¿Parece que ya quiere?

Ocho décimas de rabiosa actualidad. Y ahora que está el patio hirviendo, solemnemente declaro que si la justicia demostrare que el caso Koldo salpica a todos los que el PP piensa, aplíquese con total rotundidad las penas que a bien se estimen. Caiga quien caiga. Si la sentencia de la Gürtel ya calificó al Partido Popular como organización criminal por planificar diversas tramas corruptas que, incluso, financiaron reformas en Génova 13 –algo, al parecer, bastante nimio para quienes ahora se querellan contra el PSOE ante la Audiencia Nacional–, respetemos los tiempos judiciales y dejemos –¿será posible?– los juegos del y tú más. También los que dicen ser notarios de la información. Eso, los periodistas. Muy dados, asimismo, a opinar a destiempo y olvidando que los juicios de valor pueden ser debidos a meros y repentinos calentones. Demasiados tertuli-anos y escasas cabezas amuebladas.

¿Se acuerdan de aquel contundente “pegamos”, que usábamos años atrás cuando, por ejemplo, íbamos a poner una plancha en las autoconstrucciones? Pues eso, peguemos, o séase, comencemos:

Visto que Feijóo ya quiere, / Sánchez debe dimitir / y así podrá corregir / eso que menester fuere. / Al que la unidad rompiere / pidiendo diversidad, / se tendrá la potestad / para el palo y tentetieso / y al que le pique un divieso: / rásquese con suavidad.

Desde sede reformada / con dinero bien oscuro / –con firmeza lo aseguro / por sentencia confirmada– / se ha lanzado la manada / al cuello del adversario, / mientras el presi canario / solo confía en cecé, / pero de mano se ve / con un tunante falsario.

Y a Clavijo le pregunto / con qué Coalición se queda: / ¿la que sigue la vereda / de Zerolo con su asunto / o esta que yo le apunto / de El Trompo que bien bailaba / Isaac en su Orotava, / con Ambrosio, el buen amigo, / teniendo de fiel testigo / a quien informes trucaba?

No basta con la sospecha / del Partido Popular, / que no debiera olvidar / el haber de su cosecha. / Al tener visión estrecha / y no mirar su joroba, / no les basta con la escoba / ni martillazos diversos / para tapar los perversos / efectos que los arroba.

Cuando no se está seguro / de ser modelo impecable, / no desenvaines el sable / al estilo rey Arturo. / Con ese pasado oscuro / de trapicheos constantes, / enfundarse blancos guantes / en cruzadas de ignominia, / no es desde luego la insinia* / para futuros votantes.

Alberto con su deriva / no hace honor a los flirteos / de marítimos paseos / por su Galicia adictiva. / Jugar a la defensiva / por la amenaza evidente / de quien afila su diente / de la mano de otro MAR, / mucho vaivén debe dar / al nadar contracorriente.

Primará la distracción / para olvidar lo importante, / pues no afecta dar el cante / si engañamos un montón. / Al margen: la inmigración / y asuntos de trascendencia, / lo que muestra la evidencia / de cómo nos entretienen; / así ellos se mantienen / a su entera conveniencia.

El descontento se impone / y la confianza escasea, / ¿no habrá quién coño lo vea / para que orden nos done? / O más seriedad se pone / en prestigiar la gestión, / o ganará la abstención / por rotunda goleada, / pues si la gente se enfada: / ¿debo darle la razón?

* La pongo en cursiva aunque sí figura en el DRAE como término desusado.

Bueno, sean felices y pórtense bien, no sea que se tropiecen con una querella.