del citado Comité Ejecutivo, nos encontraremos que son cargos públicos en su inmensa mayoría. Por no decir todos, que hoy voy de generoso. Cuyos sueldos salen de los presupuestos de las respectivas instituciones. Que se nutren de tus impuestos y de los míos. Pues aparte de llevar de vacaciones desde el año pasado, tienen la solemne caradura de hacer las reuniones en Madrid por la mañana. Con lo que entre que voy y vengo, me alimento, me alojo y el correspondiente capítulo de varios, dado que asisto con los gastos pagos, arriba que apoquinamos nos dejan una cara de bobo de no te menees. Y si esta pantomima no resulta, terceras elecciones y ya recortaremos de cualquier lado (temblemos pensionistas) para cubrir los millones que tiraremos a la basura en papel (candidaturas, sobres, propaganda, publicidad…).
Viendo la tangana (o tángana, asimismo) que se armó en el partido de fútbol entre Tenerife y Las Palmas en el denominado Trofeo Mahou (¿se habrían mandado antes unas cajas de San Miguel o Alhambra y saltaron al campo con el precalentamiento puesto?), vivo ejemplo de camaradería canaria, se me ocurren varias opciones:
Ya que les gusta el bureo, encerrémoslos en una habitación oscura bien pertrechada de cajas de todo tipo de bebidas alcohólicas. Dejémoslos aislados durante 48 horas. Te apuesto los consabidos 50 céntimos a que saldrán con un acuerdo bajo el brazo. Y no de mínimos, de máximos. Todos, azules, rojos, morados y naranjas. Sí, a Podemos también. Me imagino, y a las últimas apariciones me refiero, que será Carolina Bescansa la que solicitará entrar al cónclave. Resulta curioso, después del ‘postureo congresil’ con el niño, comprobar que ya le surgió todo el tiempo del mundo. Ya debió encontrar guardería. Son tan buenos actores como otro que me queda más cercano, a salto de barranco (Godínez).
Soltarlos en un campo de fútbol sin posibilidad de escape a las cuatro de la madrugada a jugar un partido a 24 goles (como los de mis tiempos), sin árbitro, con unas lonas (como las de mi tiempo), una pelota de badana (la presto yo) y con dos piedras haciendo de portería.
Podría ser factible, igualmente, recurrir al boxeo, que es deporte olímpico. O a que se violen hasta la extenuación. ¿Cómo? ¡Ah!, ellos a nosotros sí tantas veces como crean menester, ¿no? ¿O es que esta situación en la que nos encontramos no vale para símil tan chabacano? El sentimiento que yo palpo por esos mundos es que al revés y al derecho, nos dan por todos lados. Y quién me dice a mí que en una de estas no calculan mal y nos la meten doblada.
Y procede aclaración al canto ante la cara de sorpresa que se te acaba de poner. Meterla doblada es expresión que significa engañar. Procede del ámbito militar, de cuando hacen los recuentos de material y se logra colar una manta (doblada) como si fueran dos. Hay otra explicación que proviene del mundo de la esgrima, pero que tú, como yo hice, puedes averiguar con el buscador de Internet.
Total, para el caso que hacen a los electores, facilitémosles los entendimientos. Fuera elecciones y que se partan la cara. ¿Alguna diferencia con la confección de las listas  o candidaturas? El que gane, el más bruto, que nos gobierne. ¿Alguna diferencia con la situación actual?
Hasta un servidor, que debería estar tranquilito y tomándose la vida con mucha calma, se sumerge en la dinámica por la que debemos ser nosotros los que busquemos alternativas mientras el de la pachorra se fuma un puro. Mundo cruel.
Otra semana para contar. Descansen este finde y pásenlo casi tan bien como debe estar disfrutando quien tú sabes.

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