Las palabras de Rivero defendiendo a Garrido causaron sonrojo
y vergüenza (ajena y propia). Quien fuera presidente de Canarias debiera
retirarse a sus predios sauzaleros antes de que alguien le espete si ya
chochea. Un sueldo, y los privilegios que conlleva ese puesto en el organigrama
del Tenerife, no lo puedes justificar con semejantes baboserías. Sentí lástima,
de verdad. Y mira que no fuiste santo de mi devoción en tus andanzas políticas.
Si el principal accionista del club está metido hasta las
trancas en líos judiciales, y ha reconocido que los delitos por los que lo han sentado
en el banquillo de los acusados son ciertos, no nos vengas con milongas ni
disculpas del tres al cuarto. Eso de que sus problemas judiciales no afectan a
la marcha de la sociedad, no se lo cree ni Mariano. Pero como en Las Palmas ha
ocurrido una situación parecida y Ramírez sigue pilotando la nave, naveguemos
que la tormenta ya amainará.
Será cuestión de hablar con Eloísa para que te lleve a su
programa. Como hizo con Clavijo. Sí, a esa deriva sensiblera que bate récords
de audiencia. Porque nos va el morbo y le sacamos el jugo a situaciones de
compasión y lástima. ¡Ay!, pobres negritos. Qué puntazo la foto con la patera
hasta los topes. Como cuando abres una papaya.
Debieron, sin embargo, llevar a Domínguez. Porque estamos en
situación de guerra. Ya no aguantamos más. Y yo –sostiene Manolo– defenderé el
reparto de menores cueste lo que cueste. Y a darse cuatro golpes en el pecho,
falso e hipócrita. Cuando tus compañeros en la Península no quieren saber nada
del tema, máxime cuando el pusilánime de Feijóo sigue bailando la yenka, ¿crees
que te van a dejar? No nos tomes por ingenuos. Alargarán el particular hasta
que caiga de maduro.
Dijiste una vez que no te gusta perder ni siquiera al
dominó. Efectivamente, es que no haciendo nada, sino dejando pasar el tiempo a
verlas venir, resulta harto complicado que te puedan vencer. Si acaso un empate
técnico, denominación al uso. Y en esa programa te hubieses encontrado en tu salsa.
Porque es lo tuyo. Y ya echamos en falta los besitos del Mercadona con aquellos
paseos triunfales por los pasillos de La Gañanía.
No pienses, estimado lector (algunos hay), que estoy
abusando de tintes amarillistas. Qué va, todo lo contrario. Intento hacerte ver
que detrás de estas parafernalias solo existe la tramoya del bien quedar.
Cuando el programa concluye, tupido velo y a otra cosa, mariposa. La falsedad
destila por todos los poros.
Me parece que ya lo he contado. Pues lo repito. Ocupando un
cargo directivo en el colegio público de Longuera-Toscal, llamaron de cierta
tele para preguntar si no teníamos en el centro alumnos con minusvalías (con
algún defecto o problema, sostenían) a los que entrevistar. Tal cual. Se
trataba de otro programa de características similares a los culebrones
actuales. Porque el asunto tiene tela y se persiste en explotar este tipo de…
indecencias. Creo que le dije de todo y más. ‘Más nunca’, tú. Nuestro colegio,
afortunadamente, no se prestó a tales juegos y componendas. Pero otros, amén de
colectivos diversos, sí.
Así nos va. Mientras tanto, y lo damos por normal, siguen
despilfarrándose los dineros públicos en bodrios. Al tiempo demandamos a Madrid
que efectúe giros y transferencias. Paulino seguirá veraneando en Puerto Calero,
Garrido continuará comprando acciones, Clavijo y Domínguez participarán en la
carrera de obstáculos (Hipódromo de Las Llanadas) y Eloísa acumulará méritos
para las campanadas de los próximos cincuenta fines de año.
Patético. Por contar verdades. Como no me debo. En 48 horas,
de vuelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario