Ya estoy en la TF-342, Travesía del Pino (antes había dos, pero
uno pasó a mejor vida), y te pasan lo coches rentito por los tobillos, como te descuides o tropieces con una piedra.
¿No existiría la posibilidad de ampliar el trozo de acera existente hasta al
menos la calle El Tanque Arriba, La Sombrera?
Calle El Medio (de Arriba), hasta la cruz e inicio de la
subida a Las Toscas de Romero. Salvo unos rebajes para entradas a garajes, sin
novedad. Calle La Pila: como no coincidí con la entrega, todo despejado. Calle
El Sol: no vislumbré a don Antonio González y seguí por Santiago Apóstol. Bajé
hacia TF-324, la Carretera Nueva por donde existen unos enormes edificios,
muertos de risa, de esos que te hacen rebatir a los autoridades (in)competentes
sus peroratas de faltas de viviendas. Enfrente, la finca de El Llano. Una vieja
higuera resiste el paso del tiempo. Frutos no le vi, pero algunas hojas afloran
tímidamente. El ganado la respetó, pero no el fuego al cañaveral cercano.
Tomo el Camino Viejo de San Benito y el Mercadillo del
Agricultor estaba a tope. Pude sacar una foto, mas me pudo la emoción y se me
pasó por completo. Confórmate con esta captura de Google Maps. Cuánta gente
adquiriendo los productos de nuestra floreciente agricultura. Aquello daba
gusto. No era yo consciente del potencial de nuestro campo. Mis más sinceras
felicitaciones al concejal que ha hecho posible esta maravilla. Se ha ganado el
sueldo. Todos los puestos a tope, petados. Plátanos baratísimos, papas caras (y
de más variedades), hortalizas a tutiplén, frutas en su punto… En fin, ve tú
para que te desengañes. Ni el de Tacoronte, ni el de La Matanza, ni el de Santo
Domingo. De verdad, asombrado. Mira que uno ignora lo que tiene en el pueblo, a
la vuelta de la esquina.
Continué por la TF-333. Y otra sorpresa. Habían ampliado el
puente de Piloto. Ya pasan dos coches sin problema alguno sobre el barranco de
Palo Blanco. Una maravilla. Oh, hasta habían quitado ya el espejo. Total, para
lo que servía. Dime la verdad, ¿lo llegaste a mirar alguna vez? En la próxima
fiesta de San Benito, el pregonero ya tiene tema a desarrollar tras tantas décadas
de paciente espera.
Me tuve que parar en San Benito. Luego seguí por Los
Afligidos hacia La Montaña. Pero me embargaba tanto la emoción que requería de
esta pausa para tomar resuello. Tanto poner en solfa la holganza de estos políticos
y me dieron ración doble. Pa´ que vuelvas, me dije.
A la vuelta no fui capaz de hacerlo por el mismo trazado.
Subí por Tierra de Oro y La Cartaya hasta La Cruz Santa y regresé por El Mocán.
Me costó la pendiente, pero valió la pena. Casi se me parte el ojo buscando a
Benito (para que trasmitiera mis felicitaciones al grupo de gobierno) pero no coincidimos.
Probablemente estaba en La Luchada tomándose algo. En ese establecimiento es
donde suelen hacer deporte muchos empleados del ayuntamiento. También los policías
municipales. O aquí o en la gasolinera de San Benito. Otros caminamos. Y
observamos. Y escribimos. Cada cual con sus manías.
Ya sabes, en dos días nos vemos.
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