Sábado, 10-05-25
Han pasado ya unos días / de aquel terrible apagón, / el que
brindó la ocasión / para más marrullerías. / Declaraciones bravías / de
‘sectores moderados’ / nos dejaron encarnados / por formas y procederes: / son
los únicos haberes / de un grupo de deslenguados.
“Tenemos todo el derecho / de veraz información”, / lo dijo
González Pon(s), / en Valencia, con despecho. / Mientras él sacaba pecho, / un
tal Mazón se escondía / porque Feijóo no quería / que le aguaran el congreso /
y salir del mismo ileso / sin gastar la batería.
De todos es bien sabido / que aquí el único culpable / –al
pobre nadie echa un cable– / es un célebre bandido. / Por Sánchez más conocido,
/ es la causa de los males / y dueño de los fangales / de toda la España
entera, / sin que haya la manera / de tocarle los timbales.
Sin saber cuál fue el motivo / a degüello nos lanzamos / y
prontamente opinamos / como experto ejecutivo. / Y el único objetivo / de
sesudos analistas / son las tácticas “trumpistas” / de encender ventilador /
para expandir el hedor / de malvados socialistas.
Aversión a lo social, / al progreso, a los derechos, / para
ellos los provechos, / para el pueblo el cenagal. / En la batalla campal / gana
siempre el marrullero, / aquel que tiene dinero / y lo maneja a su antojo, / el
que nos deja el rastrojo / mientras hace de banquero.
Si culpar al presidente / es su único programa, / ni chiquito
panorama / si gobernara esta gente. / Parece que no es consciente / el pueblo
de tal escollo, / pues darle poder a un tollo / que se monte en la poltrona, /
es regalar la Tizona / a estos “cides” del embrollo.
Si el gobierno se sostiene / sin convocar elecciones, / se
tomará vacaciones / el que de Galicia viene. / Aunque Isabel lo mantiene, / ya
sin mucha convicción, / le va marcando el guion, / ─¿no se acuerdan de Casado?─ / mas lo tiene amortizado / por baldío fantasmón.
A las bases socialistas / les pido que se rebelen, / que con valentía apelen /
difundiendo las conquistas. / No somos los reservistas / que esperan
pacientemente; / hay que decir a la gente / que en la España del progreso, / ni
un paso de retroceso / con espíritu valiente.
Domingo, 11-05-25
Se discute, se disuena, / se intercambian opiniones, / pero
luego en las canciones / la armonía es la que suena. / Que concluya la faena /
de las luchas sin sentido, / porque son un estampido / que al elector le
chirría / y se sigue la manía / de provocar mucho ruido.
Todos no somos iguales, / ni tampoco monolíticos, / pero el
que seamos críticos… / como el resto de mortales. / Mas debemos ser leales /
con ideas compartidas, / o, al menos, parecidas, / y esparcirlas sin tapujos, /
para que unidos los flujos / sean así difundidas.
¿Existe el miedo, quizás, / por temor al qué dirán? /
Nuestros logros ahí están, / no fue una estrella fugaz. / Si donde quiera que
vas, / con la cabeza bien alta / di: lo que a la vista salta / son logros de
nuestras izquierda, / que nos queda mucha cuerda, / que al pueblo le hacemos
falta.
Prometamos sensatez / y gestionar con denuedo, / cortemos
con el remedo / donde prima la insulsez. / Y apostemos de una vez / por los
gastos reducir; / la política es servir / y jamás aprovecharse / para en la
poltrona auparse / con afán de bienvivir.
Sobran muchos chiringuitos / y asesores a mansalva, / ¿para
peinarte la calva / y en ella darte besitos? / Ya está bien de los refritos /
con los cargos de confianza, / que solo llenan la panza / sin mayor
merecimiento: / lo llamo vivir del cuento, / poco así es lo que se avanza.
Para que se ponga coto / al pueblo hay que hacerle ver / que
es muy fácil prometer / solo en busca de su voto. / Que no te vendan la moto /
y exige su cumplimiento, / que no se las lleve el viento / y pelillos a la mar;
/ tú te tienes que plantar / pa´ que no vivan del cuento.
Estos años de mandato / del partido popular / han venido a
demostrar / que no cumplen ese trato. / No parece muy sensato / no saber
planificar / y a salto de mata dar / pinceladas al tuntún, / nos hace falta un
‘ayún’ / que no piense en cómo ahorrar.
Y eso pasa por cumplir / un programa realista, / que a unos
cuantos años vista / mejore nuestro existir. / Que a dónde va a dirigir / un
serio planeamiento / y no parcheando al tiento / para escapar día a día; / yo,
ante todo, exigiría / un mucho de fundamento.
A modo de conclusión:
¿Fallos? Muchos. ¿Improvisaciones? Bastantes. ¿Progresos?
Saltan a la vista. Fíjense ustedes que somos culpables hasta de las quejas
ciudadanas (sobre todo las de la juventud) por haber “inventado” el estado del
bienestar y algunos se acomodaron tanto que esperan sentados en casa a que les
lleven sueldo y manutención. Aparte de las dietas. Ay, país. Y pueblo.
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