domingo, 15 de diciembre de 2024

Defraudador confeso y otros

Como hoy es domingo, nada mejor que un pequeño resumen semanal. Tres pinceladas casi a vuelapluma, que ya analizaremos, la próxima semana, con mayor detalle alguno de estos esbozos.

No son buenos momentos para el periodismo. Abundan los plumíferos cachanchanes y los terroristas de las ondas. A los que ni siquiera molestan las sanciones económicas derivadas de procedimientos judiciales, porque siempre habrá paganinis que carguen con el mochuelo a cambio de que las diatribas e improperios continúen. Y a aquellos que ejercen la labor que se les presupone encomendada –comunicar libremente información veraz– les cae arriba el peso de… los golfos que añoran con poner mordazas. Me explico. O lo intento, al menos:

Un ciudadano particular, Alberto González Amador, que casualmente es novio de una presidenta autonómica, se encuentra en los tiempos álgidos de las denuncias. O alguien le está pagando los honorarios del abogado o debe poseer dinero más que suficiente para correr con las minutas. Incluso, me atrevería, para pagar lo que le debe a Hacienda y acabar de una vez con este melodrama. Porque fue él quien reconoció al menos dos delitos fiscales, cuya suma asciende a unos buenos cuantos cientos de miles de euros. Y eso –cualquier diccionario al uso lo ratifica– significa que es un defraudador confeso.

Pues viene a resultar que el susodicho considera que llamarlo “autor confeso de fraude fiscal” es motivo más que suficiente para interponer una querella por injurias y calumnias. Pues menos mal que no me lee –no creo que Manolo vaya con el cuento a Isabel Natividad– que si no doy con mis huesos en un duro catre de viento. Varios son los profesionales que han sido instados a un acto previo de conciliación porque se atrevieron en el programa La Noche, del Canal 24 horas, a calificarlo de tal guisa. Que viene a ser –es un símil– como si llamásemos merdellón al que no se ha aseado en los últimos cinco años. En fin, estamos alcanzado unos extremos en los que la Justicia se pone en su sitio o estaremos abocados a seguir siendo un país de pandereta.

En la ilustración gráfica de hoy observamos dos características fundamentales: la ausencia de representantes de Vox y la presencia de un infiltrado. Que la formación política ultraderechista no quiere ver a los negros ni en pintura no constituye una novedad. Pero lo manifiestan abiertamente, sin tapujos. Lo de Manuel Domínguez no tiene nombre. Ahí lo tienen en la foto, adhiriéndose a la propuesta del reparto de los menores inmigrantes. Dibujando en su cara una sonrisa más falsa que una moneda de tres euros. Yendo, incluso, a Madrid para escenificar el mayor esperpento jamás vivido en Canarias. Vamos, cantemos, somos ocho sobre…

Por ello, cuando Barragán suelta esta perla: “El PP no ha estado a la altura”, ¿a qué se refiere? Porque Clavijo, no ha tanto, defendió al carajito (¿o prefieren chamo?) pues estaba dando el callo y poniendo toda la carne en el asador. Qué ingenuidad la de CC. ¿Es que, acaso, los azules de aquí son diferentes a los charranes peninsulares? Sí, y los de mi pueblo son socialdemócratas. También estaban en contra de leyes como la del aborto, la del divorcio o la del matrimonio igualitario. Pues no está en condiciones el venezolano de darnos lecciones.

“El papel de Rivero está siendo determinante. Se ha fijado el objetivo de no dejar morir al club y hacerle un último servicio”. Así lo leí y así lo reflejo. Aunque más parece una esquela, o una despedida, que la exaltación de un virtud. Porque mucho habrá que cambiar en el Club Deportivo para que la situación se revierta. Y no vislumbro a Paulino con los ánimos suficientes como para darle la vuelta a la penosa clasificación. Hasta Concepción se muestra reacio. Cuando vendió a Garrido dejó estipulados generosos dispendios por si el Tenerife ascendía. Pues sí, como Islas Airways. Y al de El Sauzal se le está poniendo la cara del palmero. Irradia una alegría que te cambas. Regocijo que transmite a la plantilla –eminentemente canaria y que siente los colores como algo propio– y lo que está a la vista…

[Nota aclaratoria: Como tuve un compromiso que cumplir durante el fin de semana, los párrafos anteriores fueron redactados, y programados, el jueves 12. Si el viernes cambió el panorama, tras la reunión en Cantabria, con respecto a la situación de los menores inmigrantes, te prometo que el martes me afilio al PP] 

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