martes, 30 de julio de 2024

¡¡¡No!!! (y 2)

Y volvemos al periodista. O a quien dice serlo. Nadie pregunta, nadie cuestiona. Puede que les corroa la conciencia, pero no se atreven. Está detrás la espada de Damocles de la empresa editorial. Untada con dinero institucional. Así que vayan la dignidad y ética profesional para el carajo a cambio de los cuatro garbanzos. Triste. Lamentable. Pero real como la vida misma.

Clavijo y Domínguez seguirán formando tándem. Porque a Casimiro se le importa todo un pimiento (incluyan pateras y cayucos) mientras pueda seguir obteniendo pingües beneficios en forma de chascadas a los presupuestos autonómicos. Para seguir atiborrando estómagos en La Gomera y dejar sentenciadas las elecciones hasta cien años después de su muerte.

Y la oposición del partido que ganó la elecciones en Canarias brilla por su ausencia. Da la impresión de que el nombramiento ministerial de Ángel Víctor ha dejado huérfano al PSOE. Por lo que si estás pensado en que Clavijo eche a Manolo para buscar un nuevo pacto con los socialistas, no pierdas el tiempo. Hay demasiado en juego. ¿Te imaginas a Fernando de vicepresidente con Patricia al mando, por ejemplo? Aparta, Jesús, de mí esos malos pensamientos. Además, ¿dónde hallarían cobijo Jorge, Francis, Regalado, Natalia, Carmen Luisa, Jonathan, Liria, Sara, Dulce…? Tú ignoras qué esconden esos puntos suspensivos. ¿Y Marrón? ¿Va a volver a ejercer de policía local de Santa Cruz?

Cuánta tristeza. Qué nivel más bajo. Han convertido la política en un pimpampum. A derribar los muñecos que están enfrente. Cuando no se recurre al y tú más. Con tales argumentos, gestionar se ha convertido en mera visión empresarial. Superávits, beneficios, ganancias. Sin recato a que no se ejecuten los presupuestos. Da lo mismo, incorporamos remanentes e incrementamos los millones. Ficticios para inversiones, pero reales para perpetuar amistades. Puestos de confianza, de libre designación (enchufados, vamos) a porrillo.

Oye, ¿esto no iba de negros que se lanzan a la mar en busca de horizontes de esperanza y futuros menos opacos? Que se fastidien. No, ellos, los llamados a que aporten soluciones, no lo dicen. Se excusarán con cualquier nimiedad porque cuentan con la ventaja de que el pueblo, esa masa contrahecha y desnaturalizada, no dirá ni pío. No sé si algún historiador, dentro de un par de centurias, se atreverá a poner en un libro de texto que en julio de 2024 el parlamento español signó una tiznada monumental, emuló al Goya cuando decoró la Quinta del Sordo al lado del río Manzanares.

¿Qué necesidad tienes tú de…? Muchísima. No me voy a quedar de brazos cruzados ante ignominias de tal calibre. Pueden Clavijo y Domínguez persistir en su paripé, pero no será un servidor cómplice de semejantes desmanes. Allá cada cual. Ni me debo ni me deben. Con 75 años me creo en la obligación de hablar (escribir) sin tapujos. Ya no pienso lloriquear ante ninguna institución. Mis escritos quedarán en el ordenador por si mis descendientes tienen más suerte y los pueden dar a conocer en otro formato.

No, yo no me callo. Haz lo que tú creas conveniente. Pero después no te quejes. Sigue, pueblo, riendo gracietas y dando carta de naturaleza a comportamientos indignos. Calca la falsa humanidad de los bien retribuidos y aplaude salidas de tono. Es más, pide plomo –si Vox ya no lo disimula siquiera, el PP competirá por superar listones– y la restauración de los cañones de Castro. Para el próximo año no contraten al mismo embajador de los reyes magos. Ni permitan que Baltasar siente sus posaderas en la grupa del camello. Cualquier componente de las huestes de Alberto o Santiago sabrá ungirse adecuadamente.

Cinismo, postureo, falsedad, hipocresía, lobos con piel de cordero, fachadas, marketing… Menos los domingos, día en el que los muy católicos, apostólicos y romanos van darse golpes en el pecho y a escuchar la palabra que jamás practicarán. Es que son la hostia.

Si la justicia no me incrimina y el gobierno no me censura, volveremos en agosto, es decir, pasado mañana; a la vuelta de la esquina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario