Meridiana la
exposición de motivos, excelente la iniciativa y magnífico el capítulo de buenas
intenciones. Que deberá ser la respuesta (estamos en ello) a la negativa en
sesión plenaria de darle voz a los ciudadanos mediante la oportuna regulación
de las intervenciones. Bien molesta que otro se adelante, aunque existan
consistorios que lo hayan puesto en práctica y marquen la pauta sin necesidad
de imposiciones legales.
Son los
aspectos que uno no acaba de captar (o sí) del equipo de gobierno en el
ayuntamiento de la muy noble Villa de Viera. Lo que proceda de los grupos de la
oposición, malo, y solo son válidas nuestras decisiones. Muestra inequívoca de
una mayoría mal entendida, cuando no de una prepotencia y desfachatez rayana la
inmoralidad. ¿Por qué no se retransmiten los plenos por la emisora municipal?
¿Teme el alcalde, o el concejal delegado, que se divulguen interioridades a
través del cuarto poder? ¿Más?
Se crean
siete consejos de barrio: Icod el Alto, Realejo Alto, San Agustín-Realejo Bajo,
La Cruz Santa,
La Zamora-La Montaña-El
Jardín, Toscal-Longuera y Palo Blanco-Las Llanadas-La Ferruja. Los dos últimos
han venido ya funcionando en plan experimental. Un servidor cree (por ello
opina) que el cura Gabriel mucho ha tenido que ver en este fomento de la
inquietud vecinal. Me extraña, no obstante, que no conste alusión directa a La Carrera, cuya asociación
de vecinos (Cañaveral) siempre se destacó por su implicación desde aquellos lejanos
tiempos que fuimos testigos muy directos de primeras y segundas piedras. Me
imagino que se englobará en el distrito San Agustín-Realejo Bajo. Como San
Vicente, Tigaiga, Camino Nuevo. Y no sigo porque tendré que trasladarme a El
Horno, Las Toscas, La
Sombrera…
Se alegran
alcalde y concejala de haber ido más allá de lo que la ley regula y que
conducirá a la aprobación del Reglamento de Participación Ciudadana, lo que se
prevé para mayo o junio de 2016. El ayuntamiento, así se alude en el comunicado
de prensa, piensa incluir a los concejales de zona para “conocer de primera mano
las necesidades y realidades sociales de cada entorno”.
Y siento
poner el primer borrón en la positiva medida. Cuando se da a conocer la
información, entiendo que la alusión al ayuntamiento hace referencia, única y
exclusivamente, al grupo de gobierno. Máxime cuando en los citados consejos
solo se van a integrar sus concejales, pues no se alude en momento alguno que
los de la oposición vayan a ser miembros de los citados órganos. Y estos
últimos deberán vivir en los núcleos poblacionales citados. Y son tan legítimos
representantes como aquellos.
Como hemos
tenido varios años para observar el caminar de la perrita, nada me extrañaría
que en un futuro inmediato fuera a justificarse la no presencia de ediles
opositores para no ‘politizar’ (parece que lo estoy viendo) los precitados
consejos. Señal de inmadurez democrática (ya tendrían que alegar algo los
vecinos –y bueno está mi cura para manejos– si detectaran tales anomalías
intervencionistas) y que denota (háganme cambiar de opinión) deseos vehementes
de control por parte de los dirigentes actuales. Lo que, por otra parte, es
público y notorio. ¿O no es así, Fran? Yo me entiendo.
Se quejaba un
amigo icolaltero de Facebook de que son los vecinos de su zona los que realizan
las funciones de los concejales. Tuvieron que apechugar con la limpieza de la
calle, para no esperar sentados la intervención municipal. Su pecado, quizás,
consistió en no utilizar la plataforma de incidencias en la vía pública,
alojada en la web oficial del ayuntamiento, por la que los contribuyentes
denunciamos anomalías mientras los liberados se lo llevan limpito al final de
mes.
Son tantos y
tantos los motivos para estar en contra de esa pléyade de cobradores de la teta
pública, y cada día que pasa sus ilustrísimas nos añaden varios al dosier, para
general recochineo de los que nos creemos con dos dedos de frente, que parece
nos toman el pelo al derecho y al derecho. Me salvo por razones evidentes de
alopecia, que si no.
Adelante con
los consejos de barrio. Pero hagan honor a sus apellidos: Participación
Ciudadana. Si comenzamos el edificio con exclusiones, más tarde o temprano
tendremos serios problemas de aluminosis. Y otra advertencia: Que no sean
aprovechados por aquellos que los consideren trampolines, los infiltrados, aspecto
que tampoco me extrañaría. Ya uno tiene sus años y ha vivido centenares de
episodios.
Una nota
aclaratoria para finalizar. Si tuviera la suerte de que alguien le trasladara
el presente al grupo popular en el ayuntamiento de Candelaria, la dicha que
tiene el gallo (Benavente canta). Sus argumentos para poner en solfa al grupo
de gobierno de allá (PSOE-CC), valen perfectamente para Los Realejos con solo
cambiar dichas siglas por las del PP. Sin tener que cambiar una coma. Qué
cosas, tú.
Hasta mañana.
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