Casi todo
sigue igual. Finalizada la etapa de los buenos deseos y la paz infinita,
corresponde volver a las andadas, a ser los mismos de siempre. Como los
cuchillos habían quedado a buen recaudo, no es necesario volver a afilarlos.
Prestos y dispuestos se hallan.
Hemos tenido
bastantes días de polvo en suspensión. Que no debe ser lo mismo, estimo, que
nos encontremos en un periodo en que los polvos estén suspendidos. Al menos no
tengo constancia de ello. Y me temo que sería una medida de escaso cumplimiento.
Máxime en fiestas tan señaladas que invitan a los arrumacos. Y no sigo porque
tú eres inteligente.
Ya saben mi
opinión, reflejada en comentarios anteriores, acerca de las campañas de
recogida de alimentos y juguetes, tan características de esta época del año. Se
quejaba la Casa
de Galicia no ha tanto que sus depósitos
estaban vacíos. Leí ayer que ahora se desbordaban. Da la impresión de que en
esta sociedad se actúa por los dictados de echarse flores y apuntarse tantos.
La coordinación brilla por su ausencia y solo conseguimos que los avispados
(más que necesitados) de turno se presten a turbios manejos. Y ahí lo dejo.
Lo de La Graciosa en fin de año no
tuvo gracia alguna. Por mucho que don Willy se haga el ídem con su gorro de
palma. Como periodista (anda ya, a presumir) me avergüenza que no haya en
Canarias cabezas mejor pensantes que estos descerebrados. Ya está más repetida Eloísa
que la caja del turrón. Además, este año dejó que fuera una de las K-Canarias
la que nos sorprendiera vía destape. Completó el bodrio más visto en todas las
teles públicas del país, los aullidos del tal Ginés, que ya pudo quedarse
sumergido en el charco del mismo nombre y lo mismo salían a flote los botes
hundidos. La mediocridad del director del Ente no da para más. No da más de sí,
da más de no. Y la programación es fiel reflejo de sus “altísimas capacidades”.
El resto, a obedecer. ¿Y los políticos? Déjenme quieto.
Se acaba el
bipartidismo, es el eslogan de los denominados partidos emergentes. Que no debe
ser Repsol. Y basan sus campañas en atacar con fiereza inusitada a PSOE y, en
menor medida, a IU. Este observador impenitente entiende que estos arribistas
de nuevo cuño son unos embaucadores de tomo y lomo. Porque, al final, todo se
traduce en quítate tú para ponerme yo. Con lo que su teoría de finiquitar el
sistema de dos partidos hegemónicos es pura falacia y mera entelequia. Tanto es
así que ya no se recatan en disimular apetencias mediante idénticas luchas
intestinas a las que hemos presenciado con los de la ‘casta’ en estos años de
democracia. Al final, y sin mentar lo de tiempo al tiempo, más ralea.
Este pasado
sábado (3 de enero) nos deleitaba el diario ABC con el siguiente titular: “La Policía despide al agente
muerto en Embajadores”. Me fui al diccionario, confidente en mis ratos de dudas
académicas, y todas las acepciones que pude leer iban por el camino que tú ya
te imaginas. Uno puede quedarse con la nula humanidad de un Cuerpo ante una
desgracia como la acaecida al joven servidor público. ¡Ah!, vale, las prisas
del cierre.
El avión
siniestrado en Indonesia no tenía permiso para volar ese día. Pero bueno, a qué
extremo hemos llegado en el intento de justificar ¿qué? Como si un aparato de
estos pudiera salir desde la azotea de cualquier edificio para volar miles de
kilómetros. ¿No se exige, con carácter previo, un plan de vuelo, que deberá
llevar implícito todos los requisitos, beneplácitos y conformidades? Como no
escapó nadie a quien poder culpar del lamentable suceso, echemos balones fuera.
Cuánto cinismo y falta de humanidad.
La separación
de Marta Ortega (¿Te dice algo el apellido?) y Sergio Álvarez copa, y ocupa,
portadas de esas revistas de cierto tinte amarillo. Yo lo cambiaría por el
marrón (canelo), como, creo, hacen en Brasil. Parece que el jinete (así lo expresan)
podría pedir una pensión compensatoria. A lo peor es que cabalgó más de la
cuenta y se le sudaron. Chacho, qué falta de ignorancia. Esto es peor que
tragarme el buen rato de ‘Sálvame’ que vi en la sala de espera de Bellevue el
día de Año Nuevo, donde hube de acudir por una lumbalgia que me traía frito. Al
menos en Hospiten Rambla, donde voy al urólogo, ponen el Canal 24 Horas.
Por último,
la foto. Ahí tienen a los dirigentes de Nueva Canarias en su particular
operación de búsqueda y captura. Comido el terreno al CCN de Nacho González,
están de un frenético viajero que las islas se les quedan cortas. Tardan menos
en plantarse en Santa Úrsula que en ir de Mogán a La
Aldea. Y no creas que los gastos inherentes
a tanto garbeo son abonados de sus bolsillos. Los pagamos tú y yo, que somos
los idiotas de la película. Y deben estar brindando buenas ofertas (al servicio
del ciudadano, claro), porque los brincos partidarios provocan… lástima.
Esta noche
vienen Los Reyes. Creo haberme portado bien. Y si no me dejan nada, mejor. Me
podré gastar el dinero ahorrado en cualquier viaje. Hasta pasado mañana.
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