Peinado y yo

Perdóname, Juan Ramón (Jiménez), por la petulancia. O por la comparancia, que diría alguien cercano. Pobre Platero, qué pensará. ¡Ah!, un consejo a mis (no) lectores. Te juro que los temas son de rabiosa actualidad. Si crees que con rima pierden interés, prueba a leerlos como prosa. Olvídate de las barras de separación y hazlo de corrido. Cuando les cojas el tranquillo, te los chascas como millo. Ya empezamos…

Martes, 20-05-25

Y mi palabra es la ley / –cantando está el juez Peinado– / quien se cree, por togado, / de que sigue siendo el rey. / Ya solo falta su okey / para imputar a la NASA, / pues sospecha que le pasa / información a Begoña, / sin gustarle, ni de coña, / que siga tranquila en casa.

No cejará en el empeño / de meterle más presión, / porque grande es su ilusión / por ver cumplido su sueño. / Como él se siente el dueño / del cortijo judicial, / atacará hasta el final / usando todas las armas, / sin importar las alarmas / por nadar en un fangal.

Que nadie le dé instrucciones / de cómo instruye la causa, / ni de que tome una pausa / para adoptar precauciones. / No se admiten más cuestiones / que las que a él le interesan, / cuiden mucho lo que expresan / sin que se esbocen sonrisas, / no le pongan cortapisas / que a buen seguro lo estresan.

Dejar la judicatura / a los pies de los caballos / es labor de ciertos gallos / que padecen mal de altura. / Se lanzan a la aventura / retorciendo reglamentos, / que usan como instrumentos / cual si fueran las veletas / con que dirigen las tretas / sin mayores elementos.

“El que pueda hacer, que haga”, / y en ello está Peinado, / lanzando desde el estrado / mensajes con una daga. / Yo no sé cuál es la paga / por parcos razonamientos / que se lanzan a los vientos / sin respetar garantías: / aquí no valen manías / sino firmes fundamentos.

Dibujemos escenario: / si acabada la instrucción / se produce un revolcón / anulándose el sumario, ¿quién resarce este calvario?, / ¿se sanciona con firmeza / esta falta de cabeza, / o se marcha de rositas / el autor de las perlitas, / sea juez o sea jueza?

Miércoles, 21-05-25

Es terapia el escribir / que me relaja y cultiva, / conservo la mente activa, / es para mí un elixir. / Jamás te iré yo a pedir / que pinches en un me gusta, / pues su escasez no me asusta / ni me tiene preocupado, / tengo el ego realizado / porque a lo parco se ajusta.

Me entreno con espinelas / en vez de marcharme al bar, / es que me gusta jugar… / ¡recreo de las escuelas! / No me quedaré a dos velas / si el interés no despierta / lo que mi mente concierta / con la cruda realidad; / como cosas de la edad, / dejaré la puerta abierta.

Que no gusta este modelo, / que este año llevo a cabo, / no es algo con que me trabo, / tengo los pies en el suelo. / Me basta seguir con celo / este reto singular, / aquel de poder cantar / lo que está a mi alrededor / con una pizca de humor / más un trato peculiar.

No me quisiera parar / si décimas van saliendo / mientras me voy divirtiendo / en esto de analizar. / Tampoco voy a soñar / con ser famoso algún día, / me basta con la manía / de seguir entretenido / y no quedarme perdido / olvidando esta porfía.

Cuando empecé no sabía / hasta dónde iba a llegar, / mas no me puedo quejar: / jamás lo pretendería. / Es menester valentía / en este momento intenso, / para escribir lo que pienso / ejerciendo mi derecho, / pero no me pongo techo / en lo que en rima condenso.

A modo de conclusión:

Cada uno se entretiene como mejor estima conveniente. Uno (yo) garabatea líneas cambadas. El otro parece predestinado a parir ideas sin fundamento. Y en su profesión, tal menester es muchísimo más peligroso que el de pergeñar rimas. Seguiré hasta que un día me citen desde el Juzgado de Instrucción número 41, sito en Plaza de Castilla, 1 - Código Postal: 28046 - Municipio: Madrid - Provincia: Madrid - Comunidad autónoma: Madrid - Teléfono/s: 91 493 22 99, 91 493 20 00 - Fax: 91 493 23 01 - E-mail: juzgadoinstruccion41@madrid.org