Sábado, 24-05-25
Regalo despertador / vigoroso y automático, / que con rigor
matemático / cumple eficaz su labor. / Funciona como un primor*, / para que tú,
jubilado, / empieces entusiasmado / la jornada laboral; / es, en suma, fuerte
aval / que no te deja tirado.
No necesita corriente / ni hace falta darle cuerda, / pues
él solo te recuerda: / ¡levántate sonriente! / De madrugada, obediente, / te
vas al baño a mear / y aprovechas pa´ rezar / por aquella juventud / que hace
del ruido virtud / porque debe… fastidiar.
Por lo tanto, como estoy / más contento que el carajo, / no
cojo por un atajo / y a ello directo voy. / Bien alto proclamo hoy / que no hay
sentido común / y así no se va a ningún / lugar en que lo sensato / sea norma
todo el rato / y no el dichoso runrún.
Si yo tuviera una moto / ─es ejemplo simplemente─
/ no jodería a la gente / causando fuerte alboroto, / o, mejor, un terremoto /
por la hora intempestiva, / sino que haría efectiva / lo de arrancar y salir /
y no la de hacer sufrir / con la matraca excesiva.
Como en el caso
presente / la madrugada es constante / con un reiterado cante, / hago saber a
la gente / que si me viesen ausente, / o que me falte el empeño, / no es que a
este pobre isleño / ya le flaquee la fuerza / o que muy fuerte no almuerza: /
¡es que se cae de sueño!
*a las tres de la mañana.
Domingo, 25-05-25
Del final de un reportaje / que le hicieron a Clavijo, / en
tres detalles me fijo / para lanzar el mensaje. / Iba feliz en un viaje, /
contento en una furgona: / la conduce una persona, / que debe ser periodista /
y al volante fuerte artista / muy bien aupada en su trona.
Que desvía la atención / mirando hacia el presidente, / sin
tener siempre presente / que no es un juego su acción. / Yo no entiendo la
razón / de cómo se promociona / el ir haciendo la mona / con un volante en las
manos, / poniendo en juego los sanos / principios de una persona.
Se mira a la carretera / y nunca al entrevistado, / o
haberla realizado / de diferente manera. / Porque esta forma romera, / con
distracciones constantes, / no parecen elegantes / ni ejemplos nos van a dar; /
puede un segundo bastar / para cambiar los semblantes.
Esta tele tan canaria, / que se pone de modelo, / no debe
tomar el pelo / con actitud tan palmaria. / No consiste la red viaria / en
juguete de esa tele / y menos que se revele / como algo intrascendente, / pues
puede pensar la gente / que respetar no se suele.
Con el abrazo final / la cachimba me llenaron, / pues los
principios nadaron / en auténtico fangal. / Ya no es pecado venial / mostrarle
al espectador, / sin recato y sin rubor, / este afán de figurar / en lugar de
trabajar / por realzar el sector.
Como les sobra el dinero / les quedaría mejor / un Tesla sin
conductor: / humildemente sugiero. / Y en el asiento trasero / Domínguez y
Casimiro / ─a cada cual más
triunviro─ / así, en caso de accidente, / se contarán frente a frente… /
conciertos de tiroriro.
A modo de conclusión:
No te distraigas al volante. Vengan campañas del DGT, con
imágenes dantescas, y nuestra querida televisión, con la ayuda inestimable de
la grey política, a divulgar todo lo contrario. Es que te fijas en todo, me
dirán. Si todos hiciéramos lo mismo, quizás otro gallo nos cantaría. Porque
reírle las gracias a quienes cobran, y muy bien, de nuestros impuestos, no es
de recibo. Y con el sueño que tengo, hoy me tocan fuegos otra vez.
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