¿O campaña,
sin más? Vaya cómo anda el patio. Si es que el patio anda, pues para mí que
vuela. Debates, apariciones en los lugares más insospechados, besos, abrazos,
manos por arriba (menos mal que lo otro no está bien visto), grupos de
excursionistas que accidentalmente pasaban por allí, y de todo lo inimaginable,
incomprensible, inconcebible, escandaloso, increíble, inaudito, insólito,
intolerable, inusitado, extraño, raro, extravagante, insufrible, inaguantable,
insoportable, fatigoso, irritante, doloroso…
Este pasado
sábado estuve en Toscal-Longuera. Mi barrio de toda la vida, aunque transite
ahora por cotas más elevadas. Asistí a una mesa redonda, moderada por Moisés
Grillo, exalumno y periodista sin papas en la lengua, enmarcada en los actos
que el entusiasta sacerdote de la parroquia viene realizando dentro de una
labor cívica digna de aplauso. Y mira que soy reacio yo a demandar parabienes
para el clero. Pero lo que está a la vista, de claridad meridiana. Gabriel no
es cura a la usanza tradicional. Lo que me congratula sobremanera. Deja ver si
mañana tengo tiempo y dedico unas líneas a lo que de allí saqué en claro. O en
oscuro, que nunca se sabe.
Como están
los candidatos de un viajero subido y de un dinamismo digno de la Bluetrail, diseccionemos
algunas de las múltiples apariciones. Y como por alguien hay que empezar,
elijamos a Carlos Alonso. Este hombre llega a CC rebotado del PP. Nunca le ha
gustado el pacto con el PSOE y anda que bebe los vientos por Manuel Domínguez.
Cariño que es correspondido por el realejero. Consideran ambos que la isla se
les está quedando corta. Esperan al 21 de diciembre por si la lotería les
favorece.
La penúltima
del presidente del Cabildo es tildar de oportunidad para hacerse la foto
(bonito está el para utilizar ese argumento) la reunión de los alcaldes del Sur
en demanda de una segunda pista en el aeropuerto. Y les espetó que en 20 años
esa instalación no requiere nuevas infraestructuras. El reventón acaecido días
pasados ha servido de detonante. Pues sí, aprovechados todos. Los unos y los
otros. Por intereses diversos, pero qué diferente hubiese sido la situación si
entre el grupo de munícipes se hallara un nutrido grupo coalicionero. Como por
aquellas bandas no acaban de fructificar tales endemismos, los votantes han creído
conveniente que sigan los mismos (con mayorías socialistas).
Otro que se
sale es el ministro Soria. Debe tener a su entera disposición un avión privado.
Por cierto, tenga cuidado, señora Belén Allende, con venderle las excelencias
de Gorona del Viento no sea que la suprema autoridad prohíba el paso del alisio
por Valverde. Él no es de muchas energías renovables y le puede fastidiar el
avance tecnológico.
Conferencias
arriba, conferencias abajo, va de sobrado. Son curritos, coño, y van creando
escuela. Hasta el presidente de la
Cámara de Comercio (José Luis García) no ha tenido mayor
inconveniente en reconocer que desea que gane el PP. Como debe ser. O como
decía mi padre: Dinero llama dinero y el pez grande se come al chico. Lo que
jamás oirás de estos personajes es que como estamos saliendo de la crisis (por
su magnífica gestión, por supuesto, y al carajo eso de la economía global y
demás zarandajas) toca que los bancos comiencen a devolvernos el dinero que
aportamos para su rescate. Santa Rita, Santa Rita.
Francisco
Linares sabe que su vivero de votos está en La Orotava. Yo estoy aconsejando a
la gente que no lo vote –se lo diré personalmente el día 6 de diciembre en La Perdoma– porque hacerlo
supondría incumplir la letra de su canción preferida: Le dedico doce horas
diarias al ayuntamiento. Y cazar esa hipotética posibilidad del doblete se me
antoja muy complicado. Qué digo, imposible.
El candidato
a senador (su cometido sería explicar a todos los tinerfeños que esta cámara es
tan importante que su eliminación supondría… una ventura y un alivio, estimado
Paco), fiel a los principios romeros de su formación política, aprovecha
cualquier excursión que recale en La Villa para llevarse a Eva, cámara en
ristre, y… sorpresa, sorpresa. Cerca de quinientas mujeres (chacho, quien
desaprovecha eso), en un programa de dinamización guagüera organizada por el
consistorio lagunero, vinieron a visitar estos contornos norteños. Y fueron
debidamente atendidas no por el alcalde sino por al aspirante Linares. Quien no
duda en poner a su entera disposición todo el aparato municipal para sus
intereses electorales. Para estos hechos puntuales siempre hay presupuesto
disponible.
“Venir a
Sálvame es un orgullo para Güímar”. Esta mujer no está bien, llévenla
urgentemente al médico de cabecera para que le haga un pase para un análisis
psiquiátrico en profundidad. Más que la del hoyo de los áridos. Háganme caso.
Puede provocar un desaguisado de imprevisibles consecuencias. Esto ya no es una
simple raya azul que el tiempo puede borrar.
Alcaldesa,
cuatro concejales y un asesor encabezaron la comitiva que fue recibida por otra
pandilla de energúmenos a ritmo de charanga y con el meneo de unas animadoras.
Murga la que fue a Madrid. Y artistas, o asesores culturales, parecen sobrar en
el ayuntamiento. ¿Qué les pasará por la cabeza a los güimareros decentes, es
decir, casi todos? ¿Se merecen estos espectáculos formativos? Qué nivel, Pablo
Matos. Espera sentado por mi voto.
Nosotros, los
realejeros, para no repetirnos y como ya dejé esbozado en un comentario
anterior, estamos preparando (espero que la agencia sea del pueblo) un safari
por Albacete. Y de paso visitaremos las Lagunas de Ruidera. Ya un servidor se
apuntó. La escopeta va en el paquete.
Hasta mañana.
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