sábado, 15 de junio de 2024

Omisiones y otros

Con motivo de la reciente celebración de la Feria de la Moda en Santa Cruz de Tenerife, el ayuntamiento de mi pueblo publicó, en su página de Facebook, la siguiente felicitación:

La Feria Internacional de la Moda de Tenerife de este fin de semana cerró con la destacada pasarela de ceremonia y nupcial de creaciones de Rodrigo Piñeiro Novias, diseñador afincado en Los Realejos y cuyo atelier se localiza en el municipio, concretamente en el núcleo de La Zamora.

Enhorabuena por esta colección Black & White que no ha dejado indiferente a asistentes a la feria y amantes de la moda en general, valorándose como "una colección cargada de simbolismos y homenajes, dedicada especialmente a los artesanos de los talleres que mantienen viva la esencia de la moda".

Y me parece bien que se dé a conocer el quehacer de las empresas de nuestra villa. Aunque la mayoría de las veces se hace para lucimiento de la concejala de Comercio. Pero sin discriminaciones. Parece mentira que el Partido Popular olvide los principios religiosos del catolicismo. Algo que no me cuadra en una ideología tan puritana.  Aquello de que “todos somos hijos de Dios” no es un invento de Jesús (puede que de un tocayo), el de La Gorvorana. Sí, el nacido en esa casona de tanto interés histórico. Esa misma, Adolfo, para la que habías solicitado una subvención y que, una vez concedida, renunciaste por la penosa planificación del proyecto para su rehabilitación. Sí, casi DOS MILLONES DE EUROS. Pero como tienes la inmensa suerte de estar a los mandos de un pueblo imbécil, puedes permitirte estos lujos sin que nadie te diga mu. Puede que por ello, además, te hayas olvidado de que en la precitada feria –estuve ojeando el programa– también participó Javilar. Afincada, asimismo, en la carretera de La Zamora. Qué casualidad. Y vislumbré por allí un tal Sedomir. Nombre de indudable raigambre en estos lares norteños. Y Lucas Balboa, aunque natural de Icod de los Vinos, intuyo que también muy relacionado con la Villa de Viera.

En fin, y lo que se me escapa, pues no entiendo nada de este sugerente mundo de la moda, por lo que no estoy puesto en la materia. Pero, me imagino, que a Efraín Medina no le gusta nada que se excluya o segregue a nadie. Quisiera entender que fue un despiste. Deja ver si algún concejal de la oposición pregunta algo en la próxima sesión plenaria. Porque se te acumulan los errores y meteduras de pata. Y no me digas que eso es síntoma de que se trabaja mucho. Porque entre fotos y postureos, más bien creo lo contrario. No te escudes, por favor, en el gabinete de prensa. Como se escondieron detrás de una funcionaria cuando comunicaron a un buen amigo que la prologuista de su libro no podía asistir a la presentación en la Casa de la Cultura, mi otra casa. ¿Censura otra vez? Pero tú tranquilo, somos muy pocos los que vigilamos la marcha municipal. La inmensa mayoría sigue en la inopia. Qué suerte.

La foto me la encontré en Internet. Hay de todo. E ignoro si es lo bastante representativa para la empresa marginada. Informativamente hablando (o escribiendo). No quiero, por ahora, seguir a rajatabla el refrán de “piensa mal y acertarás”. Es que hay tantas entre las que elegir, que se antoja complicado. Pero ello es síntoma inequívoco de que el taller funciona.

A Feni hay que reconocerle, además, el haber hecho posible el renacer de las fiestas de Toscal-Longuera, allá por 1981, tras la fusión de ambos núcleos y la desaparición durante unos buenos cuantos años de aquellas primitivas en torno a las cruces. Sí, una fiesta en El Toscal y otra en La Longuera, con línea divisoria en la Casa Azul. Cosas de viejo. ¿Y qué?

De los otros –vuelvo al titular– destaco la marejada de fondo en Nueva Canarias, donde varios alcaldes de Gran Canaria están indicando la puerta de salida a Román y Carmelo. Y si Teodoro Claret tose en Gáldar, el catarro llega a Las Palmas y Telde en menos que canta un gallo. Por lo que alguno deberá salir pitando para La Aldea dando la vuelta por el Sur.

Y, por último, un salto a La Gomera para ratificar el consabido “sin miserias”. Más de 30 millones para el acceso al hospital (lo mismo no llega a un kilómetro), casi otros tantos para el puerto de Playa Santiago, con nueva vía desde la zona de La Junta. Para enlazar luego con las mastodóntica carretera (¿o autopista?) desde el aeropuerto hasta el cruce de Paredes, que con tantos modificados y nuevas expropiaciones ya debe sobrepasar esa mágica cantidad de treinta millones. ¡Ah!, Casimiro sí fue a votar (entiendo que lo hizo por el PSOE, porque ganaron los socialistas), pero más del 60% se quedó en su casa. En la de Tenerife, lo más seguro. Y las carreteras en Tenerife, de pena, penita, pena.

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