domingo, 9 de octubre de 2016

Turismo y Folclore (XIII)

¿No crees  que el CCPC, a título de ejemplo, debería hacer más hincapié en otros grupos necesitados de apoyo y "dejar" a los que ya de por sí sin entrar en valoraciones de ningún tipo están promocionados, entiéndase Sabandeños, Añoranza, etc. cuyo caché ya lo dice todo?
No soy el más adecuado para responder a esta pregunta por mis vinculaciones con el Centro. Sin embargo, hay que reconocer que debemos marcar un antes y un después del CCPC. Como hay que hacerlo, igualmente, con el programa televisivo "Tenderete".
A pesar de los innegables fallos que ha cometido, la labor realizada es importante. Antes sólo se escuchaba en la radio música de Los Sabandeños. Ahora existen más grupos y más programas radiofónicos. Y el avance en la cantidad –y también, por qué no, en calidad– de música folclórica, se le debe, en gran medida, al Centro de la Cultura. Ha promocionado muchos grupos, y ahora todo el mundo graba.
Cierto es que se potencia grupos ya consagrados, pero lo que el público desconoce es que en ellos –ejemplo de Mestisay– existen auténticos profesionales, que viven por y para la investigación folclórica, se lo trabajan y ganan a pulso.
También ocurre esto en otras regiones españolas. Es un problema difícil de compaginar.
Como trabajador de este sugerente campo, te habrás encontrado con grupos, casos y cosas que sonrojan a quienes pretenden realizar una digna labor. ¿Podrías enumerar algunos?
Como aludí con anterioridad, hay de todo. Pero no debemos olvidar la importante labor social que se realiza. Aunque lo hagan, musicalmente, rematadamente mal. En la sociedad actual, de no estar esos colectivos, debemos suponer que esos chicos o jóvenes estarían en otro lugar, con toda seguridad más inadecuado. Claro que los hay, pero dejémoslos que estén. Aunque nos sonrojen, que sigan.
¿No crees que debe existir mayor preocupación para ofertar al visitante algo más que el "Viva Tenerife"? ¿No sería conveniente profundizar más a la hora de transmitir nuestro acervo histórico-cultural?
Indudablemente, pero es cuestión de formación. Y eso requiere tiempo. Hace falta también cambiar muchas estructuras, sobre todo de mercado. El empresario turístico –como cualquier otro– quiere obtener beneficios, y le interesa escapar con el menor esfuerzo posible. Es inconcebible contratar a un grupo de 30 o 40 personas. Ni siquiera cabrían; no hay espacio físico para ubicarlos; restarían metros al negocio. Hasta que esta mentalidad no cambie, seguirán existiendo los grupos de amigos.
Y mientras escapemos con el "Viva Tenerife", vamos bien. Lo malo son los aditamentos, como "Los pajaritos", "Y viva España" y alguna otra muestra que incorporamos como nuevos estribillos de isas y nos quedamos tan anchos.
Seguro que se me han pasado aspectos que te interesa destacar y que podrían ser interesantes. O si no, en todo caso, me gustaría que aportaras cualquier sugerencia que consideraras conveniente.
Hoy se continúan dos directrices bien marcadas: se intenta reproducir lo que tenga interés etnográfico o musical. Son muchos los grupos que han derivado por el segundo de los caminos. Algunos, los menos, han escogido el primero.
El CCPC ha establecido una especie de convenio con la Escuela de Magisterio para el inicio de una investigación exhaustiva. Ambas directrices son respetables y no tienen por qué estar reñidas. Son disyuntivas compatibles. En el respeto mutuo y la seriedad de su labor deben basar sus avances. Tan lícito es el uno como el otro.
Por último, Benito Cabrera hace una profunda reflexión sobre un programa televisivo actual, y al que denomina, sin rubor alguno, "Caca y Candil". Me comenta que un colectivo de gente preocupada ha elaborado varios manifiestos en contra del mismo por la nefasta línea que viene siguiendo y que en nada ayuda a fomentar lo nuestro. Es  otra de las muchas actuaciones negativas, que tanto desdicen de ese importante material histórico que hemos ido acumulando a lo largo de los siglos.
Con sorpresa contemplamos cómo el reloj nos señala la una de la madrugada. En el viejo recinto universitario, al socaire de altas palmeras, damos por concluida esta amena charla.
Tan grande es la afición de la mayoría de los componentes de la AFU, que aún esperaban a su director. A buen seguro, junto a la copa de rigor, se intercalarán comentarios de la labor que llevan a cabo.
Afuera, la tremenda serenada se adueña de los vehículos aparcados. Sigue sin hacer frío. Otro reclamo más para el turista.
Una vez realizada la entrevista, he tenido la oportunidad de contar con algún que otro aspecto de la personalidad de Benito Cabrera. Así, a título de ejemplo, en las pasadas fiestas de la Navidad, los hermanos Ríos recibieron un encargo del Gobierno de Canarias para elaborar un pequeño documental que sirviera de felicitación a todos los canarios. Estos propusieron a Benito compartir con ellos la experiencia. Así surgió "Una sobre el mismo mar", el villancico más popular  de la Navidad del 94.
Manifiesta Benito que la canción surgió en un par de horas, pero que contó con la tremenda suerte de ser compuesta en el momento justo y dada a conocer en el instante adecuado. "Gracias a ese gran amplificador que es la televisión, el tema sonó muy fuerte. Fue un gran privilegio componer para todos los buenos solistas y magníficos conjuntos que intervinieron en la grabación. Sin embargo, lo más importante es que la canción nació con la clara vocación de unir las siete islas con motivo de fiestas tan entrañables".
En este año del 95, Benito Cabrera tiene previsto grabar con la Orquesta Sinfónica de Tenerife un programa compuesto por versiones para timple de piezas populares. En la misma se incluirá, asimismo, la Suite para timple y orquesta, obra con la que ya se dio a conocer en las salas de concierto.
Con la Agrupación Folclórica Universitaria grabará un cuarto disco, tras "Bailes de candil", "Maresía" y "Antología de la música popular ".
Un tercer proyecto será una grabación que pretende una simbiosis de las culturas tradicionales canaria y castellano-aragonesa, en colaboración con Cali Fernández y Paco Díez.
Por último, un cuarto registro lo unirá al timplista José Antonio Ramos, pretendiendo experimentar con dos voces instrumentales, en el intento de ampliar el espectro sonoro de ese pequeño instrumento.
Benito Cabrera, que fue vencedor del certamen de solistas de timple instituido en Canarias, opina que el mismo desapareció porque existen pocos timplistas, y tanta es la amistad que los une, que no quieren competir entre ellos. El interés de los mismos se centra en crear escuela.
De tal suerte, iniciando en el instrumento a nuevos intérpretes, podamos escuchar dentro de breves años a toda una pléyade de excelentes tocadores.
Mientras, sigue su labor al frente de AFU, asesorando a otras agrupaciones folclóricas y permanece al frente del Patronato de Actividades Musicales del ayuntamiento lagunero, haciendo posible la vuelta de la Orquesta Clásica de La Laguna.
Benito fue capaz, las pasadas Navidades, de unir a todos los canarios. Lo que otros tanto han intentado se pudo lograr gracias a una simple canción, que no merced a una canción simple. Sobre el pentagrama del Atlántico se esparcieron notas y letra en singular conjunción. Y por todos los rincones de las islas se escucharon sus ecos.
(Continuará)

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