jueves, 15 de agosto de 2024

Muchas dudas y pocas certezas

¿Cuánto abonará de impuestos al ayuntamiento alguna empresa por ocupar gran parte de suelo público en la calle Las Cesteras –Polígono Industrial de La Gañanía– para publicitar cada día coches de alta gama (preferentemente de la marca BMW) como si la vía fuese un expositor al uso? ¿Que son de los trabajadores que curran por los contornos? ¿De lo propios empleados municipales que frecuentan el solar que usan como depósito de trastos viejos? ¿Y si te digo que no me lo creo? ¿Tanto es el poder adquisitivo de los mismos? ¿No entiendes que de ser así, ya se los hubiesen copado esa pléyade de parásitos institucionales?

¿Cómo es posible que bastaran unas horas y un poco de pegamento para sellar la fuga del emisario en Punta Brava, con un presupuesto tan ridículo que a Casimiro no le hubiese dado ni para una simple recarga en uno de los coches eléctricos del Cabildo Insular con el que se pasea por Tenerife? ¿Cómo explicamos que mientras se ponía la gotita –o poxipol– en el tubo de la mierda, el aliviadero escupía agua de colores, dirección playa de Los Roques? ¿Para cuándo una verdadera política ecologista que reutilice aguas residuales sin emisarios submarinos de ningún tipo? ¿Llegará el día en que el saneamiento sea una prioridad, sin que el subsuelo siga, cual queso de Gruyère, horadado con pozos absorbentes?

¿Habrá sopesado David las previsibles consecuencias de su rabieta emocional? ¿Habrá calculado la fuga de votos en las próximos comicios por el engaño a sus potenciales electores? ¿No es mucho pedir tres asesores (personal de confianza) para solo dos concejales (también liberados) en un ayuntamiento con graves problemas económicos, dicho por ustedes, que no por mí? ¿Principios de quita y pon? ¿No dispone el PP portuense de otro recurso que las mociones de censura para acceder a la alcaldía? ¿No se ha dado otro tiro en el pie –y lo debe tener ya hecho un asco de tanta refriega– CC, que se salta hasta sus propios estatutos para embarcarse en un aventura más negra que los sobacos de un grillo? ¿No se lo estarán poniendo a huevo a Marco para un retorno triunfal en 2027? ¿Se repite la historia del paripé Castro-Brito por el que a Salvador se le adhirió la etiqueta de “el breve”? ¿Por qué no se pondrán un punto en la boca los enchufados populares portuenses en instituciones supramunicipales? ¿No lo cobras bien, tras haber perdido donde te presentaste, como para aplicarte el “por qué no te callas”?

¿No existirá un concejal en el grupo de gobierno realejero que transite las playas del municipio y se venga a remojar el culo en Los Roques? ¿Merecen los habitantes de Toscal-Longuera –sus principales usuarios– el actual estado de abandono? ¿Practicarán la desfachatez de aquel defensor a ultranza del comercio local y que se iba a comprar en Alcampo-La Villa? ¿Cuándo volveremos a ver expeditos sus dos accesos: por La Fuente y por El Horno? ¿Que soy un antiguo, no? ¿Y si yo pensara de ti que eres un ignorante redomado, que te queda el cargo más ancho que la raída gabardina al teniente Colombo?

¿Te imaginas que Viviana Marton, quien desplegara en París la bandera de Canarias para mostrar su alegría por la medalla lograda en la disciplina de taekwondo, defendiendo los colores húngaros, hubiese nacido en la Villa de Viera? ¿Te imaginas las carreras de muchos culichiches o correveidiles para entregarle la metopa para la foto de rigor? ¿Te imaginas la promoción (¿o procesión?) benedictina de Los Realejos con Viviana? ¿Te imaginas la de cargos y allegados que se hubiesen desplazado a la Ville Lumière para inmortalizarse bajo la Tour de 300 mètres?

¿Sabes que en el decreto ley de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad, la gestión eficiente y la calidad en el empleo público (Boletín Oficial de Canarias, 12-agosto-2024), los aspirantes a trabajar en la Administración Pública de Canarias deberán pasar por una prueba de oposición, como en la educación no universitaria y el ámbito sanitario, y quienes sean nombrados como personal interino por primera vez estarán sujetos a un periodo de prueba? ¿Y no entienden ustedes –lo vengo sosteniendo desde que era mucho más joven– que procedería hacer un examen parecido (o quizás más duro por la carga de responsabilidad que conlleva) a todo aspirante a cargo público antes de ser incluido en una candidatura? ¿Sería mucho pedir?

Soy consciente de que se trata de un examen largo. Por ello me tomo el resto del mes de vacaciones blogueras –no más entradas hasta septiembre, qué ilusión, como cuando estaba en activo– para que tengas tiempo de ir contestando poco a poco en Facebook. Y al que no lo haga, a repetir curso. Que es lo que hacen los políticos, repiten, repiten, repiten y repiten. Ni se les cae la cara de vergüenza, ni se disgustan; es más, les encanta.

Nos vemos en dos semanas. 

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