lunes, 28 de noviembre de 2016

'Ipso facta'

Sábado, 26 de noviembre. Ha amanecido lloviendo. De esas aguas serenas que tanto bien proporcionan a la agricultura. Días que se prestan para castañas y vinos nuevos. Una lástima que no pueda ir a correr el cacharro. Me pongo a escribir.
Sigue muriendo la gente. No hay aún gragea que nos permita presumir de eternidad. Ya te puedes llamar Fidel, Rita o Marcos. Cuanto te toque, adiós, muy buenas. De nada valdrán ya palabras compungidas que anuncien el óbito, cuantos minutos de silencio se invente el personal o funerales de mayor o menor porte.
Pero ciñámonos a otros aspectos más cercanos. Como las obras en mi pueblo (Los Realejos, Tenerife, claro, ¿o ya no te acuerdas?), que nos producen tantos quebraderos de cabeza como las colas de la autopista. Ahora estamos inmersos en las de la calle de El Medio de Arriba. De las que nuestro alcalde decía en agosto próximo pasado, cuando las daba a conocer con la foto de rigor, lo siguiente: “El próximo lunes 29 de agosto darán comienzo las demandadas obras, con una duración estimada de dos meses. Durante la ejecución de los trabajos se mantendrá abierto el tráfico rodado en toda la calle, exceptuando cortes puntuales y breves en el momento de la creación de los imbornales”.
Cuando lo leí, me acordé de las que manifestó Oswaldo Amaro en la inauguración del estadio olímpico de La Longuera: “Lo mantendremos operativo las 24 horas del día y los 365 días del año”. Vaya manía con querer echarse aquello mayor que lo otro. El día que una obra pública finalice en el plazo estipulado, se le agotan a los Toste los voladores.
Concluye noviembre, tres meses después del anuncio, y reconoce Domínguez en las redes sociales que no queda otra, habrá que seguir cerrando la calle para ejecutar las zanjas. Ya estuvimos entretenidos la pasada semana y para esta que comienza no se vislumbran expectativas mejores. Los vecinos de Los Príncipes, La Sombrera, La Azadilla, La Madre Juana, Icod el Alto… saltamos de contentos y bailamos sobre una pata sola. Están las travesías de San Agustín y Realejo Bajo bonitas para soportar la avalancha. Guaguas incluidas. O sube por San Vicente, como alternativa. O ve a Los Cuartos. O sal por Los Barros.
Pero a Manolo le preocupa el estado de la TF-5. A la que los realejeros accedemos tras muchísimos minutos de sortear conflictos. El día que se queme una casa en cualquiera de los cascos, no llegarán los bomberos a tiempo, salvo que habilitemos un helicóptero. Y si hay que evacuar a cualquier herido, idéntica solución, porque la ambulancia, que yo sepa, aún no vuela.
Tranquilo, después te explico lo del título.
Hay un periodista, que no se ha destacado por ser un dechado de virtudes en todo lo concerniente con éticas y deontologías, que acaba de escribir: “La sinvergonzonería en el periodismo está llegando a límites intolerables”. Y se quedó tan ancho. Aludía al tratamiento informativo habido para con Rita Barberá. Pero como es de los que defienden el honor de las familias de los que vilipendian a mansalva en tugurios audiovisuales, tanto crédito como el de los que votan en un ámbito no incluir publicidad institucional en los mismos, mientras en otro llevan a cabo todo lo contrario. Falsos. Y el susodicho comunicador nos brinda: “Asier solo tiene un Tenerife un aliado fiel, un perrito que le mueve la cola, Manuel Domínguez”. Tranquilo, mañana lo elevará a los altares y ambos reirán la gracia en una buena cuchipanda.
Que no, no me he olvidado. Comisionaron a Francisco Linares, alcalde villero e importante cargo orgánico de CC, para que arreglara ciertos descosidos del pacto con el PSOE. Y si has seguido artículos anteriores, vengo sosteniendo que no compondría nada. Y menos en el Puerto. Donde el comité local ha acordado lo que estaba previsto y nadie va a ser expulsado. Porque si a la debacle realejera se debe sumar otra en La Ranilla, los cimientos orotavenses se irán a tomar viento fresco. Y por mucho que Paco diga hoy que serán expedientados de ‘manera ipso facta’, mañana volverá a salir el sol y donde dije… La única manera de acabar en Canarias con tanto mercadeo y trapicheo baratos es hacer un pacto en el que la fuerza política descolgada sea Coalición Canaria. Habrá que tragar sapos y cerrarse los ojos, pero que estos insularistas redomados sigan actuando a su antojo y tomándole el pelo a quienes sean sus compañeros de viaje en cada momento, va a ser que no. Y llevamos décadas con estos procederes. Ya soltó el aludido negociador que como los socialistas ya no tienen los mismos interlocutores (y el nombramiento de la gestora número taytantas no se ha producido), habrá que iniciar una nueva negociación, un nuevo proceso. Como se creen indispensables y ellos siempre han poseído la voz cantante, cárguenselos y verán que se les diluye el chiringuito. Porque sin poder no son nadie. Curritos, carajo, que no son más echaditos pa´lante porque no pueden.
No te preocupes, cuando yo lo vea dentro de poco le preguntaré en qué diccionario encontró eso de ‘ipso facta’. Me va a contestar que él no lo dijo. Yo también lo conozco un fisquito. Algo tuve yo que ver en el parto de un festival internacional de folclore (Arautápala) y mucho él en su desaparición. Presume de datos y memoria, pero, para lo que no le interesa, es de palabra voluble. En los casos comprometidos es capaz de cambiar de opinión con pasmosa rapidez. Hasta Isaac se ha ido dando cuenta.
Pues nada, hasta mañana. Hoy me entretuve con dos alcaldes que son partidarios de limitar los mandatos. El día que sean serios, dejo de escribir para siempre jamás.
Con esta hemos alcanzado la número 1992. Nos restan 8 (en este blog).

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